¿Existen los finales felices? -DBZ Fanfiction-

Capítulo 9: Los preparativos para el viaje.

-¡No!- bufó Bulma -No se van a marchar a ninguna parte- se dio vuelta y continuó revolviendo el estofado de carne con una cucharona de madera.

-Por favor madre- suplicó el joven colocando las palmas de su mano juntas y a la altura de su pecho.

-¡Ustedes dos no irán solos a recorrer el mundo entero!- se enfrentó de nuevo cara a cara contra su hijo -Ni loca me quedaré sola de nuevo por varios meses ¡Y no me importan si son saiyajines!- apuntó amenazadoramente con su cucharona hacia el híbrido.

-Pero por lo menos dejamos salir unos días, te prometo que sólo iremos hacia las montañas y luego volveremos- su madre lo observó fijamente y él bajó la cabeza- No será mucho tiempo.

-Si no pasan de 1 mes está bien- respondió rápidamente mientras apagaba la hornalla- Eres lo único que tengo y por eso no quiero que te vayas de mi lado- de nuevo el tono nostálgico de Bulma hizo sentir pena a Trunks.

-¿Pero podemos salir hoy?- interrumpió la pequeña saiyajin después de quedar callada ante la discusión.

Bulma observó de reojo a su hijo, se cruzó los brazos aún con la cucharona en mano -No - antes de que ambos jóvenes comiencen a regañarla continuó con una sonrisa -No se irán hoy ya que preparé una deliciosa cena para los tres y no quiero que se desperdicie.

Trunks quedó confundido, observó a Koron quien tenía una extrema sonrisa dibujada en su pequeño y tierno rostro y comprendió lo que su madre había dicho. Se paró firmemente y tomó las manos de su madre -Muchas gracias mamá - soltó aquellas suaves manos y la abrazó. Pronto de separaron y él se dirigió a la saiyajin colocándose a su altura -Vamos a ordenar la mesa, así vamos a cenar y mañana a la mañana salimos- observó de reojo a su madre por si acaso.

-Sí, vamos- levantó sus brazos como si fuera una pequeña niña de cinco años.

Trunks se levantó con ánimos, sacó de la mesada tres grandes platos junto a unos utensilios mientras Koron llevaba el mantel de color crema que a Bulma tanto le gustaba.

La alarma sonó a las siete en punto, el joven se volteó y la apagó aun dormido, sintió que algo se movía en su cama, abrió completamente los ojos y sintió un leve ki, dio la vuelta u se encontró a la pequeña Koron sentada en el borde de la cama con la vista clavada en él.

-Despertaste- estaba sentada de costado con los pies encima de la cama con las rodillas flexionadas. El joven pegó un salto del susto y cayó al suelo con sábanas y todo.

-No me sorprendas así- se frotaba la frente con el dorso de su mano -Además ¿qué haces despierta a esta hora?- se levantó y se sentó de nuevo en la cama quedando frente a frente con la saiyajin.

-Estaba emocionada por el viaje- lo dijo tan tranquilamente mientras sonreía.

-¿En serio te emociona tanto este viaje?- preguntó para terminar bostezando y caer de espaldas en la cama.

-Ya te dije que tu planeta es muy hermoso y que quiero conocerlo- frunció el ceño mientras miraba a otro lado- Además quiero entrenar y aquí no hay mucho espacio como en las montañas- añadió sentándose justo al lado del joven.

-¿Acaso quieres conquistar la Tierra para venderla a otros extraterrestres?- bromeó, observó a Koron que pareció no tomarlo así -Tranquila, era broma- sonrió y colocó su mano en la cabeza de la saiyajon desordenándole un poco sus cabellos oscuros.

-¿Y qué estamos esperando?- el joven la observó confundido- Preparate y vamos, no puedo esperar- saltó levitando hasta que el híbrido la sujetó del brazo.

-Aún no podemos irnos- dijo bostezando y levantándose perezosamente sin soltarla.

-¿Por qué?