Capítulo 38: Gotas de sangre.

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–¡Bulma!

Todos se sobresaltaron al escuchar aquel llamado que provenía desde afuera, Videl sabía más que nada que aquella voz era proveniente de su querida hija. Bulma respondiendo al llamado se dirigió hacia la puerta, al abrirla lanzó un grito con tan sólo presenciar a la pequeña Pan cargando a su hijo inconsciente sobre su espalda.

–¡Trunks...!– chilló una vez más, intentó ayudar a Pan pero ésta se negó ya que podía cargarlo ligeramente hasta el sillón de salón. Y así lo hizo.

Mamoru y Sora se levantaron rápidamente para ayudar a recostarlo lentamente en el sillón. Nadie se lo esperaba, pensaban que él sería el primero en encabezar las batallas y controlarlas; pero ahora, en ese momento, estaba desmayado y ninguno sabía el porqué.

–¿Dónde lo hallaste?– preguntó su madre mientras con un pequeño paño limpiaba el rostro del joven lleno de arena.

–Hacia las montañas, Fukito me guió hasta allí– mencionó señalando al susodicho, éste inocentemente alegre agita cola acercándose a su dueño para lamerle la mano –No tengo ni la menor idea como sabía que estaba allí.

Bulma desvió completamente la mirada hacia el perro, estaba igualmente confundida como los demás. Se sentó hacia los pies de su hijo, colocó ambos brazos sobre sus rodillas y hundió su cabeza en sus manos, esto la estaba agotando.

Ella sabía perfectamente sólo había una sola persona que poseía la capacidad de saber siempre en donde estaba Trunks...

Gohan...

Levantó la cabeza y observó asombrada a la mascota de la casa acurrucarse junto al híbrido, se sacudió para borrar aquello que había pensado. No. Seguro estaba muy mal de la mente para pensar aquello. Se recostó de espaldas finalmente, suspirando con angustia, ahora lo único que esperaba era que su hijo despertara.

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Gorak lanzó una gran carcajada escupiendo a Mirai. Ella se asqueó pero aún mantuvo el control de la situación, presionó el puño y se sobó el rostro lanzando un gruñido muy parecido al antiguo guerrero namekiano que habitaba en la Tierra.

–¿¡Bromeas!?– Mencionó en medio de risotadas, se dio una palmada en la pierna creyéndose cómico frente a la mujer –¡Pensé que en verdad te enfrentarías a mí!– éste se acercó a ella de forma amenazante se preparó para atacar.

Mirai frunció aún más sus facciones, se percató en movimiento que estaba a punto de realizar el enemigo y entonces creó una barrera con su único antebrazo. Gorak empalideció al ver semejante reflejo, intentó agredirla pero ella la esquivó antes que se diera cuenta. Ella sonrió y con un rápido movimiento de piernas logró acertar una gran patada en el abdomen y lo lanzó lejos del área.

–¡Increíble!– exclamó Nasuiro al percibir la asombrosa estrategia –¿Cómo es posible que una humana logre atacar con gran magnitud de poder?

–Es porque no soy humana– de pronto Mirai se acercó directamente hacia sus amigos con Oliver cargado en su espalda, ella aterrizó levemente y se mantuvo allí hasta que Goten y el maestro Roshi sujetaran al herido.

–¿¡Qué!?– gritó el pelinegro abriendo los ojos en par como unos grandes platos –¿Cómo que no lo eres?

–Básicamente soy mitad terrícola, el resto de la sangre que corre por mis venas es descendiente tríclope– aseguró cerrando su puño frente suyo con orgullo.

–¡Mirai!– lo llamó el castaño procurando levantarse inútilmente –¿Por... por qué...?

–Deberías estar agradecido, aquel individuo estaba por hacerte papilla– lo interrumpió antes que él lograra terminar la frase. Oliver ya se había cansado de aquella mala costumbre.

¿Existen los finales felices? -DBZ Fanfiction-Where stories live. Discover now