Camino a casa. (CAMREN)

Capítulo 8

Capítulo 8

Mi mirada estaba vacía, no deje que mamá me viera llorar cuando fue por mi a la escuela.
''Si pensabas enfermarte mejor no hubieras venido a la escuela y así dejar de desperdiciar mi tiempo viniendo por ti, sabes como es mi trabajo'', fue lo único que me dijo mientras salíamos de la institución. A veces me preguntaba por qué yo no le contaba lo que pasaba conmigo y es en momentos como este en el que me doy cuenta el por qué. No se molesto en preguntar si me sentía mal o si necesitaba visitar un medico especialista.

Cuando me dejo en casa, abrí la puerta con las llaves que escondíamos debajo de un masetero con lo que un día fueron flores. Ni siquiera se preocupo en preguntarme si llevaba llaves para entrar a casa, ella se esfumo para ir a su trabajo.

Subí las escaleras lentamente, tomándome el tiempo de observar las fotografías que estaban colgadas en la pared. Esto hizo que las lagrimas se acumularan. Eramos una familia, ahora no se si esto que somos se pueda llamar así. Si nuestra familia estaba separada, con mi nueva noticia sólo iba a hacer que se separaran más.

Me dirigí al cuarto de mis padres, en su repisa de libros estaba mi álbum de fotografías cuando era bebé. Empezamos con una de mamá siendo rodeada por los brazos de papá, era de un día antes de mi nacimiento. Recorrí varias imágenes hasta llegar a una donde estábamos posando para los recuerdos de navidad. Todo era tan bello.

Fui a mi habitación, abrí el armario y comencé a descolgar toda la ropa que tenia ahí hasta dejar el alto tuvo vació, mis lagrimas ya no estaban siendo retenidas.

Muchas veces antes había pensado en hacer esto, hoy estaba segura de hacerlo. Un fin para los problemas, ¿no?.

Respire profundamente. Tomé una hoja y un lápiz, comencé a escribir.

¿Una manera cobarde de alejarme de todo, verdad?

Quiero pedir una disculpa, una disculpa por todo lo que he hecho. La forma en la que he tratado a las personas que rodeo.

Una disculpa por no ser lo que ustedes merecen papá y mamá. Tal vez si no hubiera hecho muchas cosas de las que hoy me arrepiento nada de esto estaría pasando.
Los quiero. Los quiero tanto que no quiero verlos pelear más.
He tomado la decisión de irme para no molestarlos nunca, se que sin mi podrán hacer muchas cosas más, una boca menos que alimentar.

Mamá, no dejes a Taylor sola, pregúntale como se siete antes de que te arrepientas por no haberlo hecho.
Papá, ten paciencia algunas personas no somos lo que tu esperas, tranquiliza tu furia, no golpees más a Chris, Taylor o a mamá.
Chris, a pesar de todo tengo que admitir que te admiro. Eres mi hermano mayor, te quiero tanto. Deja de hacer tonterías y estudia eres muy inteligente.
Taylor, disfruta de la compañía de Chris. Mi hermanita, no sigas mi camino.

Este es mi hasta pronto, los estaré esperando.

Faltaron muchas metas por cumplir y tantas cosas que decir pero, soy débil no pude soportar mas.
Lo siento mucho Abuela.

Lauren.

Firme la carta que estaba siendo mojada por mis lagrimas y la deje en la almohada de mi cama.

Tomé la soga y la amarre de una forma en la que supiera que esta no iba soltarse.

Muchas veces intente hacerlo, esta a punto de pasar.

Recuerdo la primera vez que intente hacerlo, tenía 13. Exacto, tenía 13 años y pensaba que la mejor solución de mis problemas era suicidándome. Ese día, había peleado con la abuela por causa de una pelea con Chris, ella se habia puesto tan mal que se tuvo que ir al hospital. Todos se encargaron de hacerme saber que ella estaba mal gracias a mi. También porque fue la primera vez en la que una chica llamo mi atención. Hoy pasaba lo mismo.

Subí a una silla y até la cuerda al rededor de mi cuello. Cerré los ojos pesadamente.

¿Es esto lo que de verdad quieres Lauren? me pregunté. Limpie mis mejillas, estaba a punto de saltar, todo iba a terminar para mi. ¿Deberías seguir luchando?.

Uno... mis mejillas heladas tenían reacción con las lagrimas calientes... Dos... es lo mejor para todos... Tres...

¡No!

Rápidamente me quite la soga de al rededor de mi cuello y baje de la silla.

Me senté en posición fetal, abrazando mis piernas, mi llanto se escuchaba por todo el cuarto.

Eres mejor que esto Lauren, repetía en mi mente. Eres lo suficientemente inteligente y auto-suficiente como para salir adelante.

Me levante y tomé la carta. Comencé a hacerla pedazos y la dejé debajo de una pesada lampara de noche de mi habitación. Nadie podía ver esto.

Necesitaba ayuda, necesitaba desahogarme con alguien más que no fuera yo misma, necesitaba tantas cosas... necesitaba a alguien. Pero por ahora me iba a conformar con ayudarme a mi misma sola.

Tomé mi laptop y busque en Tumblr frases de auto-ayuda.

Opté por comenzar a hacer una lista de mis virtudes, ahí decía que me ayudaría a ver lo buena que era y eso haría sentirme mejor.

También comenzare a ser amable con las personas.

Una nueva Lauren, una Lauren que no piense en el suicidio como una solución.

A VECES ME PREGUNTO ¿CÓMO ES QUE ESCRIBÍ ESTO?

¡GRACIAS POR LEER Y SUS COMENTARIOS!
XOXO