Capítulo 4

2.5K 185 5
                                    

Capítulo 4

N/A: LAUREN VA A NARRAR TODA LA HISTORIA DESDE AQUÍ, CUANDO NO LO HAGA SE LOS HARÉ NOTAR, GRACIAS. :)


Taylor no recordó que iba a comprar un helado para ella gracias a Sofia y Camila. Se la pasaron hablando de cosas en las que de verdad no me apetecía conversar por lo que pocas veces participe.

Me sentía como una mamá con tres hijas. Tuve que tomar la mano de las niñas para cruzar la calle, no esperaba que Camila se detuviera a mitad de esta y casi la mataran.

-¡¿Qué te ocurre, por qué paras a mitad de camino?! -pregunté exaltada a Camila una vez que llego a la banqueta. Lo que más me desconcertó fue su sonrisa de oreja a oreja-. ¿por qué sonríes?

-Porque... conseguí esto. -de su bolsillo trasero saco un centavo.

-¿Un centavo? -pregunté estupefacta-. Casi mueres por un centavo.

-Pero no es cualquier centavo. -comentó Sofi.

-¡Todos los centavos son lo mismo! -con mi mano derecha recogí todo mi cabello hacia atrás-. Yo misma puedo darte 20 de esos.

-Lolo, no serían de la suerte. -Taylor estaba de acuerdo con estas locas.

-Bueno, okay... -suspire-. continuemos.

Ese fue uno de los momentos más extraños que he vivido. Qué adolescente de 16-17 años aún cree en los centavos de la suerte, no me sorprendería que un día quiera ''pagar un centavo por mi pensamiento''.

Cuando llegamos a casa las cosas parecían estar tranquilas, durante la cena nadie hablo y no sería yo quien rompiera la tensión, pocas veces cenábamos en silencio de verdad estaba disfrutando de eso.

-¿Cuanto tiempo ha pasado desde que Chris estuvo aquí? -preguntó papá después de un trago largo de agua.

Yo no iba a responder pero sentí la mirada de todos en la mesa, con todos me refiero a todos menos Chris obviamente-. Pues... no lo sé, yo no debo de encargarme de ver a que horas llega o se va.

-Responde bien. -exclamó papá con cierto tono autoritario-. Estoy tratando de ser amable Michelle. ¿Cuanto tiempo ha pasado desde que Chris estuvo aquí? -repitió.

-De verdad no lo sé. -lo miré a los ojos, esperando que creyera en mi palabra.

-¡Carajo, que me digas! -papá golpeo la mesa con los puños, haciendo que todas saltáramos del susto.

-Michael, tranquilo Lauren te ha dicho que no lo sabe. -intervino mamá.

-¿Qué no te das cuenta? -Mike se acerco peligrosamente entre mamá y yo-. ¡Esta estúpida lo esta tapando! -Michael golpeo mi mejilla con su dedo indice, molesta me levante.

-¡Ya te lo dije! -exclamé en su cara-. ¡No se donde esta, entiéndelo!

-¡No me levantes la voz! -Michael me golpeo con la palma de su mano en la mejilla. Lo miré a los ojos, lagrimas de enojo se asomaban pero quería hacerle notar que sus golpes no hacían nada en mi-. ¡Vete de aquí, no te quiero ver más!

-Yo tampoco te quiero ver más. -corrí a mi habitación.

Cerré de un portazo. No iba a irme de la casa, no era ninguna tonta como para hacerlo, puede que aquí tenga pocas cosas pero allí afuera no tengo nada. Las cosas con Michael, papá, eran así, él se molestaba con Taylor o conmigo nos gritaba o golpeaba y unas horas después el trataba de arreglar las cosas comprando cosas o diciendo que no volvería hacerlo. Lo mismo que hacia con Chris lo hacia con nosotras, sólo que yo no aceptaba sus disculpas hasta tres días después, algunas veces más.

-¡No te vayas Lolo! -de repente Taylor empezó a gritar y golpear mi puerta. Al abrir ella corrió y me abrazo por la cintura llorando-. ¡No nos dejes Lolo! papá esta triste porque Chris no esta aquí.

-No pasa nada Tay, -me arrodille para quedar a su altura y limpié sus mejillas-. no voy a irme. Me quedaré contigo, ya lo sabes. Vamos a dormir estas cansada.

Recosté a Taylor en mi cama y como siempre puse música, algunas veces escuchábamos música clásica para relajarnos. Unos segundos después estaba recostada con Taylor acariciando su cabello, su respiración paso de ser agitada a tranquila, estaba dormida.

Era muy extraño, cómo es que comencé a tener una buena relación con Taylor. Tiempo atrás Taylor odiaba estar conmigo, su vida estaba hecha con Chris. Había algunas veces en las que él traía amigos y jugaban vídeo-juegos en la sala, obviamente yo no estaba invitada pero Taylor era la primera en estar sentada en las piernas de Chris con un control de la consola. También había veces en las que Chris salia con chicas, él llevaba a Taylor a las citas para que ella aprobara a su novia.
Preferiría que esos días regresaran. Prefiero que Taylor y Chris estén juntos, sin mi, a que él este en malos pasos con gente equivocada.

Pero no todo es como uno lo desea.


A la mañana siguiente, mamá nos despertó para que nos ducháramos y fuéramos a la escuela. Gracias a la fuerza llamada dinero ahora tenía mis audífonos y podría caminar tranquila, era un buen día, volvería con Alexa.

Salí de casa estaba apunto de colocarme los audífonos cuando, su voz...

-¡Buenos días Lauren! -Camila empezó a sonar la campana de su bicicleta con una sonrisa-. Vamos juntas a la escuela.

-¿Vamos? -pregunté sarcástica con una ceja levantada.

-¿Me estas invitando? -preguntó Camila emocionada-. Vaya, yo venia a invitarte pero si insistes, claro que voy contigo, tienes suerte de ser bonita.

-Alguien no entiende el sarcasmo. -comencé a caminar, sin esperarla claro.

-Que mal. -Camila corría para alcanzarme-. Yo tampoco entendía el sarcasmo hasta hace poco.

-¡Na-ah! -dije con sarcasmo. Esta chica de verdad era tonta-. ¿Cómo haces para detectar el sarcasmo?

-No es nada sencillo... -Camila negó con la cabeza.

-Me lo imagino. -Me encogí de hombros-. Ahora, si me disculpas tengo que escuchar música.

-Oh genial. Yo amo la música y cantar, amo cantar.

-Que bien. -dije tratando de no poner más atención. Busque entre mi lista de reproducción a Lana del Rey.

-¿Lana del Rey, eh? -preguntó Camila. Pude escucharla, no era una grosera como para ignorarla del todo-. Me gusta American, algún día cantare para ti.

-Me muero de ganas.

Camino a casa. (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora