1. La cena

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Huracán de emociones

Cap 1- La cena

Ella:

-¡Abigail! Apúrate o vamos a llegar tarde a la cena- mi madre gritó ansiosa desde la sala.

- Ya voy mamá, solo me pongo la chamarra- respondí con una sonrisa en los labios y quitada de la pena, observé mi aspecto una vez más antes de bajar.

Mi padre murió de cáncer unos meses​ atrás y ha sido muy difícil para mi madre y para mí poder sobrellevarlo.

Él era el alma de la familia, sin importar las adversidades que nos pudieran sobrevenir, siempre sonreía. Era nuestro pilar, nuestra fuerza.

Mi madre por otro lado es mi gran orgullo, es la mujer más fuerte que he conocido en mi vida.

Aunque por dentro estaba destrozada por la muerte de papá y ella misma quisiera morir, por fuera aparentaba gran fuerza.

El amor que existió entre ellos fue algo hermoso, intenso y se podía ver a millas de distancia el brillo que sus ojos irradiaban al verse.

Por las noches aún podía oír su llanto desgarrador lleno de dolor y quisiera poder regresar el tiempo a cuando sus labios pintaban una alegre sonrisa.

Tal vez no pueda regresar el tiempo, pero si puedo hacerle la carga más liviana al no agregar problemas extras.

Después de su muerte el dinero empezó a escasear y ya no alcanzaba para vivir como estábamos acostumbradas. Tuvimos que vender nuestra casa y simplificar un poco nuestro estilo de vida.

Hace un mes me informo que la habían ascendido en su empleo y que debíamos irnos a vivir a Estados Unidos. Ese fue otro trago amargo que tuve que tragar.

Me iría a un país desconocido, con costumbres diferentes y un idioma que aunque hablaba un poco, no era mi lengua natal, lo que haría más difícil la tarea.

Dejar a mis amigos sería lo peor, pero mi madre necesitaba salir del lugar que la torturaba día a día con recuerdos tan dolorosos.

Ya habían transcurrido dos semanas desde que llegamos a este país, en las cuales no hemos tenido tiempo ni de respirar. La mudanza, papeleos para la inscripción al cual será mi nuevo colegio etc..

Los días pasaban sin darme cuenta.

A los días de nuestra llegada, Emma, la nueva jefa de mamá vino a darnos la bienvenida a este país. Era una mujer muy hermosa y elegante, pero no puedo negar que también era muy agradable.

Venía muy bien acompañada de su hijo Elias, quien era un chavo guapísimo. Creo que tiene dieciocho años, osea unos meses mayor que yo. ¡Perfecto para mi!

Tiene ojos color azúl claro y pelo cafe castaño, sus facciones son delicadas, alto y delgado. Tiene muy buena figura, lo único malo es que es muy serio; Aunque eso se lo puedo quitar en un par de meses. No es que yo sea una loca, al contrario, también soy tranquila, pero me gusta divertirme.

Ya van dos veces que viene a invitarme a tomar un helado, a lo cual yo he aceptado gustosamente. Me ha mostrado parte de la ciudad y no lo puedo negar !Creo que si me va a gustar vivir aquí!.

Hoy Emma, como quiere que la llame, nos invitó a una cena en su casa. Quiere darnos la bienvenida formalmente.

No niego que me muero de nervios, creo que hasta me he arreglado más de lo normal.

No soy una chica superficial, ni me gusta enmascarar mi personalidad con pintura. Me gusta que me conozcan tal y como soy. Además, no hay mucho que hacer a mi edad, sólo un poco de color a mis pestañas y brillo en los labios.

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