—¿Que ocurre?.—suelto.—Acaso no quieres besarme porque esos chicos están allí observándonos ¿eh?.
—Justin.—suspira con suavidad.—Es lindo verte, me encanta tu atuendo y muchas gracias por esto no debías molestarte.—no suena a sarcasmo así que asiento y sonrío ligeramente.—Y no, ellos realmente no me importan tan solo no quiero ensuciarte con labial de zorra.
—Ya veo.—ronroneo.—No me molestaría tener tu labial sobre mi...—me detengo y doy una mirada hacia abajo, señalando mi entrepierna.

Ella estalla en risas para finalmente besarme en la boca, mejillas y nariz.

—¡Estas loco, amor!.—se ríe, siento mis mejillas enrojecer y no estoy seguro de si es por el alcohol en mi sangre o por el apodo nuevo de Jordyn para mi.—Me encanta esto ¿ya puedo beber? Soy mayor de edad.—chilla con emoción. Asiento con la cabeza y tiro de su mano para poder llevarla hasta la barra, si le doy yo su bebida me aseguro de que ningún idiota querrá propasarse con ella.
—Estas muy caliente.—ronroneo un alago hacia ella.
—A que no te esperabas verme en vestido.—me sonríe con picardía y bebe lo que hay en el vaso.

Tarareo en voz baja, no me había puesto a pensar en que Jordyn es chica de vestidos, pero maldición le queda jodidamente bien, ajustado donde debe. Pensar que esta preciosa chica es mi novia me hace sentir el dueño del puto mundo, dejo a mis ojos vagar por su brazo izquierdo que es donde yo había puesto el brazalete más temprano y veo la delicada pieza descansar con gracia en su suave y poco bronceada piel.

—Todos mis amigos están aquí.—suspira lentamente.—Sospecho que Kelsey tuvo que ver en todo esto, vale, ya lo sabía pero no que iban a venir mis amigos.—se corrige a sí misma y me sonríe.

Le doy un beso en la mejilla y escondo mi rostro en la curva de su cuello, sintiéndome libre de hacerlo las veces que quiera porque es mi novia. Y no, no lo voy a superar jamás.

—Estas especialmente cariñoso ¿ocurre algo?.—me pregunta con suavidad.
—Me he enterado de que hay dos chicos aquí, interesados en ti. Ya sé quienes son y me siento amenazado.—confieso, no tiene caso mentir con mis sentimientos.
—Kels te lo dijo ¿cierto? Max y Cam solo son amigos, no están interesados en mi.—niega con la cabeza inocentemente.—Es estúpido que te sientas amenazado por ellos, estoy contigo ¿no? Traigo puesto el brazalete que lo comprueba.—levanta el brazo para enseñarme la pulsera.—Iré a bailar ¿vienes?.
—Te quiero.—murmuro, sus palabras me han sacado un gran peso de encima pero de todos modos no puedo evitar sentirme amenazado.—No amor, ve a divertirte. Quiero ver como lo haces.

(...)

Estaba mareado, tanto que veía borroso pero no perdí de vista a mi novia en ningún momento. Tenia a muchas personas alrededor como si Justin Bieber no estuviera en la misma habitación. Se sentía bien pasar desapercibido de vez en cuando.

Hablé demasiado pronto. Una chica tironea de mi camisa y tengo que darle algo de mi atención para ver si deja de joder.

—¡No puede ser! Era en serio.—exclama con efusividad.
—Eh si, lo que digas.—respondo un tanto incomodo.
—¿Bailas?.—no puedo evitar que mis ojos paseen por su escote, me están saludando y debo darles algo de atención. Vaya tetas.
—No lo creo.—me encojo de hombros restándole importancia.

De un segundo a otro había comenzado a pegar su culo en mi entrepierna y joder la chica sabía lo que estaba haciendo. Sin querer hacerlo mi pelvis se inclina hacia el frente y me gano una mirada traviesa sobre su hombro.

Decidí disfrutar el pequeño escandalo que la chica estaba haciendo frente a mi bailando al ritmo de Beez in the trap de Nicki Minaj, una mano golpetea mi  hombro pero es casi imposible apartar los ojos de aquel culo moviéndose frente a mi.

Mark My Words. |j.b pov| Book #1Where stories live. Discover now