Capítulo 15: Confusión y sentimientos

8.2K 587 50
                                    

sorpresaa dos capituloss en un soloo dia...xDD Una pregunta ¿quién quiere que Sam pueda tener hijos?... es solo una duda ya que estoy insegura de colocarlo o no... sin más los dejo leer..

Pov Sam

Abrí mis ojos adolorido, sintiendo desesperación miedo y terror, a mi alrededor no había nadie, con mi mirada lo comprobé estaba solo ni Marcos ni Diego estaban a mi lado y eso era lo mejor, en ese momento quería gritar o simplemente llorar, pero no hice nada de eso, me recosté a la cama y con miedo me lleve una mano a mi estomagó, pues sentía nauseas al querer vomitar.

No sabía qué hacer ni que creer mi entrada me dolía horrores y pedía a gritos que la atendieran o me colocara una pomada para calmar el ardor, en mi boca aun podía seborrear la esencia salada de Diego y Marcos, lo que me hacía replantear qué diablos había sucedido, me avían violado había abusado de mí, pero no los odiaba, me sentía normal bueno me dolía el cuerpo, mas no sentía esa furia o rabia.

-¿Qué me pasa?- pregunte a la nada sintiéndome extraño, no había nadie que pudiera describir lo que sentía, estaba lastimado adolorido, tenía miedo pero tal vez la palabra decepcionado seria la que diría con más claridad mi estado.

Me lleve las manos a la cabeza acariciando con ellas mis desordenados cabellos, que debía hacer como debía actuar cuando los viera no tenía ánimos ni para pronunciar algo, Diego tal vez no le importaría lo que quisiera, a lo mejor y empezaba a tratarme como Marcos y este tal vez me lastimara igual que él.

No lo podía creer, había confiado en él y todo lo había mandado al carajo, no creía volver a confiar más bien no quería hacerlo, sabía que me podía lastimar de nuevo, y si me iba qué tal si hablaba con mi madre tal vez cambiarme de ciudad estaría bien así podría despejar mi mente y olvidarme de ellos, tal vez eso fuera lo mejor, pero al mismo tiempo no quiero separarme, no soy masoquista ni nada pero me duele el pensar que ya no veré a esos idiotas.

-¿Qué debo hacer?- pregunte a la nada mientras me volvía a sentar, mala idea al hacerlo un fuerte dolor recorrió todo mi cuerpo, me sentía como si un equipo de futbol me hubiera dado una paliza- ¡ha!- me queje del dolor y me volví a recostar en la cama, sería mejor que no me levantara por los momentos era lo más conveniente.

- veo que ya despertaste- susurro una voz, gire mi rostro con miedo a la puerta, encontrándome con Diego, este tenía el cabello mojado y solo llevaba puesto un pantalón, se acercó lentamente procurando no asustarme, cosa que era estúpida considerando el daño que ya me había hecho.

- ¿Cómo te sientes?- pregunto y le gruñí furioso, tome lo primero a mi alcance que fue una lámpara, con fuerza se la lance en la cabeza respondiendo de manera brusca a sus pregunta, Diego esquivó el aparato volador mientras con calma se sentaba y se acomodaba a mi lado.

- sabes que te quiero cierto- me dice el muy maldito, mientras me abraza y me besa en la mejilla, temblé sin poderlo evitar sintiéndome pequeño he insignificante, mis ojos me comenzaron a picar y sin poderlo evitar comencé a llorar.

-suéltame..- tartamudee mientras trataba de liberarme de sus brazos, mis movimientos eran lentos sin mucha fuerza ya que cada vez que lo empujaba mi cuerpo dolía.

- calma Sam no te are nada- me dijo dolido ante mi rechazo, pero no lo quise escuchar tenía miedo que me volviera a tocar, me quería ir, deseaba estar en mi casa en un lugar seguro donde ellos no me pudieran tocar.

- mentiroso suéltame, te odio- grite y lo empuje este se levantó sorprendido, debatiéndose en que hacer, yo no quería verlo ni a él ni a Marcos quería que me dejaran solo.

- por favor Sam, escúchame si..- me pidió suplicante, me mordí el labio y señale la puerta, mientras veía hacia otra parte.

- te escuchare pero te quiero cerca de la puerta y lo más lejos de la cama- dije de manera precavida, teniendo miedo a que me saltara encima y me violara otra vez.

- bien- murmuro cabizbajo mientras se alejaba de mí, no me importo, él se lo había buscado y la verdad me costaba pensar que él no me fuera hacer nada.

- habla...- dije, mientras lo miraba fijamente sin perder ninguno de sus movimientos, sus labios se separaron pero antes de que pronunciara una palabra a su lado apareció Marcos.

- buenos días- dijo Marcos mientras pasaba saliva por su garganta, este me miro serio y nervioso, lo sé porque sus manos sudaban y porque podía escuchar el palpitar rápido de sus corazón.

- no puedo decir que sea buenas- respondí amargo mientras recogía un pocos mis piernas, no quería que ellos se me acercaran, pensé que podía enfrentar a Diego pero ahora los tenia a los dos frente a mí, Marcos ladeo la cara sin poder verme el rostro, un silencio bastante tenso se apodero de la habitación, y nadie de los presentes parecía quererlo cortar.

- Sam no te haremos nadas podrías dejar de tratarnos así- al fin hablo Diego, y yo lo mire con mi semblante frio y serio, nunca había sido así siempre era amable torpe incluso juguetón, pero en este momento no me apetecía eso.

- y cómo quieres que los trate luego de lo que hicieron, acaso quieren que les haga una fiesta- gruñí enojado y furioso, mientras hacia lo posible por no moverme con brusquedad, podía sentir como mi sangre hervía de la rabia que sentía al verlos parados y sin atreverse a decir nada, y que era lo que podían hacer si los dos me habían dañado los DOS me habían robado lo más preciado para mí, eso que había cuidado desde que era pequeño me habían quitado mi inocencia.

- lo siento Sam, no fue el momento lo sé, perdóname juro que no volverá a pasar- me rogo Marcos pero yo decidí hacer oídos sordos, los mire y haciendo una mueca me tape con la sabana.

- por favor salgan y cierren la puerta quiero estar solo- pedí y vi como Marcos trato de acercarse, temblé ante la idea pero fue el brazo de Diego quien impidió que avanzará, este me miro dolido pero aun así salió dejándome totalmente solo, llore en silencio mientras me abrazaba a mí mismo, no sabía que hacer tenía miedo y aunque quisiera no podía confiar en ellos no quería hacerlo. 



Dos para unoWhere stories live. Discover now