Pov Sam.
No podía creer lo que había visto, la había besado lo había hecho, acaso estaba loco Diego lo mataría. En ese instante pude ver como el rostro de Marcos se separaba de la chica, que veía hacia todos lados sonrojada, me metí en medio enseguida debía evitar a toda costa un enfrentamiento.
- Sam quítate- dijo con voz ronca Diego, lo que me hizo estremecer mi lobo interno rogaba porque me apartare y dejara que esos dos se mataran, pero mis sentimientos pedían otra cosa.
- Déjalo Sam después de todo el solo resuelve los problemas a lo bestia- me moleste ya que esto era su culpa, Marcos no debía opinar, lo que él estaba haciendo estaba mal y yo le demostraría cual era el error de cada uno.
- Ya vasta no se peleen- dije al sentir como Diego me apartaba de un empujón que me hizo caer, aguantando mis lágrimas me levante viendo como estos se iban a las trompadas, me acerque a mi amigo y este me miro preocupado.
- Estas bien- me pregunto mientras yo luchaba para que mis lágrimas no salieran, eran unos idiotas porque no se podían llevar bien, claro todo era porque Marcos era un orgulloso y Diego un matón mandón.
- No, no sé cómo hacer para que dejen de pelear- susurre mientras una idea retorcida se formaba en mi mente, mire a mi amigo el cual trataba de calmarme, sonreí de oreja a oreja y sin pensarlo llame la atención de los dos hombres alfas que se peleaban.
- ¿Qué haces?- dijo preocupado, y no dude ni un minuto en retarlos con la mirada, estos me miraron confundidos aun que aun medio enfrascados en matarse con la mirada.
- Si ustedes no les importa lo que yo diga o piense, entonces a mí no me importa lo de ustedes- susurre mientras me ponía de puntillas y besaba a mi alfa amigo, este abrió los ojos al igual que yo, mientras mis mejillas adquirían un tono rojo pegue mis labios aún más a los suyos, a pesar de que no sentía absolutamente nada.
- Co..m..- no sabían que decir los dos me miraban con los ojos desorbitados, se miraron a los ojos para luego lanzarse contra Daniel quien solo cerro los ojos esperando lo peor- ahora si lo mato- gruñeron los dos mientras todos los del salón salían corriendo atemorizados, esto se había salido de control Marcos y Diego se habían transformado en lobos amenazantes esperando cualquier movimiento de Daniel para comenzar su feroz ataque.
- Ya basta paren por favor- dije al parecer esta no había sido una buena idea ahora los dos estaban molesto pero ahora era conmigo, y en vez de mejorar la situación la había empeorado.
- ¿Por qué?- pregunto Marcos herido por el beso que yo había dado, lo que me hizo enojar el sí puede pero yo no.
- Claro tu si puedes salir con quien quieras, besar a quien te dé la gana pero yo no- grite enojado con el sin saber porque, no es que yo tuviera celos sino que me molestaba la desfachatez con la que me miraba.
- Pero yo a ella no la amo- me dice mientras me mira y yo miro a mi amigo sintiéndome culpable.
- Y yo tampoco a él, es mi amigo solo lo hice para que dejen de pelear- grite lo que hizo que los dos se voltearan a verme, volviendo a su forma normal, Daniel salió corriendo mientras me miraba enojado haciéndome una seña de que le debía una y una MUY grande.
- Todo esto es la culpa de Marcos- gruñe Diego mientras mira con enojo al alfa mujeriego que solo bufa en respuesta.
- No te hagas el inocente, porque tú lo violaste- gruñí yo, lo que hizo que Marcos apretara los puños y se sonrojara sin poderlo evitar.
- Eres un cerdo te odio- respondió Marcos furioso lo que me hizo reír de ironía, lo mire y lo señale.
- No te hagas Marcos yo sé que te gusto que te follara, lo que pasa es que te duele en tu orgullo el hecho de que te tomara a la fuerza y lo disfrutaras, y una prueba de ello es la zorra con la que te besastes- gruñí enseñando mis dientes con cinismo, estos me miraron confundidos y sorprendido.
- yo.. Sam este bien- me pregunto lo que me hizo sonreír, hacía tiempo que no me sentía tan liberal.
- Mejor que nunca, ahora quiero que se vallan de mi salón, no puedo estar aguantando a cada rato sus estúpidas peleas de niños, aunque le agradezco que por favor al salir que no me entere que le violaste la boca a Marcos, Diego- dije pues a pesar de que Diego no decía nada en sus ojos se seguía viendo la molestia.
- Por supuesto que no pienso hacer nada de eso, después de todo en solo seis días los dos vivirán conmigo y me cobrare cada uno de sus jueguecitos de niños rebeldes, ya que mientras más lo piense más me divertiré- advirtió Diego mientras le mordía la oreja a Marcos este se alejó, y yo retrocedí la mirada que nos estaba mandando no era nada prometedora, todo esto me daba muy pero muy mala espina.
- Guárdate tus amenazas- dije haciéndome el valiente aunque la verdad estaba temblando como gelatina, Diego me gruño y enseguida cerré la boca, mi lobo me aconsejaba que desafiar a mi alfa no era algo bueno pues saldría perdiendo.
- Sam no te pongas como Marcos, porque no tendré compasión y tú sabes cómo se lo hice- me dijo mientras me rodeaba de la cintura, mientras sus labios bajaban a mi cuello, me quede inmóvil sin saber cómo reaccionar en mi mente pasaba la violación de Marcos y la idea de que me lo hiciera a mí me aterraba.
- No te tengo miedo- dije retador, cállate boca estúpida, grite en mi interior, mientras empujaba y me alejaba de Diego que con burla se fue dejándonos solos.
- No creo que sea tan buena idea vivir juntos- dijo Marcos con un pequeño problemas en las piernas.
- Ves que si te gusta que te toque- dije avergonzado al ver su cuerpo, este me miro y se ruborizó.
- No me gusta, es solo que, me pone que te toque frente a mí, técnicamente me dice, que te lo hagamos aquí- mascullo mientras se largaba, lo mire abochornado como podía tener tal pensamiento, cuando técnicamente nos había amenazado a los dos de violarnos o hacernos quien sabe que, no lo sabía solo esperaba que la semana pasara rápido, después de todo es peor la espera que la tortura.
hola espero y le gustara el capi, perdon por la tardansa pero ya empece clases y me
