Capítulo 4: Posesividad

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espero les guste todo este capi es desde la perspectiva de Sam y sus sentimientos que percibe hacia los demas...

Pov Sam

Me desperté cansado hoy tendría nuevamente clases y hoy los vería, ayer trate de darle a conocer a mi madre sobre mi situación pero me fue imposible, esta estaba tan alegre con que se acercaba mi cumpleaños que no fui capaz de verle a los ojos y decirle, me voy de casa a vivir con mis ¿novios? Ahora que lo pienso aún no hemos dejado en claro que tipo de relación tenemos.

Me levante de la cama aun con los pensamientos revueltos por el día anterior, me pregunto cómo será cuando vivamos los tres juntos, me da un escalofrió solo imaginármelo, bueno me imagino que cada quien tendrá su espacio y una habitación ¿no? dormiremos los tres en la misma cama, no lo creo, porque coño me sonrojo como colegiala, nada está saliendo bien.

- Sam baja a desayunar, unos chicos muy guapos te están esperando- grito mi madre, haciéndome sonrojar me bañe y me vestí a la velocidad de la luz, no podía creer que estuvieran aquí era imposible, baje y ahí con una sonrisitas se encontraba Diego y Marcos, el ultimo enojado con el primero.

- Hola- salude a todos, estos me miraron y me sonrieron cálidamente, aunque mi madre no dejaba de ver a los chicos y a mí, creo que es algo del sexto sentido maternal o que se yo.

- Hola Sam- dijeron al uniso Marcos y Diego, haciéndome reír parecían estar sincronizados.

- Esperen ahora que recuerdo yo sigo molesto con los dos- dije mientras le sacaba la lengua para ver como ellos se carcajeaban, ahora que lo pienso como saben dónde vivo.

- Hijo ten un emparedado ya se te hace tarde- me dijo mi madre me acerque y le besa la mejilla, tome mi desayuno y salí de la casa acompañado por los dos idiotas.

- ¿Cómo saben dónde vivo?- pregunte curioso mientras veía como Diego tomaba de la cintura a Marcos al igual que a mí.

- Lo investigue- respondió Diego con una sonrisa de medio lado, que me hizo sonrojar, y a Marcos enojar.

- Es una molestia se apareció en mi casa también y me arrastro a la tuya- admitió Marcos mientras hacia todo lo posible por liberarse, él se liberó y aproveche que Diego trato de atraparlo para escaparme también de sus brazos.

- Recuerdan que soy el líder y ustedes dos me tienen que obedecer- dice algo enojado debido a nuestra situación de negación.

- Soy un alfa no tengo porque aguantarte- murmura orgulloso Marcos, mientras comenzaba a caminar delante, hasta desaparecer en las puertas del instituto, yo simplemente levanto mis hombros.

- Déjalo ser- le dije a Diego, pues no quería tener problemas tan temprano, aunque no importa cuánto trate, los problemas simplemente llegaron.

Entramos en el instituto Diego al lado mío, y Marcos bueno este estaba coqueteando con una de las porristas del equipo que también había llegado a tiempo, ni bien llego se puso a conquistar nuevas presas, no pude evitar sentir celos, pero me controle ya estaba acostumbrado a que el coqueteara y se llevara a quien quisiera a la cama, después de todo antes si quería pasar desapercibido por él, no debía acercármele y mucho menos mostrar señal de algo, lástima que Diego no fuera de los que aguantara mucho, ya que cuando Marcos comenzó a comerse literalmente la boca de la rubia oxigenada, Diego salto separándolos con enojo.

Los seguí también enojado con Marcos, como podía ser tan infiel tan tonto tan idiota; luego de que llegáramos a un lugar muy apartado, Diego no tardo en propinarle un fuerte golpe en el estómago a Marcos, lo cual lo dejo atontado aunque solo fue por unos momentos.

Dos para unoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora