Capítulo 12

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Capítulo 12

Me recosté en la entrada y alcé mi mano derecha para inspeccionar mis cutículas. La puerta se abrió descubriendo un rostro hermosamente frágil, sus ojos azules me lanzaron una mirada de reconocimiento desde mis pies hasta mi cuero cabelludo.

-Más te vale tener una buena explicación para haber llamado apenas dos veces en toda la semana, y ¿qué es eso de venir hoy en vez de ayer? –Se cruzó de brazos mientras el frío que irradiaba su esencia alegraba a la mía proporcionándole una paz embriagante que poco duraría. -¡¿Qué demonios te ha ocurrido en la mejilla?!

-Yo también me alegro de verte Papá. –Me lancé a su cuello como un koala falto de cariño, sonreí cuando respondió a mi efusiva muestra de afecto. –Y contestando a tus preguntas, -me abrí paso entrando al amplio recibidor- tengo una vida. –Era extraño comportarnos como si no nos hubiéramos visto en siglos, pero era la única vez en mi vida que había estado más de una noche fuera de casa.

Apenas me percaté del gruñido de mi padre por los firmes y pausados pasos que se escucharon desde el final del pasillo.

-Mamá. –Mi madre extendió sus cálidos brazos y su esencia me envolvió, mis dos esencias se sentían a gusto con cada uno de sus progenitores. Nunca me cansaría de observar los destellantes ojos de mi madre, no era algo que fuera a dar por hecho de ver, como si ya no tuviera el porqué de sorprenderme ante semejante rasgo sobrenatural.

-Yo también quiero que me digas qué te ha pasado en la mejilla. –Sentenció mientras se alejaba unos pasos para observarme con detalle. Suspiré abatida.

-Me he apuntado a kick-boxing.

-Eso es muy imprudente Jazzeling. –La fría voz de mi padre hizo que la expresión de mi primo, el cual venía alegremente a saludarme se quedara congelada y seguidamente paró en seco analizando la situación, debatiendo el riesgo de acercarse en ese momento.

-Tranquilos, mi entrenador me ha dicho que aprendo rápido pero no sospecha nada, nunca he aprendido kick-boxing y no quería dejar de luchar, ¿es que acaso queréis que me vuelva débil? –Alcé mis manos al techo.

-Lo aceptaré siempre y cuando te comportes bajo los límites. –Mi padre se pasó la mano por el pelo cediendo.

-Si no me comportara no tendría este bonito moretón. No quiero matar a nadie, joder.

-Jazz. –Me regañó mi madre.

-Perdón, quiero decir jopé. –Fuera de peligro Gabi ahora sí se acercó para saludarme. Aqua, Will y Electro aparecieron uniéndose a la bienvenida familiar.

-Ya decía yo que mi esencia gritaba reconociendo el mal. –La voz de Laila fue bajando las escaleras hasta quedar a dos pasos de mí.

-Vaya vaya, ¿habéis vuelto a invocar al maligno? –Me burlé. Ambas reímos, aunque la broma no le causó mucha gracia a Aqua, nos lanzó una mirada de advertencia.

Rasgué las cuerdas de mi guitarra dejándome llevar por mis impulsos creativos. Había escuchado a Laila tocar en el piano del comedor algo clásico desde mi habitación y no había podido resistirme a bajar con mi guitarra y unirme, el toque alternativo que mi joven instrumento proporcionaba a la antigua melodía era escalofriantemente placentero. Laila había aceptado el reto sin inmutarse, Everyday de Carly Comando, nunca volvería a sonar de aquella forma, simplemente fue algo improvisado y único.

-Se acabó la tranquilidad en esta casa. –Electro se dejó caer en un sillón con un libro polvoriento dispuesto a leer. Nosotras acabamos la canción, y seguimos haciendo un poco el tonto simplemente para perturbar al estirado elemento de la electricidad. -¿Podéis dejar eso?

Caos (2# Incandescente) #PGP2016 #STA2016 #Wattys2016 #TBAwards #PRAwardsWhere stories live. Discover now