Beautiful Exception (Thomas Sangster y tu) (Adaptada)

Capitulo 7

-Estás en las nubes ______, te hablo, te hablo y es como si hablara con una piedra. ¿Estás bien? -Elena dejó coser unas telas que sostenía y me observo. Estábamos sentadas en la mesa de la cocina mientras yo solo miraba por la ventana. Los árboles, el sol chocando con mi cara y los pájaros, eran todo tan lindo hoy.
-No es nada Elena.
-¿Tengo que creer eso? - Asentí y ella hizo una mueca.

¡Estaba muerta de nervios! No podía dejar de pensar en Thomas. No puedo dejar de pensar en su sonrisa, en sus intensos ojos marrones y en cada una de sus facciones. Sé que estas cosas raras que siento no me llevarán a ningún lado. Su invitación al lugar 'sorpresa' me tiene peor. Sé que eso no ayudará a calmar mis sentimientos. ¿Sentimientos? No, no son sentimientos... son... cosas raras como ya había dicho.
¿Pero qué pasa si me enamoro? Él es Thomas Sangster y aunque no me importe que él sea famoso y tenga miles de chicas detrás, esto afectaría en que no podamos tener algo.
Espera... ni siquiera sé si él está interesado de esta en forma en mí, aunque sus actitudes realmente me confunden.
Mejor será apartar todo pensamiento con respecto a esto de mi cabeza. Y guardar todo lo que siento en el fondo de...de mi corazón y de mi mente.

-¿Thomas Sangster está en mi cocina? Porque eres el verdadero Thomas ¿no? - Di media vuelta para ver por qué Elena decía aquello y efectivamente Thomas estaba parado allí. Sus ojos se toparon con los míos y me regaló una sonrisa. De verdad era un regalo.
-Si Elena, soy yo. -Río.
-¿Y qué haces aquí? Déjame decir que es un honor tenerte por acá, nunca me visitas. -Le reprochó Elena.
-Si... yo... ehm... lo siento, es que ya sabes...
-Está bien Thomas, solo bromeaba- lo calmó. - ¿Entonces qué haces aquí?
-Vengo por ______. - Dijo apuntándome. Elena desvió la mirada hacia mí y abrió los ojos como platos, claramente sorprendida. Por mi parte solo agaché la cabeza avergonzada.
-¿Y a donde la llevas?
-Es una sorpresa.
-Ya veo... solo tengan cuidado. - Elena me dirigió una mirada de reproche mientras salía de la cocina.
-No le pareció la idea-Soltó Thomas mientras se sentaba en el lugar que antes ocupaba Elena.
-Creo que no...
-¿Entonces... estas lista? - Preguntó con una sonrisa en su rostro.
-Creo que sí, ¿Estoy bien para el lugar dónde vamos?
-Perfecta. - Me guiño y mis mejillas ardieron, desvié la mirada.

Nos dirigimos a un auto que no era el mismo de la otra noche y esta vez un hombre manejaba.
Nos sentamos en la parte de atrás mientras mi cuerpo temblaba de pies a cabeza.
-¿Estás bien? - Preguntó Thomas al ver como estaba en aquel momento.
-Si... es solo que no me gustan mucho las sorpresas- En parte era cierto. Estaba nerviosa al no saber a dónde íbamos.
-Oh... entonces te diré si eso te calma- Asentí. - Vamos a la playa.
-¡¿A la playa?!
-Si... si no te gusta podemos ir a otro lugar...
-Nunca he ido a la playa- Lo interrumpí.
-Lo sé. - Dijo y eso me tomó por sorpresa.
-¿Cómo lo sabes?- Me atreví a preguntar.
-Un pajarito me contó. -Asentí y desvié la mirada hacía la ventana. ¿Cuánto más sabrá de mí?
¿Él... me está investigando o algo por el estilo?

No hablamos en todo el camino hasta que por la ventana pude ver el mar. Estaba frente a mis ojos y era enorme. Bajé el vidrio rápidamente y asomé mi cabeza para sentir el viento, la brisa y el refrescante olor chocar con mi cara. Aspiré el olor y sentí como mis ojos se llenaban de lágrimas. Era increíble, estaba cumpliendo un sueño. Nunca más olvidaría el primer respiro con olor a mar.
-Es hermoso-comenté cuando ya habíamos bajado y a unos cuantos metros del agua. Giré mi vista a Thomas quien llevaba una peluca y unos lentes. -¿De qué te escondes?
-De la prensa, de todos, quiero disfrutar como alguien... normal. - Nos sonreímos y asentí. Thomas dejó en la arena una manta, cosas para comer, entre otras cosas y luego el hombre que nos trajo se retiró. ¿Cuánto tiempo estaríamos aquí?
-Ven, siéntate. - Hice lo que me pidió cerca de él. Bajé la mirada mientras jugaba con mis manos. No entendía nada. ¿Por qué él hacia todo esto? ¿Lo hacía por mí? ¿Por él? ¿Aún tendrá dudas sobre mí?