Capitulo 5

13.1K 1K 168
                                    

Hace dos semanas tengo empleo, hace dos semanas mi vida cambio, rotundamente.
Es como si algo o alguien hubiera puesto ese trozo del periódico en mi camino para que yo estuviera aquí ahora.
Tengo una casa, con alguien que me saluda todas las mañanas y se despide de mí por las noches. Tengo comida para cuando yo quiera, tengo una cama que me mantiene caliente, agua limpia, ropa, Elena me tenía ropa nueva y limpia cuando llegué a su casa. Al principio sentía que de cierta forma me estaba aprovechando de la bondad de Elena, pero ella insistió en que yo también la estaba ayudando a ella, nos hacíamos compañía la una a la otra.

Alan también se había transformado en un amigo, conversábamos cada vez que podíamos y me hacia reír mucho. Decía que le gustaba mucho mi sonrisa.

Y bueno, finalmente está Thomas.

Él es raro. Para ser una estrella de cine nunca sale, siempre está en la casa viendo alguna película o tocando la guitarra.
Un día sin querer lo escuché. Subí a limpiar la habitación de sus padres que está justo al lado de la de suya y tenía la puerta abierta, no tanto para que haya visto pero si para escuchar mientras cantaba y tocaba. Tenía una voz hermosa, como de ángeles.
Lo raro también en él es que siempre estaba evitándome.
Cuando al principio era él quien se acercaba a mí y yo me alejaba.
Cuando íbamos en la misma dirección él la cambiaba. Cuando estábamos en el mismo lugar el simplemente dejaba de hacer lo que estaba haciendo.
Tal vez le molestaba mi presencia y solo se quería alejar de mí. Después de todo yo no soy nadie importante para que quiera estar conmigo.

-Ha sido un día muy agotador hoy Elena- le dije mientras me sentaba o más bien me tiraba sobre una silla. Había terminado de limpiar las ventanas y no eran ventanas de uno o dos metros como las normales, eran los ventanales más grandes que haya visto alguna vez.
-Lo ha sido mi niña, si quieres te puedes ir ya, has trabajado lo suficiente.
-¿Enserio? - ella asintió. -¡Te amo Elena! - la abrasé y le di un sonoro beso en la mejilla.
Eran las cinco así que podría ir casa, ducharme y ver televisión. ¡Ahora podía ver televisión!
Tomé mi bici y anduve hasta la entrada.
Cuando pasé por el frente de la casa, Thomas estaba sentado allí. Tal vez esperando a alguien o simplemente pensando.
Sus ojos se encontraron con los míos y pude ver una sonrisa en sus labios. Mi sonrojo fue instantáneo y también le sonreí.
Mientras pensaba en su sonrisa y en lo atractivo que me había parecido sentado allí, son su camisa a cuadros y sus jeans negros, de pronto estaba en el suelo.
Me caí frente a la casa ¡Frente a él!
Tenía mi cara junto a la tierra. Me ardía la piel, así que lo más seguro era que me haya rasmillado.
Tenía vergüenza de pararme y encontrarme con su risa. ¡Pero qué más da, ya me había caído!
Intenté pararme pero fue más fácil de lo que creí, unos brazos me ayudaron a hacerlo.
-¿Estás bien?¿____ estás bien? - me encontré con los ojos preocupados de Thomas y le asentí. - Tienes una herida. - susurró sobre mi cara mientras pasaba sus dedos por mi herida. Me dolió pero no protesté. -Tienes que ir a dentro.
-No, estoy bien de verdad, yo.... yo ya me iba. - saliendo de mi trance me limpié la ropa y mi cara.
-Si quieres te llevo. - sus ojos transmitían suplica. ¿No tendría que yo rogarle que me llevara?
-Está bien. - le respondí, sin pensar.
El fue rápidamente por su auto y partimos en silencio. Thomas se había puesto unos lentes de sol y un sombrero. Tal vez era para que no descubrieran saliendo conmigo de la casa. O eso creo.
-¿Enserio no te duele nada? - me preguntó sin despegar los ojos de la carretera.
-De verdad, estoy bien.
-Genial.
-Y... ehm... ¿Usted sabe donde vivo señor? - era raro hablarle de usted cuando en mi mente solo pensaba en él como Thomas, pero tampoco era correcto hablarle de "tú".
-Sé que te quedas con Elena ahora. Y sé donde vive ella, ha trabajado con nosotros por años, es una gran mujer.
-Lo es. - lo apoyé.
-Y no me digas señor, soy solo dos años mayor que tú.
-Oh... lo siento es que pensé como usted, digo, como tú... eres mi jefe y yo soy solo...
-Eres una persona, una adolescente igual que yo y no nos trataremos de usted ¿está bien?
- Está bien- le respondí. El apartó la mirada de la carretera y me regaló una sonrisa al igual que yo a él. Tenía unos dientes perfectos. Tan blancos como la nieve.
-Así que mucho gusto, Soy Thomas Sangster y tengo dieciocho, cumplo años el dieciséis de mayo y me encanta las peliculas ¿Qué hay de ti? - solté una risa por su presentación y el desvió la mirada hacia mí, sonriendo también. - Vamos, cuéntame.
-Bien...Soy _______ McGuire, tengo dieciséis, también cumplo años en mayo pero no sé el día.
-¿Cómo no sabes el día? - Se quitó los lentes y sus ojos asombrados se posaron en mi cara unos segundos.
-Sé que es en mayo porque la hermana de mamá, que me cuidaba cuando pequeña, siempre me hacia un pequeño regalo en esas fechas, pero por más que trate de recordar no lo logro. -solté un suspiro con pesar al tratar, nuevamente, de recordar pero ya era en vano. Hay tantas cosas de mi vida que no sé, que son un misterio para mí y que me encantaría saber.
-Podrías estar el mismo día que yo.
-¿Eso es una suposición?
-No, es un ofrecimiento- rió- ¿Quieres estar de cumpleaños el dieciséis de mayo? -Parecía divertido y yo no sabía si hablaba en serio o estaba jugando. -Hablo en serio- dijo como si hubiera leído mi mente. -Así tienes una fecha que celebrar ¿Qué dices?
-Eso... está bien. Sería lindo.
-Bien, entonces es oficial, nacimos el mismo día. -Nos sonreímos el uno al otro y yo no podía apartar la mirada de él y él no hacía nada tampoco. Fue como si él tratara de decirme algo con la mirada. No, fue más como que si tratara de investigarme a través de los ojos. De pronto me sentí casi invadida y por un impulso prendí la radio de su auto. Ni siquiera supe cómo le achunté al botón del encendido.
-Esa canción es muy buena, una de mis favoritas- dijo él volviendo su mirada a la carretera mientras yo asentía sin haber escuchado la canción.
Veía como el tarareaba la canción y con los dedos imitaba el ritmo sobre el manubrio del auto.
-Oh, creo que hemos llegado. -giré mi cabeza para ver por la ventana y exactamente, estábamos afuera de casa. De mi hogar.
Pero realmente no me quería bajar.
-Gracias por traerme señor.
-Thomas. - me corrigió.
-Sí, eso, Thomas. - le regalé una sonrisa e intenté bajarme pero su mano sostuvo mi brazo impidiendo que siguiera mi acto. Mi piel se erizó y sentí un escalofrió en todo mi cuerpo. Su cuerpo se empezó a cercar al mío y sentí que me desvanecía. ¿Acaso iba a besarme? De pronto su mano, mas bien, su pulgar toco la herida que tenía en mi cara y que había olvidado completamente hasta ahora.
-Deberás curarte cuando entres ¿lo harás? - su aliento olor a menta golpeo mi cara perturbándome más de lo que ya estaba. Mantuvo sus ojos clavados a los míos mientras mi respiración aumentaba gradualmente.
-Lo haré- susurré como puede.
-Bien, entonces nos vemos mañana _______- Me bajé tan rápido como la primera vez que hablamos y yo arranqué en bici.

Thomas Sangster me hacía sentir vulnerable y perturbada. Pero no era algo que me molestara, más bien me hacía sentir bien y extrañamente emocionada.
Mi corazón palpitando como nunca antes, la fuerza con la que nuestros ojos se conectaban, como dos imanes. La sensación de escalofríos cuando él me tocaba. ¿Cómo es que se podía sentir todo eso a la vez?
Con todos esos pensamientos me tiré en mi cama y cerré los ojos procesando lo últimos treinta minutos. Y recordando que había olvida mi bici en la casa de Thomas.

Chicas, puse en la novela que Thomas canta, nose si saben que el y su hermana tienen una banda, pero ahi el toca el bajo, aparte en la pelicula de Nowhere boy canta por interpreta Paul y su voz es hermosa para mi, asi que por eso lo puseen la novela.
Porfa comenten que tal y den votos porque eso me da entender de que les gusta.

-TheCrank

Beautiful Exception (Thomas Sangster y tu) (Adaptada)Where stories live. Discover now