Pidiendo un descuido

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Me estás pidiendo un descuido
Uno de esos que nos haga discutir
Y que nos tiente a romper.

Quieres que suelte las riendas
Y que por fin me rinda ante tu voz
Y me aleje de tu corazón.

No hay que forzar nuestra paciencia
No se debe subestimar
El poder de nuestra ira
Que en las tinieblas descanse en paz.

No me quieres preservar
No te sirvo
Ya no tengo el valor
Necesario para perdurar
Como un trofeo que cuidar y presumir.

Sé que envejecemos
Y no por eso dejé de amar
Esos labios tiernos de carmín.

Pero tú, al contrario,
Solo me mirabas por mi porte juvenil
En aquel tiempo, en el mes de abril.

Las miradas tropezaban
En lo que eran rayos de atracción
Y más adelante pasión.

Gozamos de la experiencia
De la edad de dos almas de cristal
Que se buscan entre caricias
Y se funden entre susurros de gozo.

Pero tú tientas a caer
Por el precipicio de la infidelidad
Manchando nuestra canción de libertad
No permitiré caer
En la muerte pasional.

Mataré la semilla del odio
Que se propagaría como el fuego en un papel
Extinguiendo nuestras dulces sonrisas de esperanza.

No pienso alimentar
Una guerra que me lleve a otorgar
Mi más preciado tesoro,
Ya robado por tus garras de rencor,
En lo que fue un grito fugaz
Que voló entre tus pensamientos Buscando un resquicio de amistad,
Pero al final decidió emigrar,
Hacia un alma tan dulce
Que su sabor era mejor que el néctar divino.

Aquí dejamos constancia
De esta relación castigada por tus manos
Y malherida por tus dagas de frialdad
Dejándome en la más profunda soledad.

27 de octubre de 2015

Sospirs de cristallWhere stories live. Discover now