E3: Entendimiento (Baekhyun)

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—¡Baek, ahí va!

—¿Qu-? ¡Ay! —gimoteó, cayendo al suelo.

Apenas se oyó el silbato del entrenador, Kyungsoo detuvo el balón, preocupado. Estaba muy lejos, pero vio a su amigo de cabello castaño, agarrándose la pierna y frotando la zona de su muslo con una mueca.

—Park Chanyeol, te voy a matar si me queda otro moretón —le amenazó Baekhyun en medio del dolor.

—P-pero Baek es que... yo...

—¿Puedes ponerte de pie, Baekhyun? —habló el entrenador, examinándolo—. No hay nada roto, solo fue un golpe...—el profesor se pasó una mano por la cara, conociendo cómo de delicado era su alumno Byun—. Chanyeol, ¿crees que podrías llevar a tu compañero a la enfermería?

El niño de orejas pronunciadas asintió de inmediato.

—Ven, apóyate aquí —colocó el brazo de él sobre sus hombros y lo sostuvo de la cintura con fuerza—. ¿Aún te duele? —la mirada del otro lo calló—. Cierto, cierto, qué torpe que soy, en serio, lo siento mucho...

Ambos niños se retiraron del campo, mientras el entrenador rogaba a los cielos que, ojalá esos niños se supieran entender. El más pequeño tenía un carácter de los mil demonios y el otro, siendo el más alto de toda la clase, era algo torpe.

—Bueno, reanudemos el partido —suspiró el maestro.

Kyungsoo casi sintió pena por su mayor. Conocía lo exagerado que solía ser su amigo, pero le preocupaba el moretón que le quedaría. Minseok y Luhan tampoco eran tan afortunados cuando se trataba de deportes.

—¡Aquí Kyungsoo! —gritó Yixing.

Concéntrándose en el juego, el pelirrojo pateó el balón. Esquivó a Key y corrió cerca del arco contrario, asintiendo con pesadez.

A lo lejos, vio a Kai, marcando sus movimientos y enarcó una ceja. No solía hablar mucho con él, pero Kyungsoo admitió que su compañero era muy bueno. Pateó de nuevo el balón, pasando por poco al niño de piel canela.

La jugada estaba casi lista.

Era ahora o nunca.

Solo un pase extra y...

—¡GOOOL! —chillaron.

—¡Bien hecho Kyung!

Todos lo abrazaron con fuerza.

—Hey, ya, basta —replicó el pelirrojo, mientras todos reían—. ¡Por favor!

—Ya, niños, cálmense y denle un respiro a Kyungsoo —les riñó el entrenador, negando con la cabeza—. Vayan a los vestidores y cuando acaben, los quiero ver en sus clases extracurriculares y no holgazaneando en los pasillos.

—¡Sí, señor!

Todos se fueron a las duchas. Aún estaban con la adrenalina por la emoción del juego, por lo que murmuraban su victoria y mencionando los mejores pases que hubo en el juego.

—A la próxima, pido a Do —refunfuñó el capitán del equipo perdedor.

—Ni lo sueñes, Dodito es mío —respondió Lay.

—¡Los puedo escuchar! —rió Kyungsoo.

Cuando el pelirrojo terminó de ducharse, se encontró con Minseok y Luhan haciendo muecas. Junmyeon se secaba el pelo, bostezando.

—¿Todo bien? —les preguntó.

—Lo típico —respondió Luhan—. Tengo las piernas rojas.

—En las mías hasta quedaron marcas de las zapatillas —agregó Minseok con pesar—. Pero no se compara con lo de Baek.

—Ya sabemos cómo es él —rió Junmyeon—. Siento algo de pena por Chanyeol, el pobre estaba asustado.

—¿Deberíamos advertirle a Chanyeol que tenga más cuidado con Baek y su carácter? —murmuró Luhan y Kyungsoo asintió. Aún recordaba la expresión de angustia del más alto y no sabía si reírse o sentirse mal.

Los cuatro niños se miraron por unos segundos y encogieron los hombros.

—Nah, mejor que ellos dos aprendan a entenderse —y siguieron hablando del partido.

* * *

Byun Baekhyun se puso la pomada, de nuevo. El golpe ya no estaba tan morado y verde como antes, pero aún refunfuñaba sobre el torpe-niñito-que-parecía-Dumbo. Park Chanyeol aún se disculpaba con reverencias y tartamudeos.

Y el interior, pero muuuy en el interior de su corazón, a Baek le daba ternura el asunto.

Obviamente, no lo iba a admitir.

Cuando la crema quedó lo suficientemente absorbida, se acomodó el pantalón corto. Estaba guardando sus cosas en el casillero, cuando sintió un breve toque en su espalda. Se giró de inmediato y tuvo que levantar la cabeza para ver el rostro de la otra persona.

Oh, hablando del rey de Roma.

—H-hola Baekhyun —saludó Chanyeol amablemente.

—¿Qué quieres, Park? —inquirió, dándole la espalda y reprimió una sonrisa, para luego ponerse serio de nuevo. Terminó de guardar sus cosas y miró de nuevo al niño, que tenía las manos detrás de la espalda. Parecía nervioso.

—¿Cómo... cómo va el golpe? —musitó.

—La pomada hace un buen trabajo —decidió calmar la preocupación. Se subió el dobladillo de su pantalón—. ¿Ves? Ya no está tan feo como antes —el alivio del otro niño casi le hizo soltar una risa y se acomodó la ropa—. Pero, eh, ¿qué te trae por aquí...?

—Uh... Bueno, yo, quería pedirte disculpas...

—Park, ya te disc-

—Llámame Chanyeol, por favor —le interrumpió el otro—. Cuando me hablas solo por mi apellido, haces que me sienta como un desconocido y no me gusta.

Baekhyun enarcó una ceja, pero asintió.

—Ok, Chanyeol, ya te disculpaste muchas vec-

—Ten —su rostro de pronto estaba muy rojo. Incluída las orejas. El niño de pelo castaño se quedó mudo y eso era inusual.

El niño arrepentido le estaba ofreciendo una rosa roja y una pequeña cajita de chocolate en barra.

—Eh... —balbuceó Baekyhun, sonrojándose también.

—Por favor, toma este gesto como muestra de disculpa. Prometo no molestarte de nuevo y seré más cuidadoso...

Con un pequeño temblor en las manos, Baek tomó la rosa y el chocolate, sin saber qué decir. Era la primera vez que un niño le daba ese tipo de cosas y, cielos, sentía que la cara le ardía.

—G-gracias —musitó.

Y si creía que el día no lo iba a sorprender aún más, lo siguiente definitivamente casi hizo que se desmayara.

Apenas tuvo las manos libres, el niño de orejas grandes se acercó mucho, muchísimo a su rostro...

—¿Qué estás...?

Interrumpiéndolo de nuevo, Park Chanyeol le dio un fugaz beso en los labios.

Y salió corriendo.

—...

Baekyhun apenas reaccionó.

Apenas sentía que tenía en sus manos el regalo de Chanyeol.

Apenas sentía que estaba en el pasillo de la escuela.

Pero aún sentía esa suave presión en sus labios delgados. Los tocó, algo consternado.

Y luego, la realidad lo golpeó y casi se echa a llorar.

—¡Estúpido Chanyeol, me robaste mi primer beso! —chilló, rojo de vergüenza.

Se corre el rumor de que le gustas » KaiSooNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ