Se corre el rumor de que le gustas » KaiSoo

17. La triatlón

-Kyungsoo, me ha llegado el rumor más extraño del mundo -le dijo Minseok cuando se encontraron en el Parque Jaemi.

Era domingo por la mañana y la triatlón comenzaría en una hora más o menos. Por ser una competencia tan larga y con tantos cambios en su dinámica, no valía mucho la pena esforzarse en tener los mejores puestos para observar. Muchos simplemente optaban por elegir entre la natación, el ciclismo o el trote y dar toda su atención a una sola actividad. Los que eran más indecisos preferían ubicarse en la línea de partida y después cambiarse a la línea de llegada. Siendo una competencia de al menos 2 horas, había suficiente tiempo para eso.

Kyungsoo y sus compañeros harían exactamente eso último. Era mucho más organizado y, por regla general, no aburría tanto a los que eran menos deportivos.

Así que, casi como todos los años, Kyungsoo se juntó con Minseok para ir al parque de los cerezos. Se suponía que Junmyeon igual debería haber estado ahí con ellos, pero se había quedado dormido. Por lo que los dos amigos iban caminando con calma por las calles para juntarse con sus compañeros.

-¿Un rumor? -repitió Kyungsoo-. He tenido suficiente de rumores por este año.

-Lo sé -coincidió-. Pere este sí que es buen rumor.

-¿Tiene que ver conmigo? -preguntó con fastidio el pelirrojo.

-Así es. Pero este rumor es tan increíble que no sé qué pensar.

-¿Debería sentarme antes de escucharlo? -sugirió el chico con ironía.

-Yo casi tuve que sentarme cuando lo escuché -confesó Minseok-. Pero, cuento corto, aparentemente ayer besaste a Jongin en la inauguración del atletismo. Y no en la mejilla.

Kyungsoo se debió de haber sentado después de todo ya que, de repente, tenía la fuerte sensación de desmayarse o vomitar. Lo que viniera primero.

-Dios, luces como si te hubiera dado dolor de estómago -exclamó Minseok al ver su reacción.

-¿Quiénes están diciendo eso? -preguntó Kyungsoo en un susurro.

-Ni idea. Fue Junmyeon el que me contó cuando lo llamé en la mañana. Pero muchos no lo están creyendo porque, por supuesto, no hay nada que lo pruebe. Hasta el momento, claro.

¡Tonto, tonto, tonto!

Kyungsoo quería golpearse.

Fue él el que quiso hablar con Jongin, fue él el que se le tiró encima y lo besó, es él el culpable de lo que sentía estaba a punto de suceder.

¿Y si había una foto?

Había muchísima gente ayer y de esos varios conocidos.
O que, al menos, conocían a Jongin.

Ahora sí que iba a tener problemas.

-Ay, Kyungsoo -suspiró con pesar Minseok-. No pongas esa cara. Es verdad que pasaste un tiempo a solas hablando con Jongin ayer, pero la gente solo debe estar exagerando. Sabes que a veces pueden ser muy inconscientes.

Pero la gente no era inconsciente, admitió Kyungsoo internamente. Esta vez, solo estaban diciendo la verdad.

Cuando llegaron al parque de los cerezos y se juntaron con sus demás compañeros, Kyungsoo se percató de que el rumor aún no llegaba a sus oídos. Y si bien eso lo tranquilizó profundamente, sabía que solo estaba teniendo una pequeña tregua.

Ahora sí que necesitaba hablar con Jongin. Y debía ser lo más pronto posible.

El verdadero problema no residía en que los demás supieran que él y Jongin se habían besado ayer. El problema era que aún ellos dos no aclaraban las cosas.