5 - Sala de juntas [Parte 1/2]

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Si pudiera comprarse un par de hélices y construirse un auto volador lo haría. A las 7:30 de la mañana el tráfico de Brooklyn era insoportable, pero mas lo era si tenías a tu hermano al lado jugando GTA y gritando groserías .

- ¡Oh mira una puta! La voy a matar solo por puta - rió y se escuchó un disparo -. Toma eso, puta.

Bruno todos los dias se preguntaba por qué su hermano aún no había madurado a los 24 años; por qué seguía siendo adicto a los videojuegos; por qué seguía viendo a Dora la Exploradora; y por qué demonios seguía sacando la cabeza del auto para que el aire le pegara al rostro como lo estaba haciendo ahora.

Lo tomó del traje y lo obligó a entrar al auto, Dante entró tosiendo porque que había inhalado humo de un camión que iba delante de ellos ya en el puente de Brooklyn.

20 minutos mas tarde, coincidieron en la entrada de Bellamy Publishing con su padre, quien por fin iba a tener la famosa reunión en la que ellos también se enterarían, ya que no habían podido antes porque su padre había viajado a Columbia y acababa de llegar.

Se acercaron a él y le dieron un abrazo, enteraron en silencio a la empresa y como la reunión no era hasta media hora mas tarde, caminaron a la cafetería.

Bruno se permitió observar el rostro de su padre buscando alguna pista de lo que le preocupaaba, pero lo único que veía era el viejo sonriente de las equinas de los ojos arrugados. No había nada más.

En la oficina de Novalee, había un sin número de informes por revisar, pedidos que despachar y encargos por recibir, pero sinceramente no tenia ganas de nada de eso , a pesar de ser tan responsable con su empresa, habían días en los que realmente deseaba que sus padres volvieran a mantenerla economicamente mientras ella estudiaba.

Skylar se paró en el umbral de la puerta de su oficina y la miró con lastima, traía una taza en la mano y una carpeta en la otra.

- ¿Eso que tienes ahí es tequila? - preguntó a Skylar quien la observó divertida, aunque su jefa no le contara, sabía que algo andaba mal , sobretodo por que Dallas no habia ido al trabajo y eso nunca sucedía, pero lo que mas fascinada la dejaba, era que por mas que por dentro su jefa estuviera mal, por furta siempre lucía despampanante.

- Es café. Los Salvatore te esperan en la sala de juntas, vas un minuto tarde.

En ese momento ella se cacheteó mentalmente, Dallas no iba a arruinarla más, se puso de pie y caminó al lado de Skylar y tomó el café, pero antes de salir se paró en seco -¿Has dicho LOS Salvatore? - preguntó con cierto nerviosismo.

Skylar asintió - Quincy, Bruno y Dante Salvatore.

Ella se llevó la mano libre a la cabeza y respiró profundo ¿Con qué cara vería a Bruno a la cara después de lo del sábado?

Vacilante fue hacia el ascensor y esperó a que descendiera al piso diez, donde estaba la sala de juntas.

Saludando a uno que otro empleado en el trayecto, al fin llegó a la puerta mitad negra mitad transparente, donde bien pudo visualizar aquellas tres cabelleras oscuras totalmente erguidas.

Abrió la puerta y entró, la mirada de dos de los tres hombres se puso en ella, el otro, tenía su atención puesta en una consola de videojuegos portátil.

Ha de ser Dante, pensó.

- Señores buenos días - saludó de acercó a la mesa y estrechó la mano del encantador señor Quincy que le sonrió desde que la vio.

- Novalee, tan hermosa como siempre.

Ella rió nerviosa - Gracias Quincy.

Tomaron asiento, a sus tres, pudo sentir la mirada intensa y penetrante de Bruno, lo miró de reojo y notó que no se equivocaba, en su mirada había una promesa, y eso le puso los pelos de punta.

- Bien Novalee, hijos - Dante levantó la cabeza y se irguió, miró a Novalee con mejillas sonrojadas y murmuró un hola, ella sonrió igual y le devolvió el saludo - Salvatore Interprices siempre ha sido una empresa de alto perfil y eso lo sabes, pero a medida que el tiempo va pasando, mientras mas sube tu empresa mas baja la de nosotros, iré al grano porque sé que eres una mujer muy ocupada. Nos estamos quedando si accionistas, la taza de las acciones bajó en un 40%, bastante significativo si lo analizas y si mi empresa cae, cae también el proyecto de Blue Fashion y eso, tanto terminará de aniquilarnos a nosotros como los bajará a ustedes de donde están.

Cuando Quincy terminó de hablar, todos en la sala estaban sorprendidos, hasta sus hijos que, al parecer tampoco sabían nada. Ella carraspeó.

- ¿Qué propones Quincy ? - dijo no entendiendo hacia donde iba iba la conversación - ¿Còmo puedo ayudarlo?

Él abrió una carpeta y sacó tres folders de ella y los repartió, Bruno aún seguía atónito y ni hablar de su hermano.

- Una fusión - dijo - Si Bellamy y Salvatore se unen en una sola empresa por un periodo de seis meses, tanto ganan prestigio en conjunto como tendrán la posibilidad de adquirir proyectos millonarios con nuestra excelente publicidad. Piensalo Novalee.

La idea a ella no le parecía tan descabellad y le debía eso a Quincy que fue uno de los que mas la ayudó a llegar donde estaba. - ¿Donde firmo?

Esas dos palabras la convirtieron en el centro de atención de la sala, todos la miraban boquiabiertos.

- No tengo que pensar nada Quincy, le debo esto y quiero hacerlo, además, trabajar con su hijo Bruno ha sido agradable y creo que si trabajaremos por seis meses eso debería incluso mejorar.

En ese momento, Bruno le dedicó una sonrisa lobuna y habló por primera vez en toda la reunión - Estoy totalmente de acuerdo contigo, Novalee.

Ella se ruborizó y abrió el pólder, observó el contrato original que solicitaba su firma y la del vicepresidente de su empresa, además del representante legal y el vice y presidente de la otra.

Todos firmaron y estrecharon sus manos, ante la mirada curiosa de Quincy al ver el documento ella habló - El señor Dallas Donovan ya no trabaja en esta empresa.

El hombre asintió y le dio los buenos días, Dante se despidió y salió, pero Bruno seguía ahí y cuando la puerta se cerró, saltó hacia ella como un lobo feroz. La arrinconó contra la ventana de cristal que daba a la ciudad y que llegaba desde el techo hasta el piso, posó sus manos firmemente sobre sus caderas y susurró a su oído:

- Yo no se usted Novalee, pero estoy bastante seguro de que voy a acabar lo que empezaste el sábado, aquí y ahora.

Aquí  y Ahora (+18)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang