Aquí y Ahora (+18)

9 - El ascensor

- ¿Qué te traes con ese tío ? - preguntó Kendall mirándola con sospecha y ojos entrecerrados, recordando la mirada que Bruno le había echado en pasillo hacía un momento.

Ella firmó el documento que estaba leyendo en el cual su hermano no la dejaba concentrarse con la parlancheria - ¿Quién? - preguntó haciéndose la desentendida.

- Bruno Salvatore, Novalee.

Ella intentó disimular como el estómago se le volcaba al escuchar su nombre y recordar su último encuentro, siguió observando el documento como si aquello fuese el acertijo más dificil de resolver, cuando en realidad, estaba reviviendo la escena en su mente.

- Nada. ¿Por qué lo preguntas?

Él se encogió de hombros - Sólo porque me miraba como si me quisiese romper mi hermosa cara.

Ella rió un poco - Talvez lo mereces, a ver si asi aprendes un poco de humildad.

- Ni a golpes nena - se puso de pié - Ser humilde es para feos. Iré a molestar a Skylar.

Caminó hacia la salida de la oficina de su hermana y ella alzó la mirada, su forma de caminar le recordaba mucho a la de ella, derrochando seguridad por todos lados, como decia Mallory.

Alzó la mirada al sentir toques en su puerta. Bruno, parado en el umbral, hizo que un brisa que entró a la oficina arrastrara su olor a menta y colonia, su pelo estaba seco ahora e iba despeinado con la corbata un poco floja.

- ¿Necesitas algo? - preguntó y él se estremeció al escuchar aquel tono de voz tan frío y distante, si no fuese tan firme en lo que quería, quizás hubiese dado media vuelta hacia su oficina nuevamente, pero él tenía claro a lo que venía.

- Necesito que vayamos a almorzar - dijo él en un tono un poco mas suave que él de ella - Al centro comercial de aquí cerca.

Ella arqueó una ceja, normalmente no salía a comer fuera, siempre dejaba que Mallory ordenara algo si no querían de la cafetería o simplemente le pedían a la cocinera que hiciera algo para ellas, pero algo dentro suyo que quería estar cerca de Bruno una vez mas, no la dejó negarse.

- Dejame termino aquí - dijo, él miró su reloj en gesto despreocupado y esperó a que ella colocara algunas tres firmas más.

- Listo - dijo bajito y sin mucha prisa ni lentitud, se puso de pié.

Bruno se deleitó con su figura en su vestido negro entallado casi por las rodillas, Novalee tenía un trasero firme y enorme para su gusto, producto de horas en el gimnasio y una alimentacion saludable, la cabellera rubia dorada le caía en ondas por los hombros y las espalda casi hasta la cintura, que llevara siempre los labios de rojo le encantaba, porque siempre imaginaba la forma en que sus labios se pondrían alrededor de su miembro y succionarían, dejando la pintura a su alrededor.

- ¿Estás sordo? - la escuchó decir, espabiló y miró en su dirección, estaba delante de él, unos centimetros más abajo, aunque era alta y llevaba tacones, él lo era más.

- Disculpa ¿Qué decias?

- Que nos vamos - rodó los ojos y alargó él brazo para tomar su abrigo -. Siempre estás en las nubes.

Imaginandote encima de mí. Pensó.

Le ofreció su brazo y salieron de la oficina, ganándose miradas furtivas y curiosas de los empleados, Mallory la alcanzó a ver y le levantó él pulgar mientras sonreía, Faith le lanzó una mirada reprobatoria que ella se dio el gusto de ignorar.