3 - De vuelta a las andanzas

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Condujo como una demente hacia su casa y se cambió por un vestido color turquesa pegado al cuerpo con la espalda descubierta y escote en V, se calzó con unos tacones negros y usó un collar con un diminuto diamante rosa, roció el caro perfume por su cuerpo y se maquilló semi profesionalmente, si estaba jodida, nadie tenia que saberlo mas que Mallory.

Soltó su pelo color oro que le caía pos los hombros y casi le llegaba a la cintura, tomó su bolso y caminó hacia su Jeep color blanco.

"Estoy pasando por ti en cinco minutos." le envió a Mallory quien seguramente no había salido puesto que aun le quedaba algo de tiempo.

Condujo y todo el camino reprodujo en su mente todas las veces en que había comprado lenceria atrevida para Dallas y que él la había rechazado, la forma en que dormían en su cama espalda con espalda, como nunca tuvo una ereccion viéndola desnuda, era una idiota ¿como no se había dado cuenta de que algo iba mal con él?

Entró a la zona residencial donde Mallory vivía y aparcó frente al edificio, cuando estaba a punto de llamarle al móvil, la castaña salió. Llevaba un vestido negro que le cubría la mitad de los muslos, tacones tan rojos como sua labios y el pelo suelto, se apresuró a entrar al auto con expresion preocupada y cuando subió al asiento del copiloto se giró inmediatamente hacia su amiga.

- En mi catera tengo una navaja y un poco de ácido, dime a quien hay que cortarle las bolas y desfigurarle el pene, dime por que te juro que por ti voy a la cárcel Novs...

Novalee rió, Mallory nunca cambiaría y estaba segura que aunque en ese momento se seguro estaba bromeando para hacerla reir, por ella estaba dispuesta a hacer eso y más.

- Dallas es gay - fue lo único que dijo y el silencio en el auto se hizo por mas de cinco minutos.

- Era demasiado perfecto para ser cierto. Cariñoso, guapísimo y con dinero, debí sospecharlo.

Novalee rio esta vez sin humor.

- ¿Como lo descubriste? - le preguntó su amiga.

- Pues vi un mensaje en el que su amante lo citaba en un hotel, lo gracioso es que después que me fui con el alma y el ego destrozados los muy cabrones entraron al hotel como si nada.

Mallory estaba anonadada - Dime que al menos le pisaste un pié.

La rubia sonrió con malicia - Le cacheteé y le di un taconazo que le sacó sangre.

- Esa es mi chica.

- Vayamos por unas copas para celebrar.

Mallory arqueo una ceja - ¿Celebrar qué?

Novalee encendió el auto - Mi regreso a las andanzas - y le guiñó un ojo.

*

Si alguien creía que Novalee Bellamy era de las que se echaban a llorar la tenía clara. En cambio, ella era de las que se arreglaban y salían a diafrutar de las cosas de la vida que si te dejan un buen sabor mas tarde. Al menos eso era lo que ella no dejaba de repetirse.

Aparcó en las afueras del bar y aseguró su auto, guardó las llaves en el bolso y esperó a que Mallory sw reuniera a su lado para caminar hacia la entrada.

El local por fuera lucía bastante atractivo, las paredes color plata fosforescente con letras en colores neón le llamaban la atención hasta a un ciego. En su nombre llevaba la palabra "Bar" pero la verdad es que parecía mas una disco.

Saludó al portero con una sonrisa radiante, le dio 20 dólares por dejarla pasar alante por la fila de alrededor de 30 personas que inmediatamente ella y Mallory entraron, empezaron a gritar todo tipo de obscenidades, eso le recordó a los tapones a los que cada mañana se sometía.

La disco estaba completamente oscura a excepción de las luces de neón que se movían de aquí a allá, mesas altas hechas de metal conformaban los muebles de la zona normal del lugar, ella y Mallory caminaron elegantemente hacia la zona VIP.

Un mesero en seguida se posó delante de ellas y ordenaron un cóctel de frutas con mucho alcohol, "para olvidar", creyó haber escuchado a su amiga decir.

- ¿Le has dicho a tú mama? - le preguntó la castaña a la rubia quien estaba entretenida mirando hacia los lados y bailado en su asiento.

-¡No quiero hablar de eso hoy! - gritó por encima de la música - Pero no, no he hablado con nadie mas que tú.

Mallory asintió y empezó a bailar en el asiento, hubo un pequeño momento en que ella giró la cabeza y se quedó concentrada mirando hacia un punto fijo, cuando al parecer logró enfocar bien, sus ojos se abrieron como platos.

- ¿ Que pasa? - Novalee preguntó.

- Mira quienes están ahí - la chica señaló detrás suyo y Novalee se giró lenta y disimuladamente.

En una mesa, justo detrás suyo, se encontraban nada más y nada menos que Bruno y Dante Salvatore. Este primero conectó su mirada con la de ella y sonrió, el otro parecia muy concentrado en su móvil moviéndolo de aquí a allá como si jugara algún vídeo juego.

Ella tomó la copa que le habian puesto en la mesa y le dio un trago, aún mirando a Bruno a los ojos, con la lengua se relamio los labios, cruzó las piernas elegantemente y desvió la mirada.

- ¿Pero qué hace? - murmuró Bruno para sí mismo - ¿Me está coqueteando?

Su mirada fue a sus piernas y se imaginó separándolas y besando sus paredes internas hasta llegar a aquel punto. Como una ensoñación, aquellas piernas aparecieron justo delante de su rostro y pestañeo, varias veces pero las piernas seguían ahí.

- Salvatore - escuchó su voz y alzó la mirada para verla allí, de pie delante suyo - ¿Me acompaña?

Él fenicio el ceño y ella se mostró impaciente, rodó los ojos y lo tomó de la mano - Espabilate macho - le dijo y eso lo tomó aún mas de sorpresa.

- ¿Vamos a bailar ? - preguntó él al ver que se dirigían a la pista de baile.

- ¿Tú que crees?

Mentalmente Bruno se regañó sobre por qué era tan debil con Novalee si el nunca había hecho el papel de sumiso, pero es que ver tanta determinación en sus ojos lo volvía tal vulnerable que como zombie caminaba a hacer su voluntad.

Se situaron en medio de la pista y ella empezó a bailar a su alrededor, la musica era movida y pegajosa, pero esos movimientos tan sensuales eran algo que él nunca pensó ver a una mujer tan correcta hacer.

Pegó su pecho al de él y envolvió sus manos detrás de su cuello, el la tomó de la cintura siguiendole el ritmo, ella frotó por una milesima de segundo su pierna contra el sexo de Bruno, haciendo que él se sorprendiera, pero la verdad, lo que mas soprendio al hombre no fue eso, sino las palabras que ella susurró a su oído después de lamer su lóbulo.

-Hoy, Novalee Bellamy, es una mujer completamente soltera y sin ningun tipo de compromisos.

Seguido de esto, ella lo dejó parado en la pista con una parálisis emocional y la erección mas dolorosa que un hombre podría tener.

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Aquí  y Ahora (+18)Where stories live. Discover now