Capítulo: 21 Dulce como la Venganza

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No estoy aquí, no quiero estar aquí...

-"¡Cierra los ojos, esta oscuro; pero si los mantienes de esa manera puedes ver la luz!"- me repito mientras el dolor se apoderaba de cada minúscula terminación de mi cuerpo.

Quería visualizarme junto a Annie en aquel bosque donde mis demonios querían matarme pero no me hacían daño, ahora era diferente. Siento el golpe en una patada en mis costillas; aprieto los dientes y me aferro a la densa bruma que me mantiene aislado de todo lo malo que me rodeaba.

-¿Dónde están tus amigos?- pregunta Benjamín, el agua de los aspersores no se había detenido en lo más mínimo, la sangre que emanaba de su nariz corría en el ritmo del agua que caía.

Observo a uno de los sujetos en una esquina sosteniendo su brazo con delicadeza, sollozaba de dolor. Aquel fue mi único movimiento útil. <<Romper su brazo>> ahora ya no tenía fuerzas para luchar, el más grande me sujeta del cuero cabelludo y me alza entorno a Benjamín.

-Te hizo una pregunta.- grita en mi oído.

-¿Dónde están tus amigos?- suelta de nuevo.

-Vete al infierno.- presento y le escupo la cara. Este enfurece y sus ojos se vuelven oscuros de la rabia, azota mi rostro de un porrazo.

Deja caer mi cuerpo al suelo, cierro los ojos y escucho a la distancia una voz que me llamaba.

-Anthony, tienes que levantarte y pelear.- la voz de mi madre se incorpora en mi cabeza, un dolor invade mi pierna.- puedes hacerlo.

-¡Pero no soy fuerte!- le digo.

-Recuerda que el único que puede decir eso, eres tú mismo.

Mi cuerpo es levantado por el sujeto, Benjamín acaricia mi mandíbula y todo lo que mi madre me dijo cobra sentido. Podía verme a mí mismo en ese lugar siendo golpeado por unos cobardes; suelta otro golpe a mi estómago pierdo algo de inestabilidad y caigo al suelo.

-Terminemos con esto.- dice en tono aburrido. Su acompañante alza un cuchillo y coloca el filo en mi cuello. Mi cuerpo ya no me pertenece este actúa por ese impulso de adrenalina que tenemos antes de morir, las comisuras de mis labios se elevan dejando escapar una carcajada desde el fondo de mi garganta.

-Patéticos.- canto y este enloquece.

El más grande me sujeta de nuevo, le hace una señal a Benjamín y este se lanza con el cuchillo en mano, impulso mi cabeza hasta atrás, el impacto hace que me suelte por lo que me dejo caer al suelo, Benjamín no reacción y entierra el arma en el cuerpo de su compañero.

-¡Que hiciste!- exclama al ver la sangre manchando la camisa del caído.

-Mejor el que yo.- suelto otra carcajada y este patea mi espalda.

-Morirás Anthony.- su sonrisa se vuelve perturbadora.

Observo como el otro sujeto seguía custodiando su brazo, el más grande dejo de moverse, y la sangra corría al paso del agua que no paraba, me levanto lentamente adaptándome al dolor de cada hueso lastimado. Estaba solo con Benjamín, finalmente tendría el uno a uno que tanto espero.

-He burlado la muerte más veces de lo que piensas.- repongo y este abre los ojos como faroles.- no dejare que un idiota como tú, adelante su llegada.

-Eres...- dice corriendo con las garras alzadas al aire, uso mi pie contra su cuerpo y con el mínimo uso de fuerza lo estampo contra la pared.

-No eres nada.- cuadro los hombros sintiendo la superioridad entre ambos, por primera vez uso mis dedos como rastrillos para quitarme los mechones de cabello de la cara, este se levanta recuperando las fuerzas.

Todo Depende de tiWo Geschichten leben. Entdecke jetzt