Capítulo 20: Puerta Color Sangre

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Me bajo del taxi sintiendo esa corazonada en el pecho; oprimiéndolo hasta dejarme sin aliento, todo apuntaba que se trataba de una trampa. Pero cuando se trataba de salvar a alguien querido; nuestro juicio es nublado por pensamientos vánales a la realidad que nos rodeaba.

Abro la puerta y mi corazón salta de mi pecho, el silencio invadía el lugar. Aunque aquella era mi casa desde que llegue a este lugar, todo alrededor parecía desconocido, era tétrico y sobrio a la vez.

Busco su rostro en cada espacio del primer piso sin resultado alguno... trato de escuchar la voz de Annie, pero solo oía mi propia respiración.

-¡Cálmate Anthony!- me digo a mi mismo subiendo las escaleras.

Salto de golpe a mi habitación, al momento que la hoja se despliega por si sola. Busco sus rostros en cada esquina, sin percibir nada.

Regreso al pasillo y la puerta de tinte rojo resalta como dedo herido.

-Obvio.- respondo entre dientes, desde que llegue a esta casa, esa habitación nunca me dio buena espina, y ahora era la que dictaba la suerte; la terminación de mi destino.

Giro lentamente la perilla recordando todo lo que me llevo hasta llegar aquí.

Observo la habitación inundada por la oscuridad, no había muebles y las ventanas estaban tapadas por cortinas lo suficientemente densas para que la luz no cruzara entre ellas, sus resplandecientes dientes se incorporan en la escena, la luz se enciende y aparece su cuerpo junto a dos custodios.

-No creía que fueras tan estúpido.- se burla Benjamín y sus guardias se cruzan de brazos.

-Me tienes miedo, por eso no estás solo.- indico, y mi sonrisa se presenta.

Este hace un gesto y el más grande de sus guarda espaldas camina hacia mi encuentro, encierro mis manos en puños y espero el ataque.

-Lo gracioso es que piensas que ella siente algo por ti.- dice dos notas más altas que lo habitual, el hombre se coloca en la puerta y la cierra de golpe. <<Estoy encerrado>>

-¿Dónde está ella?

Alza el teléfono móvil a la vista de todos y oprime el botón de altavoz.

-Todos te escuchamos cariño.- canta Benjamín, y su voz me retuerce la bilis.

-Lo siento mucho Anthony, pero mi prometido siempre será Benjamín.- hace una pausa y mi cuerpo se tensa.- necesitamos que mueras y así tendremos el dinero por tu cabeza, todo lo que vivimos fue parte del juego...

No logre hacer nada más que bajar la cabeza, sabía que era una trampa; que mis cazadores me estaban esperando, pero jamás pensé en que ella fuera parte de todo esto. ¿Qué pasaba conmigo? ¿Acaso nada me podía salir bien en este lugar?

-Nunca pensaste en por qué ella no está en la lista.- expone para empeorar las cosas.

Trago una boconada de aire para contener la ira que de nuevo crecía y se apoderaba de mi cuerpo.

-"Analiza la situación Anthony"- me digo mentalmente. Estaba rodeado, y todos querían mi cabeza para su beneficio propio. No tenía por qué matarlos, simplemente herirlos y escapar como menciono Derek.

-Ella es una perra Anthony, es igual a su madre.- suelta Benjamín, y la sangre comienza a hervir en mi cabeza.

-No tienes derecho hablar así de ella.- reprimo con un sentimiento atrapado en mis dientes.

-Los dos somos patéticos al enamorarnos de ella, ya que las de su clase solo piensan en el dinero y en sí mismas.- ruge.

Avanzo dos pasos, y la ira me domina. Mis labios se curvan en una sonrisa perturbadora; deseaba que estos me atacaran.

Todo Depende de tiWhere stories live. Discover now