Capítulo 17: En la lista de Muerte

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Comprendí que los cuadros no se trataban de mis pensamientos, el señor Judd simplemente quería que sus nietos lo recordaran una vez más, y esa historia era para ellos, quienes se disfrazaban de cuervos de acuerdo a las circunstancias.

-Uno, tres, dos, y cinco.- giro la perilla con cada número que marcaba la caja.

Finalmente el ruido del seguro hace un leve clic liberando la puerta.

-"¿Qué estás haciendo?"- jadea mi propia voz en mi cerebro, todo el aire a mi alrededor se tensó de una manera inexplicable, apenas podía respirar. Sujeto el pasador y la hoja de metal se despliega con un sonido molesto. La curiosidad me mataba, aunque no sobrevivirá después de esta noche, pese a todas las cosas que hice para abrir esta casa, estaba seguro que la señora Judd aun quería mi cabeza en su colección de pintores.

Introduzco la mano en el interior de la caja, palpo algo como una especie de papel, lo agarro con fuerza...

<<Un sobre color marrón aparece a vista de todos. >>

-¿Qué diablos es eso?- pregunta la interpelada a mi derecha.

Hago caso omiso a su alegato, regreso a la caja; ahora podía tocar algo frio y de metal.

-¿Qué es esto?- pienso pero mi voz se hace presente.

Saco con la mano libre un disco duro de computadora.

-¿Un sobre y un disco duro?- indaga Annie en la esquina.- ¿Eso es todo? Tiene que ser una maldita broma.

Con mi mano izquierda sostengo el sobre, sentía el peso de varios papeles en su interior, mientras que con la derecha el disco duro me perturbaba.

-Es información...- dice Derek con voz de hilo.- lo que el viejo dejo, es dinero e información.- su timbre decayó, quizás la información de este sobre lo afectaba a él.

-¿Seguro que no hay nada más?- presenta Jensen algo curioso.

Le paso el sobre a Derek, y la mirada de su madre se alza. Parecía esos perros hambrientos que jugaban con sus huesos. Pero no se movió de su sitio.

Regreso en búsqueda de algo más, pero no necesité mucho tiempo para ver como un leve brillo incomodo mi vista, sujeto entre los dedos una pequeña llave color oro.

-Eso es todo...- expresa el sujeto de traje levantándose de la silla donde se encontraba sentado.

-¿Cómo lo sabe?- lo acuso, y este me ignora rotundamente. Se acerca hasta la pantalla de proyección que se encontraba arriba de la caja. Saca del portafolio una memoria micro USB. Nadie dijo nada, tanto ellos como yo; nos encontrábamos ante la incertidumbre de aquel sujeto.

-Burdet....- silba la señora.

Busca una entrada adecuada para la memoria y la inserta de golpe, la pantalla se ilumina y todos observamos aquel marco azul que comenzó a parpadear de forma confusa.

-¿Pero qué...?- dice Derek sin terminar la frase.

Un señor de unos setenta años aparece en la pantalla, su piel de marquesina muestra muchas líneas de expresión en torno a su vejez, trata de sonreír y se dibujan más líneas debajo de sus parpados, su cabello tan blanco como la lana estaba peinado todo hacia tras, vestía un traje elegante, pero a pesar de toda esa fachada su rostro demandaba cansancio.

-Abuelo...- berrea Annie, observo por el rabillo del ojo como sus ojos se cristalizan, vuelvo a la pantalla y el señor acomoda su corbata aclarándose la garganta...

-Si están viendo este video, eso quiere decir que finamente encontraron a Anthony, rogaba al cielo para que este día no ocurriera.- al escuchar su voz decir mi nombre, los recuerdos de su visita en el hospital regresan, ya podía recordar al señor Robert Judd.- creía que él podía regresar esa luz que necesita esta familia, pero la ambición de poder es más grande...Y ahora sé que lo sabes muy bien.- hace una pausa y los ojos de la señora Judd se abren.-Estoy arrepentido de las cosas que hice en el pasado, impulsado por el mismo egoísmo que mueve a esta familia.-garrapatea débilmente.- Derek sabes muy bien que tiene ese sobre, Annie tu futuro esta donde tu desees que se situé, si sigues manipulando a las personas este sobre será tu destrucción.- cada uno de los mencionados mantenían la vista en el monitor.- Mi querida Elizabeth, te deseo lo mejor del mundo, encontraras lo que buscas en el disco duro.- trago una boconada de aire al recordar las palabras de aquella que no quería saber nada de su familia.- Se muy bien que estás ahí, hambrienta de poder, deseando que todo a tu alrededor se destruya, pensando cómo hacer que el pueblo te alabe... Esperando hacer tu siguiente jugada- alterna la vista buscando entre los que él pensaba sus espectadores a la madre de Derek.- El matarme no te lleva la delantera, recuerda Ivana que desde el infierno te hare la vida imposible. ¡Vas a pagar lo que hiciste!

Todo Depende de tiWhere stories live. Discover now