Capítulo 5: Mis Demonios

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Mis Demonios

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Sus voces como chillidos estaban en mi cerebro, ¿debí caer? No lo recuerdo, pero por más que me quería alejar de ellos, se encontraban en mi discernimiento.

El silencio arrulla mi entorno...

Respiro lentamente para abrir los ojos. Estaba helado, el frio entumecía mis músculos. No sabía cuánto tiempo llevaba recostado en ese lugar, pero mi espalda ya se había adaptado al suelo pastoso, no sentía dolor (eso es bueno) Pensé.

Una rama cruje, y aparece una silueta. Allí estaba él, me coincide una sonrisa de victoria al haberme encontrado, y alza una mano para intentar tomar la mía.

Mi cuerpo comienza a vibrar; retrocedo un paso, mis emociones sobresaltan.

Otro sonido capta la atención de ambos, ahora a mi flanco derecho se encontraba ella, su rostro angelical me toma por sorpresa, ella alza la mano al igual que él.

Trago saliva, mi corazón se acelera, iba infartarme si no hacía algo.

Un tercer sonido se hace presente, mis dos custodios observan el punto de encuentro con el ceño fruncido.

Observo a la tercera persona rodearme, ella alza ambas manos. ¿Quería abrazarme o estrangularme?

Justo allí estaban, mis tres demonios personales... en mi propio infierno.

Él se acerca más dando dos zancadas grandes, retrocedo dos pasos; pero este ya se encontraba a una zancada.

Uso toda mi fuerza para empujarlo, este cae de golpe. El estruendo hace que sus acompañantes queden en shock.

No giro para ver su reacción, tampoco me interesaba su estado; lo único que quería es salir de allí.

Con todas las fuerzas que poseo corro sin medir mis pasos, sin importar nada, simplemente dejo que mis pulmones ardan por el esfuerzo, y que mi cerebro reflexione como llegue a este punto, como se estropeo todo.

Esquivo ramas, uso mis manos para no estamparme en un árbol...

Ahora las únicas personas con la que esperaba contar son mis enemigos, sigo corriendo y las imágenes vienen a mi como visiones, la primera en el tren, cuando ella fingió ser Karla, después Annie en la estación presentándose amablemente, sin mencionar a Derek y su falsa amistad de hermano. ¿Qué retorcido juego están jugando ellos?

Se conocen entre ellos, fingían que no lo hacían; o yo ni siquiera lo había notado. -Anthony, espera.- Berrea Derek, quien al parecer es más rápido que mí.

-Aléjense de mí.- quería gritar pero mi voz sonó a suplico.

-Por favor, habla con migo.- expresa Annie, aunque no la miraba, el eco de su voz hacia énfasis en el bosque.

Mis pulmones arden, los músculos de las piernas comienzan a contraerse, el dolor en mi palma me recuerda la estupidez que hice en la cabaña. El padecimiento en mi pecho me recuerda las cosas que les hice a los demás por el efecto de la anestesia.

-Anthony.- Silba Elizabeth, y su voz crea un espacio negro en mi esternón.

Quería gritarle maldiciones, sobre todo a ella. Pero de nada serviría, porque no estamos enamorados, y ella acaba de probarlo. Creo que ni siquiera nos simpatizamos...

Todo Depende de tiWhere stories live. Discover now