Capítulo 18: La noche más larga

63 4 0
                                    

-¡Espera, espera!- me quejo dejando que el aire regrese a mis pulmones. Derek reduce el paso jadeando, observa el camino recorrido como si nos estaban siguiendo. No podía seguir corriendo, llevábamos más de medio kilómetro; avanzando lo más rápido que podíamos, o que mis piernas me lo permitieran.

No sabía hacia dónde íbamos, no quería preguntar. Nos adentramos al corazón del bosque sin previo aviso, recorrí parte de este camino con Annie, quizás ambos conocían los acres de propiedad que los rodeaba. Había una diferencia entre los dos viajes, la primera era mis demonios me estaban cazando, pero tenía la luz del sol como compañera que brindaba algo de esperanza, en esta segunda huida, los únicos e irradiantes fracciones de luz, me los concebía una luna tan blanca, que podía mencionar su estado con solo verla.

-Tenemos que seguir.- aúlla Derek agarrando mi brazo.

Giro mi cuello para verificar si teníamos a alguien a nuestras espaldas, pero por más que agudizaba, no había sonidos de pasos, ni sombras entre los árboles. Justo en ese momento la misma pregunta que le hice a Annie regreso a mi cabeza. Él ya tenía la información en sus manos, fui yo quien se la dio antes de terminar el video, todavía la sostenía con su mano izquierda. ¿Por qué me ayuda? ¿Por qué traicionar a su madre?

Trago una boconada de aire.

-¿Por qué me ayudas?

-Tiene que ser una broma.- ruge y me fulmina con la mirada.- ¿Acaso no lo sabes todavía?

Cuadro los hombros y espero que este siga, pero no lo hace.

-Ya tienes la información.- lo acuso señalando el sobre, aún tenía el disco duro en mis manos lo extiendo para que este lo sujete.- ¡Solo entrégame!

-Después de todo lo que hemos pasado.- agudiza.- ¡Eres un idiota!- se cruza de brazos esperando que yo reaccionara.- No voy a dejar que nada te pase, te lo prometí.

-No comprendo.- digo bajando la mano, palpo la llave en mi bolsillo, siendo lo único que quería.

-Anthony, no huiste.- indica.- podías correr; pero cuando recordaste los códigos me buscaste.- se extiende una sonrisa en su rostro.- Ahora siento mucho orgullo y aprecio hacia ti, no dejare que mueras.

Sus palabras quebraron ese escudo que había creado estos años, tanto el cómo Annie parecían conocerme de cierta manera... y eso los colocaba en el mismo lugar que tenía a Jensen, como mi familia.

-Te meterás en problemas por esto...

-Eso ya no me importa, ahora solo tenemos que seguir.- propone caminando hacia el corazón del bosque.

-Derek...-aclaro mi garganta.- no valgo la pena... todo esto, no vale la pena que te arriesgues.

-Sabes porque realmente sigo de tu lado...- expresa sin detener el paso.

Avanzo hasta alcanzarlo, y este traía una sonrisa de oreja a oreja.

-Creo que estas demente.- bromeo.

-El abuelo tenía razón.- dice. Doy tres zancadas largas y me posiciono delante de él.-le devolviste algo a la familia Judd.

-Lo siento, pero no comprendo.- murmuro siguiendo el camino.

-¡Míranos!- exclama.- mira a tu alrededor.- si aquello era una metáfora, realmente no comprendía.-Elizabeth tuvo la valentía de dejar la familia, sé que lo quería hacer durante mucho tiempo.- se encoge de hombros.- mírame a mi... actuando por las razones correctas, sin pensar solo en mi...

-Todos somos egoístas hasta cierto punto.- evado por la tangente.

No quería entrar en detalle acerca de las cosas malas pero buenas que había hecho para cambiar su punto de vista, porque hasta donde yo sabía; solo seguía mi instinto de supervivencia.

Todo Depende de tiWhere stories live. Discover now