Capítulo 14: Viviendo en Círculos

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Su mano estaba fría...  Pero no me importaba, lo único que quería era seguir sosteniéndola. Los rayos del sol dibujaban nuestro camino en el bosque. Pronto anochecería y necesitaba llegar al pueblo antes que mi tiempo acabe.

-¿Anthony, estas bien?- su voz como la seda comenzaba apoderase de mis oídos.

-"¡soy un moustro, como podría estar bien!".- resonó esa voz en mi mente pero mis labios no se mueven.

-Estoy bien.- respondo, limpio el sudor de mi frente de la misma forma que acomodo los mechones más largos de mi cabello detrás de las orejas.

-Estas muy frio.- comunica frotando sus manos con la mía.

-¡Que tal una carrera por el bosque!- propongo.

Ella suelta mi mano, ensanchando una sonrisa.

-Atrápame.- ordena y comienza a correr.

Mis pulmones sienten el aire entrando por mi nariz, ella avanza haciendo un circulo en cada árbol. El palpitar de mi corazón se acelera y sigo su camino. La media luna de mi sonrisa hace disipa todo dolor de mi cuerpo, seguía buscándola y ella seguía corriendo.

-Te alcanzare.- expongo.

-Vamos Anthony.- dice.- creí que eras mas rápido.

Doy zancadas más largas para alcanzar su paso, escuchaba su risa a la distancia.

-"Jugando con el enemigo"- Grita una voz.

-¡Se supone que tenías que matar a su madre!- exhibe otra.

-Detén esta farsa.- la última voz soltó un alarido que mis oídos ardieron.

Uso mis manos como escudos, apretó tan fuerte como me es posible.

-¡Ya basta!- grazno.

Cierro los ojos, y al abrirlos su rostro aparece detrás de un árbol.

-Alejandra.- suelto y mi cuerpo comienza a vibrar.

-Porque no mataste a la señora Judd.- dice otra voz, giro mi cuerpo y mi madre aparece a mi flanco izquierdo.

-Mejor acaba con tu vida, y así te reúnes con nosotros.- la tercera voz la tenía en mi memoria, justo atrás el rostro de Emily y el de John me sonrieron.

-No... No es real.- canto.

-Amas a esa chica.- suelta Alejandra.- por eso me puedes ver.

Cierro los ojos de nuevo, entierro mis dedos me mi cabeza tapando todo sonido que ellos pudieran producir.

Con toda la fuerza que poseo en mis piernas corro tan rápido como puedo, no conocía el lugar así que podía estamparme en cualquier árbol, por lo que al abrir los ojos, uno aparece justo enfrente mío, uso mis manos para detener el camino, y me encuentro expuesto. Pero no hay voces, ni fantasmas.

-Anthony ¿Dónde estás?- la voz de Annie me regresa a la realidad.

-Estoy aquí.-siseo.

-Tienes que ver esto.- exclama ella.

Sigo el sonido de su voz, y observo como el corazón del bosque se hace presente, en el lugar había un claro enorme. Y cientos de flores lo adornaban. Los últimos rayos en tonos naranja le daban ese momento entre la luz y la penumbra.

-Este lugar es precioso.- suspiro, y me recuesto en el suelo pastoso.

El cielo se oscurecía los rayos naranja con diferentes tonos eran devorados por ese azul oscuro. Annie se recuesta junto a mí y de nuevo sostiene mi mano.

Todo Depende de tiWhere stories live. Discover now