—Suegte —la rubia sonrió incomoda antes de irse.

—Esto es una estupidez —Cedric soltó un gran suspiro mientras miraba a los dos Gryffindor's. Alessia no comentó nada sabía que sería inútil, por más que gritaran, por más que se enojaran no cambiarían de opinión y seguiría en el torneo como otra participante.

—Crouch es un idiota —Alessia miró a ambos chicos, no tenía ganas de seguir ahí, solo quería dormir y creer que solo era un mal sueño lo que estaba pasando.

—No quiero ni puedo hablar de lo ocurrido en estos momentos, solo quiero descansar —sonrió desganada provocando una mueca en ambos chicos—. Nos vemos mañana —se despidió de Cedric y comenzó a caminar con Harry a su lado, el camino a la sala común fue el momento perfecto para ambos de pensar en todo lo que no habían pensado por la situación, ninguno se miró, ni se habló simplemente caminaron un junto al otro.

Cuando estuvieron a pocos metros de llegar Harry decidió romper el silencio.

—¿Estás bien? —una pregunta que creyó sería estúpida, pero no logró formular otra en esos momentos.

—No. Bueno no en este momento —suspiró pesadamente—. Necesito tranquilizarme, procesar lo que acaba de ocurrir y pensar en una manera en la que no muera en medio de alguna prueba.

—Tranquila, lo solucionaremos —los dos habían dejado atrás su enojo, no era momento de estar enojados, debían estar juntos en esto que ahora era su mayor problema.

—Gracias, Harry —los dos sonrieron un poco antes de entrar a la sala común tras decirle la contraseña al retrato de la dama gorda, en la sala les esperaban sus amigos.

—¿Qué fue lo que paso? —Fred fue el primero en acercarse y los demás hicieron lo mismo.

—¿Cómo pudo salir su nombre del cáliz?

—No lo sabemos —Alessia jugaba nerviosamente con sus manos, el pensar que las personas que la rodeaban le odiaran por ahora participar en el torneo le aterraba—. Pero les juro que nosotros no pusimos nuestros nombres en el cáliz.

Fred y George voltearon a verse confirmando lo que pensaban, su hermana tenía miedo, ellos eran los mayores en esos momentos y pensar que la que ahora era también su hermana menor estaba en un torneo completamente peligroso les hacía tener un mal sabor de boca.

—Ven aquí pequeña —los gemelos habían hablado al mismo tiempo como era costumbre y abrazaron a Alessia de tal manera que la pelirroja se sintió protegida, sintió que en esos momentos nada ni nadie podía dañarla, justo lo que necesitaba.

—¿Qué ocurrió? —la más pequeña de los Weasley se atrevió a preguntar.

—A partir de hoy Alessia y yo somos participantes del torneo de los tres magos.

—¿Qué? —Hermione los miraba sorprendida, había creído que arreglarían tal malentendido y dejarían a sus amigos sin participar, pero tal parece que se había equivocado.

—A mamá le va a dar un ataque cuando se entere —Alessia suspiró por milésima vez en el día, había olvidado por completo que sus padres serían informados de lo ocurrido.

—Solo te queda hablar con Sirius —murmuró por lo bajo olvidando por completo que se suponía que ella aún no conocía al que fue el mejor amigo del padre de Harry.

—¿Cómo sabes de Sirius? —todos la miraron confundidos.

—Los escuché hablar de él.

—Mentirosa —Ron habló por primera vez desde que había llegado y en su rostro se mostraba cuan molesto se encontraba.

—¿Qué diablos te pasa? —se separó de los gemelos y retó a su mellizo, había notado su mirada molesta desde que llegaron más no pensó que este se comportaría como un niño malcriado, quizá si estaba mintiendo, pero él no estaba al tanto, cosa que le molestaba aún más.

—Nada —rodó los ojos—. Solo soy el mellizo de una mentirosa y mi mejor amigo también lo es —soltó sarcástico molestando más a su hermana por tal actitud, no le molestaba que le tratara de esa manera estaba acostumbrada, pero que este dudara de Harry era distinto siendo que el azabache todo le confiaba.

—Eres un idiota, Ronald —el enojo le ganó a la pelirroja que dijo algo que realmente no sentía—. Ojalá no fueras mi mellizo —el silencio reino en el lugar, Alessia pensó en lo que había dicho, no era cierto, ella quería a Ron, quería sus hermanos, le encantaba que este fuera su mellizo, le encantaba por fin sentir lo que era el cariño familiar, pero dicen que cuando te enojas dices cosas que no quieres decir y eso había pasado. La presión que sintió le hizo huir cual cobarde, corrió a su habitación sin importarle que en esta se encontraran Lavander o Parvati simplemente entró cerrando sus cortinas y refugiándose en la oscuridad de su cama.

—Alessia —se escucharon pasos tras el sonido de la puerta cerrarse, las cortinas de su cama se abrieron mostrando a Hermione, esta se acercó y acarició la espalda de Alessia para reconfortarla, Ginny también había querido ir con su hermana, pero había cambiado de rumbo para escribirle una carta a su madre contándole lo ocurrido y lo idiota que Ron estaba siendo con Alessia.

—Solo está molesto, sé que lo que dijiste fue solo un impulso por el enojo, se nota cuanto adoras a tus hermanos —Alessia la miró arrepentida de lo que había dicho.

—En verdad no quería decirlo, simplemente me ha sacado de mis casillas —Alessia no soportó más la presión, debía contarle a alguien, necesitaba ayuda o ella arruinaría todo—. Estoy cambiando todo, Hermione. Es demasiada presión para mí, no sé qué hacer y tengo miedo.

—¿Qué está pasando,Alessia? Puedo ayudarte, pero solo si me dices que ocurre, cada día estás másestresada y rara —Alessia se quedó mirando a la castaña, podía confiar en ella,era buena con los problemas y era buena persona, Hermione sería la primerapersona en saber su secreto y eso le aterraba.





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Pelirroja W

Me abro al cierre → Harry Potter [Editando] ✓Où les histoires vivent. Découvrez maintenant