XXVI

105 24 1
                                    

Aquel día Sky estaba más animada, porque se había pasado el día con sus amigas, haciendo la maleta y recordando momentos pasados. Había reído como nunca y les había contado la historia del chico del café. Era la primera vez que contaba su historia en voz alta y sintió que desvelaba un importante secreto que había permanecido encerrado durante mucho tiempo.

Así que, cuando leyó la siguiente nota no pudo más que sonreír. Sonreír y no llorar, porque al fin había aprendido a mirar las cosas desde otro mundo de vista: Había tenido la suerte de importarle tanto a alguien como para que este viniese todos y cada uno de los días a verla, solo a ella.

Razón número nueve por la que no deberías irte: Nunca he tenido la oportunidad de hacerte reír. Y creéme, Sky, me muero por hacerlo.


13.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora