Si a Sky le hubiesen contado hacía un día que le ocurriría algo que ni el chico del café podría solucionar, no se lo hubiese creído.
Pero ahí estaba, con lágrimas en los ojos y huyendo del lugar que la había cobijado durante trece meses, sin importarle que él acabase de susurrar su nombre cuando pasó corriendo justo a su lado. Pero Sky no dijo nada. Porque estaba demasiado ocupada tratando de ver entre tanta lágrima.
Y pensando en como volvería a mirar a aquel chico sin avergonzase por aquel espectáculo, pero, ¿qué podría hacer sino llorar sabiendo que se mudaría en catorce días y no volvería a verlo?
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13.
Short StoryCuando alguien pronuncia las palabras ''mala suerte'' la gente suele pensar en gatos negros cruzando aceras, cristales rompiéndose, paraguas abriéndose y, como no, en el famoso número 13. Pero ni Bash ni Sky se encuentran entre esa gente y es que cu...