.

341 33 0
                                    

Ella siempre se sentaba en la misma mesa, con sus auriculares puestos y con un libro junto a ella. Evadía al resto del mundo y este parecía hacer lo mismo con ella. Nadie se daba cuenta de su presencia, de su forma de morderse el labio nerviosamente o de la peculiar manía que tenía antes de beberse el café, pero Bash sí que lo hacía.


13.Where stories live. Discover now