Capitulo 51 "Muerta"

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Maratón 3/5
(Narra _____)

Después de mi efusivo encuentro con Dustin, salí al elevador y subí a la cubierta. Allí me senté en una de las bancas y me quedé observando el mar. Hoy unos nubarrones se comenzaban a acumular en el cielo, el sol salía pero luego se ocultaba. Yo siempre había amado los días nublados y hoy no sería un día como esos.

Me puse los audífonos de mi celular, me concentré tanto en el mar que no noté cuando el tiempo pasaba. Abrí la galería de mi celular y observé las fotos que tenía. Estaba saturado de fotos con los chicos y más con James, quien siempre salía haciendo caras o dándome un beso en un ojo o en la mejilla. Mis sonrisas parecían tan sinceras en ese momento, ahora yo las notaba lejanas y difíciles de volver a esbozar.

- Hola -saludó Angie, la fan, a mi lado.
- Hola -susurré.
- ¿Estás bien? -preguntó con una gran sonrisa.
- Sí -susurré lentamente, un nudo en mi garganta no me dejaba hablar con claridad.
- ¿Qué pasa? -dijo preocupada.
- Nada, ¿qué te trae por aquí? -traté de aclarar mi garganta.
- Nada en especial, solo te vi muy solita aquí y te quise saludar.
- Ah -dije, cómo hacer que se fuera, sin ser grosera y que tampoco se llevara una mala imagen de mí.
- Creo... que por algo estás solita, ¿quieres que me vaya? -preguntó, esta chica leía mis pensamientos. Una lágrima pasó por mis mejillas y ella lo notó- _____, ¿qué tienes? -preguntó asustada.
- Nada -susurré y mordí mis labios.

Ella se acercó a mí y me abrazó. No me aparté de ella, pues era mujer. Comencé a llorar desesperadamente, me apreté a su blusa, ella acariciaba mi cabello.

- Tranquila... ya pasó... ya pasó... -susurraba una y otra vez. Luego de estar así por unos minutos, me separé de ella y observé hacia el mar, que ahora se encontraba un tanto oscuro por los nubarrones.
- ¿Quieres hablar de algo? -preguntó.
- En realidad, ahora sí me gustaría estar sola, por unos minutos -pedí, ella me sonrió y me dio un fuerte abrazo.
- Si necesitas algo solo dímelo -pidió y luego se fue.

Unas chispitas comenzaron a caer sobre mí, moví la camilla hacia un lugar donde no cayera el agua directamente, pero aun así, cuando las gotas caían al suelo de la cubierta me salpicaban un poco.

"Amo a mi novio, pero me da miedo decirle una terrible realidad" -envié a David. Sabía que él me respondería, él era el único que podría guardar mis secretos.

"¡Iris, ha pasado mucho tiempo! Si amas tanto a tu novio y él te ama, no debes de tener miedo a decirle la verdad" -recibí. Amaba tanto la canción Someone Like You de nuevo. Sabía que él era como mi ángel, alguien en quien confiaría cuando no tuviera con quien hablar.

"¿Pero y si esa verdad no le gusta y me deja de amar como dice hacerlo?, ¿Qué tal si lo decepciono o simplemente dejo de gustarle?" -envié.

"Pues a menos que le des la sorpresa de que eres hombre, no creo que te deje de amar. Iris, no hay cosa tan grave como para que un hombre te deje de amar de un día para otro" -recibí.

"No me siento digna de sus sentimientos, él me ha dado todo para estar con él y yo no le podré dar lo mismo. Estoy vacía, usada, sucia" -envié.

"Iris, la verdad no sé qué es lo que está pasando con ustedes las mujeres. Mi novia también está atravesando por una crisis y me preocupa" -recibí. Estas eran demasiadas coincidencias, realmente esperaba que a su novia no le estuviera pasando lo mismo que a mí.

"Cuida mucho a tu novia -pedí- no dejes que nada la aplaste, no dejes que ella se aplaste a sí misma. Ámala, mímala. No sé por qué situación esté pasando, espero que no sea algo tan malo como me pasa a mí. De verdad espero que tu situación con ella se resuelva" -envié.

"Yo también espero que se resuelva, no me gusta verla tan triste. No sé si le estará pegando depresión, casi me da miedo que se quite la vida" -recibí.

Quitarse la vida, ¡qué salida tan fácil! Pero no para mí. No me importa lo que hay más allá de la muerte, no creo rencarnar en un animal u otra persona, tampoco creería vivir en el cielo, pero tampoco en un infierno, ¡Qué complicada es mi mente! Preferiría, estar en el ataúd y punto.

"No permitas que eso pase, tal vez lo único que necesita es tiempo. No lo sé, las mujeres somos tan diferentes. Yo... realmente no sé lo que quiero, eso de quitarse la vida me suena tan tentador ahora" -envié.

"¡Jamás, nunca, jamás digas eso Iris! No viviría con la conciencia tan intranquila y pensando que tú morirás. ¿Qué sería algo tan... malo, como para pensar en quitarse la vida?" -recibí.

"No me conoces realmente, al fin soy solo alguien más que te envía mensajes. Algo, de lo que no tienes salida y que se repetirá una y otra vez hasta que no tengas opción" -envié.

"Iris, no te entiendo. Por favor sé clara conmigo... prometimos ser sinceros con nosotros. Mi novia no me habla y no me dice qué le pasa. Ahora tú también estás en una crisis y no me quieres decir la verdad" -me envió.

"En lo de tu novia, no sé realmente qué le pase por la cabeza, espero que pronto te cuente su realidad. ¿Para qué contarte la mía si no puedes hacer nada para remediarlo? Solo te haré sentir impotente e inútil desde aquél lado tuyo, donde no harás nada más que escuchar y rogar porque yo esté bien y eso solo será si en verdad te preocupo" -envié.

"Claro que me preocupo, tal vez no pueda hacer nada desde aquí, pero por lo menos habrás hablado con alguien. Eso es lo que le trato de hacer entender a mi novia, pero parece que no le importa" -recibí. Esa chica comenzaba a desesperarme, pero sentía que me mordía la lengua, pues yo también le estaba ocultando la verdad a James.

"David eres realmente amable y me encanta hablar contigo. Discúlpame si no te hablé durante estos días, ya me hacía falta tener una conversación contigo" -envié.

"Prometí siempre estar aquí para ti, además yo también te extrañaba un poco. Lamento no haber hablado contigo antes" -recibí.

"No habría diferencia entre ayer, mañana u hoy. No sonrío cómo antes, pero... gracias por hablar conmigo" -envié.

"Ahora, volvemos al tema ¿puedes contarme eso que no le quieres decir a tu novio?" -recibí. ¿Decirle la verdad a David? Sé que no se lo podría decir a James pero, no estaba segura.

"Bueno, es que me enteré que, alguien abusó sexualmente de su hermana, no encuentro la forma de decírselo... pero a la vez tengo miedo de que me odie por no decirle la verdad" -envié.

"¡Santo Dios! Eso es un acto tan cobarde y tan horrible, lo siento tanto. Sin dudar, se lo debes de decir, no creo que se enoje contigo por decir algo como eso, al contrario debe de estar agradecido porque lo dijiste ¿conoces al chico que abusó de ella?" -preguntó.

"No, solo me enteré de que la habían violado, ella se siente como basura, sin remedio y tiene muchas ganas de acabar con su vida así como yo también las siento" -envié.

"¡No lo hagan, Morir nunca es la solución! Iris, tú no tienes nada que ver con su situación, abstente de hacer cosas tan estúpidas. Dile que el mundo sigue girando, que todo estará bien, trata de hablar con ella. Convéncela que se puede salir de esto. Llama a la policía, díselo a quien más confianza le tengas" -recibí.

"No nos creerán, David. Simplemente tenemos miedo a que esa gente lastime a nuestros seres queridos y hagan con nosotras lo que quieren" -envié.

Miré hacia el mar y no había nadie en la cubierta, solo dos chicos enamorados que jugaban bajo la lluvia. Abracé mis rodillas frente a mí y luego mi celular vibró de nuevo.

Messages (James Maslow) Where stories live. Discover now