Capitulo 50

295 28 1
                                    

Maratón 2/5

- No lo sé -se escuchó la voz de mi novio a lo lejos- no me habla, no quiere que la toque.
- ¿Pero por qué? -dijo Helena.
- No lo sé, ni siquiera me mira a los ojos -dijo preocupado- Iré a dar una vuelta, quisiera darle un poco de espacio hasta que ella esté lista para hablar conmigo.
- Está bien -dijo ella- trataré de hablar con ella.
- Por favor -pidió James- cualquier cosa, me dices.
- De acuerdo -dijo ella.

Unos minutos después, con los ojos entreabiertos noté cómo se acercaba mi hermana con una toalla a mí. Mis espesas pestañas no me permitían ver su expresión, y yo la verdad no la miraría a los ojos. Helena me cubrió con ella y me levantó del suelo, caminé a paso lento pues me dolía al caminar. Temblaba y no precisamente de frío.

Caminé hacia mi cama y me tiré sobre ella. Mi hermana buscó algo de ropa para mí. La puso sobre la cama y luego salió de la habitación para que yo me cambiara. Obedecí, pero me puse los pantalones menos rotos que encontré y una playera y luego una sudadera sobre ella, para ocultar los moretones de las muñecas. Tomé mi celular y lo metí en la bolsa de la sudadera. Me puse unos lentes oscuros y salí de la habitación.
- ¿_____? -Dijo mi hermana desde el silloncito cuando vio que me acercaba a la puerta- ¿Quieres hablar? -preguntó.
- No -susurré y abrí la puerta. Cerré la puerta tras de mí y caminé a paso lento por el pasillo. Me encontré con Carlos, Dustin y con Logan.
- ¡_______! -Dijo Dustin cerca de mí, me abrazó a lo cual yo me estremecí- ¿Estás bien? -preguntó cuándo notó que yo estaba llorando.
- ¿Qué pasa? -preguntó Logan preocupado.
- Déjame, solo... no me toques -pedí y Dustin se alejó de mí por lo menos tres pasos. Caminé lejos de ellos y no me dijeron nada. Solo me dejaron ir. Me puse la gorrita de la sudadera (polera), entré al elevador y salí hacia el bar más cercano.

(Narra James)

Estuve esperando a ______ unas horas después de la presentación en el camarote, pero no aparecía. Fui al de ella y me dijeron que no la habían visto que se suponía que estaría conmigo. Le dije que yo la había escoltado hasta la entrada del camarote pero que allí me había separado de ella.

Salimos a buscarla, pero era imposible buscar en todo el barco, había áreas en las que nosotros no podíamos entrar. No le dijimos nada al padre de ella para que no se preocupara, pero ya eran las diez de la mañana y ella no aparecía.

Estaba en su camarote cuando escuché que abrían la puerta. _____ entró, traía la misma ropa de anoche, su cabello estaba enmarañado, estaba pálida y su maquillaje estaba corrido. Caminaba lentamente, de hecho parecía que le dolía al caminar.

- ¿Dónde estuviste? -Pregunté- Te estuvimos buscando toda la noche.

Ella no respondió y caminó un poco más rápido a la habitación. Todos la seguimos pero no dijimos nada, ella se quitó los zapatos y tomó una toalla. Entró al baño y abrió la regadera, me quedé afuera esperando respuesta o algo de ella pero no había nada.

- Amor, ¿estás bien? -volví a preguntar, ahora estaba dentro del baño pero aún lejos de ella. ______ miraba el suelo y parecía llorar, aunque las gotas de la regadera no me dejaban distinguir muy bien. Caminé un poco más, para acercarme a ella.
- Amor, ¿qué pasó? -pregunté preocupado, ella no miraba hacia algo en especial, tampoco abría la boca. Ella se sentó en el suelo de la regadera y recargó su cabeza en una de las paredes, cerré el agua y ella aún estaba llorando.
- ______, ¿qué tienes? -pregunté aún más cerca de ella.

Traté de tomar su mano y cuando la toqué, ella la alejó de mí. Me acerqué para abrazarla, necesitaba abrazarla, algo no andaba bien. Cuando lo hice ella se hizo pequeña y comenzó a sollozar, me alejé de ella y se calmó.

- ¿Qué pasó, por qué no quieres hablar? -pregunté y dejé mi mano en su hombro.
- No... -susurró a penas y la escuché- no me toques -pidió. Eso me sorprendió mucho, pero la obedecí.
- ¿Por qué? -pregunté alarmado, estaba bastante preocupado, ¿qué tenía?
- Ya no más -suplicó llorosa.

Me puse de pie y me senté en la tina, me quedé unos minutos observándola. Ella parecía estar muerta en vida, solo miraba el suelo y no decía nada. ¿Qué le había pasado a mi mujer?, ¿qué fue lo que la rompió?, ¿Qué la hacía aborrecer mi tacto?, ¿Por qué no me contaba lo que tenía?, ¿No me tenía confianza?, ¿Necesitaba tiempo? Ella cerró sus ojos y parecía estar dormida, sabía que no me permitiría levantarla de allí así que salí del baño silenciosamente.

- ¿Qué tiene? -me preguntó Helena una vez afuera del baño.
- No lo sé, ni siquiera me mira a los ojos -dije bastante preocupado, lo pensé bien y le dije- Iré a dar una vuelta, quisiera darle un poco de espacio hasta que ella esté lista para hablar conmigo -aunque la verdad estaría preocupado por ella todo el día.
- Está bien -dijo Helena- trataré de hablar con ella.
- Por favor -pedí- cualquier cosa me dices.
- De acuerdo -dijo y salí de la habitación.

Kendall se fue conmigo, íbamos caminando en silencio hacia nuestro camarote. Por una extraña razón Kendall estaba tan serio como yo. Metí la llave a la cerradura y me serví un trago, también le serví uno a él. Nos sentamos en el sillón y comenzamos a tomarlo en silencio.

- ¿Le habrá pasado algo? -preguntó Kendall.
- Creo que sí -susurré- lo que no comprendo es por qué no quiere decir qué.
- Tal vez tiene miedo -dijo Kendall.
- ¿De qué? -pregunté aún más preocupado. Kendall me miraba con cierta tristeza, su frente se arrugaba un poco y fruncía la boca, confundido.
- No lo sé -susurró también.
- Cuando la vi en el baño, sentí cómo el corazón se me apachurraba. No podía verla tan indefensa y lastimada allí. Hubieras visto la expresión de su cara cuando traté de abrazarla.
- ¿Cuál era? -preguntó.
- Comenzó a llorar y se alejó de mí, como si estuviera asustada de que yo le hiciera algo.

Nos quedamos un rato más en silencio y luego se escuchó que tocaban en la puerta de nuestro camarote, rápido me levanté a abrir, con la esperanza de que fuera ______ quien tocaba. Pero no, eran tan solo Dustin, Carlos y Logan. Traían también la cara de preocupación.

- Oye... -dijo Carlos antes de decir hola- ¿qué le pasa a _____? -preguntó.
- ¿Por qué? -pregunté, ya una vez que estábamos sentados los cinco en la salita.
- Ahorita que veníamos caminando, nos encontramos con ella y sabes que cuando la veo siempre la abrazo, -dijo Dustin, yo asentí- la abracé y comenzó a llorar. Luego me pidió que no la tocara y me alejé un poco de ella. ______ sin decir nada solo se fue, ni siquiera nos sonrió ni nada.
- Yo tampoco sé qué le pasa -le informé- anoche no durmió aquí, la estuvimos buscando, ¿verdad Kendall?
- Cierto, tampoco durmió con nosotros. Estuvimos buscándola y Ed tampoco la vio.
- ¿Qué le estará pasando? -se preguntó Kendall a sí mismo.
- No lo sé, pero estoy preocupado. No quiere hablar conmigo, no me deja tocarla ni siquiera me mira a la cara.
- Pues veremos qué pasa, no te preocupes -dijo Carlos con una mano sobre mi hombro- verás que todo saldrá bien. Trataremos de ver que está pasando.
- Gracias Carlos, de verdad quiero saber qué la tiene así. Me rompe el corazón verla tan frágil -dije preocupado.
- A todos se nos rompe el corazón -dijo Dustin.

Messages (James Maslow) Where stories live. Discover now