Capitulo 26

314 31 0
                                    

- Hola Helena, ¿puedo pasar? –dijo dando un paso hacia delante. 

 - Claro –dijo ella haciéndose a un lado.

 Él entró directo hacia mí y me dio un beso en los labios.

 - Hola –dijo aún cerca de mí- lamento lo de anoche, estaba un poco enojado –se disculpó. 

 - Eso lo noté, pero ¿por qué no fuiste capaz de decirme la verdad, Jack? Te lo pregunté dos veces. 

- Lo siento, es que no quería contarte los problemas por los que atravieso.

 - ¿No me tienes confianza o qué es lo que pasa? –pregunté.

 Mi hermana me hizo señales desde la puerta de que se iba. 

 - No empieces con eso de la confianza porque la que menos tiene eres tú –comenzó a atacarme una vez que estuvimos solos.

 - ¡Ves Jack! –Dije molesta- ¡vienes con una flor en las manos y me tratas pésimo!

 - No te estoy tratando de ninguna forma _____, estás exagerando.

 - ¿Por qué crees que yo no te tengo confianza? –pregunté tratando de bajar la voz.

 - Porque no me dices la verdad. Te la pasas enviando mensajes con no sé quién y me mientes, diciendo que es una chica. 

 - Pues deberías de confiar más en mí pues no te estoy engañando. 

 - _____, por favor... soy un hombre perspicaz, a mí no me engaña una niña.

 - ¿Crees que soy una niña? –pregunté incrédula, me alejé más de él.

 - No quiero discutir _____ –dijo bajando la voz. 

 - Tú eres el único que viene a esto –dije tratando de acallar el sonido de un nuevo mensaje en mi celular. 

 - ¿Otro mensaje? –preguntó molesto.

 - Es solo una alarma –mentí. Giró la cabeza incrédulo y se levantó del sillón. 

 - ¡____, no te entiendo! Juro que no lo hago –dijo moviendo la flor, de forma que sus pétalos cayeron al suelo.

 - ¿Qué quieres entender? –pregunté confundida. 

 - Dices que me amas, pero estás hablando con alguien más –se acercó de nuevo a mí-. ¿No me quieres, no verdad? –preguntó. Agaché la mirada.

 - ¿Me amas a mí? –pregunté con ojos llorosos.

 - Eso lo sabes bien, cada segundo que paso contigo son los mejores de mi vida. Por eso te pedí matrimonio, porque quiero estar contigo por el resto de mi vida. 

 - ¡Entonces deja de comportarte como un completo desconocido Jack! Me asusta la actitud que tomas, tú no eras tan frío y tampoco discutías así conmigo.

 - Lo siento –dijo sentándose de nuevo- solo sufro algo de celos. 

 - No deberías sentir, porque tú eres quien me mantiene enamorada. No puedo... -ahora estaba llorando- olvidarte, traté... pero no puedo hacerlo.

 - No quiero que lo hagas –dijo acunando mi barbilla en su mano- yo quiero seguir siendo él que te mantenga enamorada, todos los días de tu vida. 

 - Entonces, demuéstrame que de verdad me amas, no solo con palabras con hechos –pedí.

Él se acercó y me comenzó a besar, traté de seguir el beso, traté de sentir algo ¿por qué mi mente quería estar con él y mi corazón no?, ¿por qué no podía sentir que de verdad lo amaba con todo mi ser? Después de intentar sentir lo que sentí anoche, me di por vencida y él lo notó.

- ¿qué pasa? –preguntó. 

 - Nada –dije desviando la mirada. 

 - Vuelves a mentir –dijo decepcionado.

 - No lo hago –dije y tomé la cámara- Quiero ir a caminar, necesito estar sola. 

 - Está bien –dijo y se fue.

Leí el mensaje que tenía en espera.

"Te aseguro que no pasaría eso conmigo. Estaría dispuesto a ser el hombre más caballeroso para ti, el más galante, el más amable y el más cariñoso. Iris... eres demasiado importante para mí" –su mensaje me hizo llorar.

¿Por qué tenía que estar con Jack?, ¿Por qué me sentía tan miserable pensando que solo él podría amarme? Una parte de mí estaba enganchada a Jack, no sabía si era porque de verdad, una parte de mí lo amaba o era la simple costumbre o mi miedo a estar sola. Mi corazón ya no daba para más, ¿por qué no puedo encontrar a alguien real que de verdad me ame y no solo finja hacerlo?

Mis sollozos estaban algo descontrolados. Sentía que me faltaba el aire... me comenzaba a sentir miserable. Salí del camarote y entré al elevador con los ojos cerrados.

- ¿Está bien señorita? –preguntó un chico. 

 - No realmente, pero no quiero hablar de eso –tomé el celular y traté de responder.

"Me enamoré de ti –escribí- no puedo callarlo más. Estoy enamorada de ti y no puedo evitarlo, no sé si de verdad soy importante para ti, no sé si lo que dices es verdad. Pero no puedo callarlo más. Mi novio es un idiota y en lo único que pienso es que preferiría salir contigo que con él" –envié. Salí del elevador y fui directamente a proa. Allí estuve tomando fotos de mucha gente a mí alrededor, hasta que mi celular volvió a vibrar.

"No sé qué decir, la verdad es que me sorprendió mucho tu mensaje, pero no puedo decirte otra cosa más que, yo siento lo mismo que tú, estoy enamorado de ti Iris. No dejo de pensar en la maravillosa persona que eres y lo mucho que extraño tus mensajes cuando no hablo contigo" –recibí.

"¿Por qué solo existes en mensajes?, ¿por qué solo te puedo querer por aquí?" –estaba llorando con más intensidad.

(Narra James)

Iris me había dicho que estaba enamorada de mí. Yo le respondí exactamente lo mismo pues desde aquella primera noche, su forma de hablar, su forma de tratarme... me hicieron sentir especial.

"¿Por qué solo existes en mensajes?, ¿por qué solo te puedo querer por aquí?" –recibí. Halston estaba sentada frente a mí, hablándome de no sé qué tontería. Pasé las manos bajo la mesa y comencé a responderle.

"No tienes idea de cuánto me gustaría estar contigo. Le soy infiel a mi novia contigo Iris, eso nunca había pasado. Nunca me había enamorado de alguien por un mensaje de texto, te puedo asegurar que eres la excepción a cualquier hecho... te quiero y no lo puedo explicar" –envié.

"David, eres muy especial para mí. Aunque solo te pueda tener por aquí, prométeme que siempre, siempre estarás conmigo. Prométeme que no me abandonarás" –pidió. Sentí cómo mi corazón se partía en dos, necesitaba urgentemente estar con ella. Mordí mis labios nervioso y Halston tomó mis manos.

- ¿Amor, estás bien? –preguntó. 

 - Necesito algo de aire –dije pagando la cuenta. Ella se quedó allí sentada y yo salí corriendo al elevador. Desde dentro contesté.

"Te prometo Iris, que siempre estaré detrás de esta pequeña pantalla. Siempre estaré dispuesto a escucharte, no me importa qué hora sea, qué día sea, simplemente quiero que sepas, que siempre estaré para ti" –envié.

Al salir fui directamente a la proa, allí sentada en el suelo noté que ______ estaba llorando. Me acerqué a ella y cuando me vio rápidamente limpió su rostro.

- ¿Por qué lloras? –pregunté preocupado.

Messages (James Maslow) Where stories live. Discover now