Capitulo 36 "Descubriendo la felicidad... bueno casi"

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(Narra _______)

Cuando desperté pude ver los rayitos de sol acariciando la espalda descubierta de mi novio. Abracé una almohada y me quedé observándolo un ratito. Luego busqué mi ropa interior y me puse su camisa. Me quedaba como un blusón, fue genial hacer eso nunca lo había hecho. Podía aún oler su aroma en mi piel. Tomé una almohada pues me recostaría en la sala hasta que él se despertara.
Antes de salir James se despertó y se enrolló en una sábana desde la cintura.

- Hola hermosa -me dijo y yo le sonreí.
- Hola -dije y abrí la puerta. Al salir de la habitación mis mejillas se encendieron como llamaradas al mirar hacia el silloncito.
- Buenos días -dijo Kendall desde el sillón, a James se le calló la sábana del susto y yo le puse la almohada en "esa" parte para que no lo viera.
- ¿Qué haces aquí? -dijo James sosteniendo la almohada.
- Venía por ropa, pero no me atrevía a entrar.
- ¡Vete! -Dijo James con los dientes apretados- Yo te llevo algo más tarde.
- De acuerdo -dijo y me sonrió, levantó las cejas un par de veces y yo apreté una sonrisa entre mis dientes- Lamento haber interrumpido.
- Ya sal de aquí, Kendall -dije riendo. Él también rió y se fue.

Caminé hacia la cocinita y serví dos vasos de jugo. Busqué unas galletas mientras salíamos a desayunar a algún lado. Mientras estaba levantando la mano y poniéndome de puntitas para bajarlas de la alacena sentí cómo me abrazaban por la cintura.

- Siento que nos interrumpieran -dijo en un susurro. Me estremecí.
- Tranquilo, no interrumpió nada importante -dije entrelazando mis manos con las de él.
- Para mí sí era importante -dijo besando mi cuello. Me giré para estar frente a él, traía sus jeans grises puestos. Me encantaba cómo se veía. Me levantó y me puso encima del bar, puse las piernas en torno a su cadera y él me besó la barbilla y luego los labios.
- Tengo que ducharme -le anuncié.
- ¿Te puedo acompañar? -preguntó.
- Me ofendería si no lo hicieras -dije atrapando su labio entre mis dientes.

Me cargó y fuimos juntos hacia la regadera. No duramos mucho dentro pues teníamos demasiada hambre.
Luego de cambiarnos, James buscó algo de ropa para Kendall. Tomé una foto de los dos con mi celular y la puse de fondo. Nos veíamos realmente bien.

- ¿Le diremos a los chicos que estamos juntos? -preguntó.
- Pues si no les decimos se darán cuenta -dije riendo- No creo estar mucho tiempo alejada de ti.
- Yo estoy más que de acuerdo con eso.

Salimos de su camarote y él venía tomando mi mano. Llegamos al mío y al abrir la puerta mi hermana traía solo una camisa puesta y Kendall se subió rápidamente el pantalón.

- De acuerdo -dije yo- no vuelvo a comer en esa mesa -cerré mis ojos.
- Lo siento, lo siento -dijo mi hermana y corrió al cuarto.
- ¿Sabían que se toca antes de entrar a un camarote de una pareja? -comentó Kendall.
- Lo mismo digo yo -dijo James
- Bueno... ahora vengo -dijo y se encaminó al cuarto.
- Toma -dijo y le aventó la mochilita con la ropa. Él la tomó en el aire y entró al cuarto.

No pude evitarlo pero reí en una carcajada y James también lo hizo.

- Jamás pensé que también allí se podría... -dijo él pensativo.
- Luego probamos -dije y lo abracé.
- ¿Quieres ir por algo al camarote? -preguntó levantándome las cejas.
- Tal vez... luego de desayunar -dije y lo besé dulcemente.

Al cabo de unos minutos salieron los dos bañados y arreglados. Mi hermana me miró y no pudo evitar sonrojarse.

- Lo siento -dijo ella.
- No te preocupes -dije riendo un poco.
- ¡Qué pena contigo! -dijo mi hermana antes de saludar a James. Él se sonrojó y rió nerviosamente.
- No fue nada tranquila -dijo y le dio un beso en la mejilla.
- Pensábamos ir a desayunar con los chicos -anunció James.
- Pues vamos juntos -dijo Kendall.

Salimos del camarote y ellos caminaban de la mano, James trató de hacer lo mismo pero yo me alejé un tanto apenada.

- ¿Qué pasa? -dijo cerca de mí.
- Nada, es solo que quiero que se den cuenta hasta que estemos todos -dije alejándome de él.
- Eres cruel, no me dejas abrazarte -dijo y me miró triste.
- Tranquilo, si hace unos días fingías, podrás fingir unas horas más -le apreté la mano y luego lo solté.

Llegamos al camarote de los chicos y allí ya estaban Logan, Izzy y Dustin. Pasamos todos y me abrazaron gustosamente como ayer.

- ¡_______, me alegra verte! -dijo Izzy abrazándome.
- A mí también me gusta venir con ustedes -dije honestamente.
- A mí me gusta que vengas con una sonrisa sincera, justo como cuando te conocí -dijo Alexa.
- Sí bueno...
- ¡______ y yo somos pareja! -gritó James me tomó en sus brazos y me plantó un beso. Sentí como el estómago se me caía hasta el suelo. Tenía los ojos abiertos y la cara totalmente roja.
- ¿Qué ustedes qué? -se escuchó al unísono.

Hice que me bajara y todos nos miraban sorprendidos. Incluso mi hermana estaba sonriendo y Kendall levantaba un par de veces sus cejas.

- Eh... -yo no sabía qué decir.
- ¡Felicidades! -gritó Carlos y me abrazó. Yo me quedé aún paralizada pero cuando noté que todos me abrazaron felices y James estaba contento se me quitó el nerviosismo.

Juntos salimos a desayunar. En el camino nos encontramos con mi padre y notó que estaba de la mano de James.

- Buenos días -dijo mi padre para saludar a mis amigos.
- Buenos días señor Flynn -saludaron todos. Mi papá les sonrió y tomó mi mano.
- ¿Hija podemos hablar?
- Claro.
- Estaremos en el restaurante del segundo piso -anunció Carlos- ¿allá nos alcanzas? -preguntó.
- Sí -dije y James no se fue.
- ¿Te espero? -susurró.
- Ve, ahorita llego. Estaré bien -dije y me abrazó. Él se fue y mi padre me llevó a su camarote. Se sentó en la mesita, justo como se sentó cuando me interrogó por el compromiso con Jack. Me senté frente a él.
- ¿Qué pasa, papá? -pregunté.
- ¿Qué haces tan acaramelada con James si estás comprometida? -preguntó, movió extrañamente su bigote.
- No estoy acaramelada, solo estoy saliendo con él. James es mi novio -le informé y él abrió los ojos como plato.
- ¿Pero y Jack? -preguntó preocupado.
- Terminé con él, estaba harta de que me tratara como basura cuando nadie nos viera.
- ¿Te trataba cómo? -dijo molesto.
- Cuando nadie nos observaba me gritaba y casi sentía que me podía golpear.
- ¿Por qué nunca me dijiste nada?
- Porque no, él no era así, no sé qué le pasó.
- Ese hijo de... -susurró la palabra para sus adentros.
- No importa ya papá -dije con una sonrisa-. Ahora salgo con James y... creo que estoy enamorada de él.
- No creas hija... lo estás -dijo muy seguro.
- ¿Eh? -dije confundida.
- Se te notaba a miles de kilómetros de distancia que te gustaba.
- ¡Papá! -dije nerviosa y levantándome del sillón.
- Bueno hija, me alegra que ahora sí estés con alguien que me agrade. Si ese estúpido se te vuelve a acercar o te llega a tocar, me las va a pagar.
- Tranquilo papá estaré bien, ¿quieres ir con nosotros a desayunar? -pregunté amablemente.
- No hija, no me vería bien entre tanta juventud. Yo ya no estoy para esos trotes -dijo aumentándose la edad con cada palabra.
- ¡Vamos papá! -dije animándolo.
- No hija, gracias. Además, tengo una cita -dijo apenado.
- ¿Una cita? -mi padre caminó a su habitación- ¿cómo?, ¿Cuándo?, ¿con quién? -ahora la que parecía el padre era yo.
- Con una señora muy bonita llamada Casey, hoy a las tres de la tarde, comeremos juntos.
- ¿Dónde se conocieron? -pregunté.
- En el bar, hija -dijo como si no fuera la gran cosa. No sabía cómo sentirme acerca de esto. Recordé a mi madre con él y otra chica me hacía sentir incómoda.
- Hija... nunca hemos hablado sobre... salir con alguien más. Bueno, que yo salga con alguien más...
- Papá... ¿te importaría si hablamos de esto más tarde? -él me miró un poco triste-. Yo tengo un almuerzo al cual ir y tú tienes una cita.
- Hija...
- Así déjalo papá -dije y salí del camarote.
- ¡_______! -se escuchó desde su cuarto. No me detuve.

Messages (James Maslow) Where stories live. Discover now