Capitulo 37

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Mini maratón 1/3

Caminé hacia el elevador y allí me encontré con los Ed's, mi hermano y el del elevador.

- ¿Sabías que papá tiene hoy una cita? -le pregunté a mi hermano. Él me miró sorprendido.
- Sí, con la señora Casey -dijo como si no fuera la gran cosa.
- ¿No te molesta? -le pregunté.
- En realidad no. Creo que papá se merece... -se abrió la puerta del elevador en el segundo piso.
- Adiós -dije y fui directa al restaurante.

Caminé entre todos los que había cerca y noté cómo desde una mesa lejana James levantaba los brazos. Entré y al llegar los chicos se levantaron. Me senté al lado de James y comenzamos a desayunar juntos.
Todos estaban desayunando y riendo. Siempre que estaba con ellos parecía estar viendo un programa de chistes o algo así. Sin embargo, yo me sentía extraña con la situación de mi papá.

- ¿Pasa algo? -preguntó James. Tomó mi mano debajo de la mesa.
- Luego te digo -dije y le sonreí.

Decidí dejar este asunto para después, se suponía que me estaría divirtiendo con ellos y yo pensando en mi padre.
Después de estar divirtiéndonos allí, fuimos al saloncito a que ellos ensayaran pues al parecer tendrían una presentación más en unos días.

- Deberías de cantar algo ______ -dijo Dustin.
- No gracias -dije honestamente.
- ¿Por qué no? -preguntó mi hermana.
- Porque no tengo ganas... -James me sonrió.
- Canta algo... -pidió Alexa.
- Que cante algo Helena, ella tiene la misma voz que la mía -dije sonriéndole. Ella se sonrojó, la verdad es que ella cantaba mucho mejor que yo.
- No gracias -dijo ella apenada.
- Cuando ella cante yo cantaré -sabía que ella no se atrevería así que por eso lo dije. Kendall se acercó a Helena, le susurró algo al oído y ella sonrió.
- De acuerdo cantaré algo, pero tú tocarás la guitarra o el piano -pidió.
- ¡¿Qué?! -dije sorprendida. ¿Kendall qué le habría dicho?

De repente al saloncito entró mi hermano y venía bastante molesto. Fue directo a Carlos y le pegó un puñetazo.

- ¡Hey! -gritamos todos y Dustin rápidamente lo separó de Carlos, Logan se le acercó a Ed y estaba dispuesto a golpearlo, mientras que Kendall revisaba a Carlos, James también se movió con rapidez.
- ¡Hey! -Grité yo y me puse frente a Ed, me di vuelta y lo observé -¿Qué te pasa, por qué le pegas a Carlos?
- ¡Pregúntale a él! -dijo más que furioso.
- ¿Qué se supone que tengo que saber? -dijo Carlos sobándose uno de sus labios sangrantes.

Ed se dio media vuelta y salió por la puertecilla.

- ¡Más vale que controles a tu hermano _____! -me gritó Alexa, quien sostenía la cabeza de Carlos.

Me quedé paralizada en el lugar, Helena me dio una rápida mirada y yo suspiré. A este tipo qué le habrá picado. Rápido ella y yo salimos de allí y los chicos no dudaron en seguirnos.

- Eh -le dije a James- quédate, esto se resuelve entre nosotras.
- Pero... -Kendall no quería dejar ir a mi hermana.
- Calma, es mi hermano... tengo que ver qué le pasa -dijo ella.
- En un rato volvemos -informé y nosotras comenzamos a buscarlo.

Primero fuimos a su camarote y no había nadie. Luego fuimos a la cubierta y tampoco lo vimos. Estuvimos algunas horas buscándolo. La verdad ya estaba cansada, luego le pregunté a Ed del elevador, si lo había visto y dijo que estaba con la tal Penny. Fuimos al bar del cuarto piso y notamos que allí estaba él con la rubia. Ella parecía acariciar su cuello.
- ¡Ed! -le grité.
- ¿Qué? -dijo algo molesto.
- Ven tenemos que hablar -le dije.
- No tengo nada que decirte -me informó.
- No me interesa, te digo que vengas.
- _____, no soy un niño pequeño al que puedes dominar cuando quieres -dijo molesto y se levantó de su banquito. La rubia lo imitó.
- Ed, tú no me vas a ignorar a mí.
- ¡Basta ______, no eres mi madre! -me gritó.
- ¡Yo no dije que lo fuera! -dije molesta y lo jalé de la camisa.
- ¡Déjalo, ya lo escuchaste! -me gruñó la pequeña rubia a su lado.
- ¡Tú cállate, esto no es contigo! -dije furiosa.
- ¡No le hables así! -me gritó y empujó mi hermano.
- ¡No me grites! -Dije y le pegué una cachetada, de la cual inmediatamente me arrepentí- ¡Ed, lo siento! -dije tratando de tocar su mejilla dolorida.
- No... -dijo y caminó lejos de mí.
- ¡Ed! -grité.

Messages (James Maslow) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora