Capitulo 20

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Lena
Miro a todas las chicas de la escuela y noto que todas tienen el uniforme: camisa blanca, corbata, pollera, medias y zapatos. Me gusta el uniforme, y mi pollera es mas corta de lo permitido y sigue siendo mucho mas larga que el resto de las mini faldas que usan mis compañeras de escuela.
El pedacito de tela que usan por pollera es diminuto. Podrían venir en bragas y no habría diferencia. Putas. No entiendo porque les encanta tener la atención de los hombres de esa manera. Luego se quejan de que las violan o que su novio les falta el respeto. Idiotas.

No miro ni saludo a nadie cuando entro al aula y me siento en mi lugar. Saco de mi mochila mi libro y sigo leyendo desde donde lo deje. Llegue diez minutos temprano porque aun no me acostumbro a la distancia que hay desde el colegio hasta mi departamento, aparte, no tengo que hacer allí, y Paula no se levantaría hasta las nueve treinta ya que tiene clases a las once.

-Lena -Una voz femenina me habla y levantó mi vista para comprobar que no me equivoco- Queríamos disculparnos por lo del sábado. Alex nos dijo... -Andy comienza a excusarse pero la detengo. El idiota de Alex me beso y estoy molesta, por mas de que me halla gustado.
-Esta bien -intento sonar amable, pero mierda, si que es dificil.
-¿En serio? -Támara me sonrie.
-Claro, yo no miento -le devuelvo la sonrisa.
Andrea y Támara sonríen, asienten y se dirigen a sus respectivos asientos, dejando a Nicolas parado a unos pasos frente a mi. Se acerca timidamente y me dedica una sonrisa nerviosa. Al parecer todos los chicos son timidos. O yo los intimido.
-Hola Lena -Su voz es dulce y suave.
-Hola, Nicolás -Ya me es difícil ser amable con las mujeres, ni hablar de los varones.
-Me preguntaba si... -mira para otro lado y yo lucho coña ala curiosidad, la que me insiste en que me de vuelta- si te gustaría que salgamos los dos -lo miro perpleja, ¡¿Me esta invitando a salir?!- a modo de disculpa por lo del sabado -su voz es nerviosa.
-Ya los perdone, no hay necesidad de que salgas conmigo -mi tono de voz es mas brusco de lo que me gustaría sonar.
-Esta bien -suspira y se sienta en su lugar, atrás mio.

Una vez tranquila, sigo leyendo mi libro. Una sombra me indica que hay alguien parado enfrente mio. Maldicion, hoy es el día de interrumpir mi lectura. Lo ignoro hasta que apoya una de sus manos en mi mesa. Levantó la vista de mala gana y me encuentro a Alex apoyado en el respaldar de la silla del frente.
Si, como no.
Miro desafiante a sus intensos ojos verdes. Enarco una ceja en cuanto veo ojeras y una mirada con preocupación.
Que sea un robot sin sentimientos no impide que vea las emociones y los detalles de las demás personas.
-Lena... lo lamento, no debí besarte -dice con su gruesa voz.
¿Por que loa idiotas tienen una voz tan sexy?
Para que caigas en la tentación.
-Pero lo hiciste -digo cortante. No soy de esas chicas que van a perdonar y a aguantar las idioteces.
-Lo se, y lo lamento -Sus ojos se vuelven de un color mas... Intenso. Me gustaría que mis ojos fueran de otro color- no debí hacerlo sin tu permiso.
-Como sea -blanqueo los ojos e intento volver a mi lectura, mas su voz me lo impide.
-¿Me perdonas? -su expresión de cachorrito abandonado hace que me den ganas de reír.
-Si, claro -mi voz es seca e indiferente. Ignoro el hecho de que aun sigue frente mio y sigo leyendo. Escucho que suspira y se incorpora para dirigirse a su lugar.

La profesora entra y empieza a dictar la clase. Da un tema y lucho por entenderlo, por suerte ella explica bastante bien y logro realizar bien los ejercicios.

La siguiente clase es igual; explicación y ejercitación. Termino primera pero no me levanto. Dejo el lápiz en la mesa y comienzo a jugar con un mechón de mi cabello. Ya esta largo y el corte recto no me gusta. Lo cortaré mañana.
El profesor hace acto de presencia a mi lado tendiendome su mano. Tardo unos segundos en entender que me esta pidiendo, hasta que reaccionó y le entre mi hoja. Se da vuelta y hace lo mismo con Alex.
Ignoro al resto del mundo, sumiendome en mis pensamientos.
Sin duda estoy feliz, a pesar de todo. Al fin logre salir de mi maldito pueblo. Se que llegue hace una semana, pero estar con en uniforme del Montserrat lo hace mas real.
El timbre suena y el bullicio de los estudiantes se hace presente de forma inmediata. Guardo mis cosas para poder ir a mi casillero y sacar mis cosas de arte. Tiro del cordón de mi mochila, cerrándola, y bajo la tapa, trabando la con el botoncito magnetizado.
Me levanto e intento salir del aula, cuando el profesor me detiene.
-Señorita Torres -lo miro preocupada- su trabajo -me extiende la hoja y yo la tomo. Un 10 de color verde sobresale en la parte de arriba de la hoja.
-Gracias -le sonrió con sinceridad al profesor e intento volver a salir, pero como ya dije, intenté puesto que el profesor me volvió a detener.
-Espere -giro sobre mis talones y lo miro- la semana pasada le informe sobre un club de matemáticas -asiento suavemente- quiero que entre en el -Joder, ¡Que emoción! Nunca había estado en un club y es muy emocionante que te metan en uno a la semana de haberte conocido.
-Esta bien -contesto con una sonrisa.
-Nos reunimos todos los martes y jueves, pero usted y Alex solo van a ir los jueves -mira a Alex (que recién noto su presencia) y el asiente- El jueves, después de clases en la biblioteca.
-Esta bien -sonrio y esta vez si logró salir del aula.
***

Como lo SoñeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora