Lo mejor que Agnus sabe hacer es escribir. Su vida cambió desde que una tarde de verano conoció esa página de historias en línea y decidió subir las suyas. Lo que no espera, es que su vida vuelva a cambiar con la llegada de un huracán de delirios, r...
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Verte valiente.
Verte fantástica, amor.
Verte no rendirte.
Verte luchando y verte perseverando.
Amor, de esa forma quiero verte para siempre.
Fin.
"Para ella", poema de @StaryStrong7.
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Las cuatro semanas de vacaciones finalizaron. Me saqué una interminable cantidad de fotos y recorrí cada rincón de París con sus monumentos, museos y las preciosas calles que solía añorar en las fotos de Tumblr. La familia de Cielo fue muy amable con nosotras y nos trataron como si fuésemos miembros de ella. También conocí el campus de mi facultad y la residencia donde viviré y disfruté al imaginarme a mi papá de joven en este lugar. Me alegró grandemente saber que Cielo será mi compañera de habitación, gracias que lloramos ―literalmente― ante la administración. No fue fácil, pero nuestras voces chillonas y las lágrimas, dieron sus frutos. Nada iba a impedir todos nuestros planes de primer año. Fue increíble estar de pie frente al edificio en el que pasaría tres años de mi vida, donde aprendería, y tendría una nueva vida. Y lo más importante de todo: cumplí un sueño que le prometí a papá.
―¡Bounjorrrrr, pedazo de soquetes!―exclamó Austin al bajar del avión. Yo reí, porque sé qué hacía referencia a un capítulo de Los Simpson, pero tuve que hacerlo callar por las dudas que alguien malinterpretara su tonta mente―. ¡Austin ha llegado, plebeyos!
―No hay caso contigo ―Sigo riéndome y tomo su mano―. Vamos, tonto.
Fuimos recibidos por Cielo y almorzamos en su casa. A la tarde nos tuvimos que separar, ya que trasladamos todas las cosas hacia nuestras respectivas habitaciones. La que me tocó con mi amiga pelirroja, es una mediana en el segundo piso de la residencia de mujeres; tiene dos camas, dos escritorios y un baño decente. Ambas trajimos nuestros precarios libreros, fotos, adornos y cosas para llenar nuestro rincón. Entre galletas con chispas de chocolate y música de Echosmith, fuimos terminando de decorar el pequeño espacio.
