Tokio de Crystal.

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Capitulo 30: Tokio de Crystal

-¡Ahhhh!-Gritaba Serena con dolor llorando.- Me duele mucho Darien.- Sollozó apretando la mano de su novio fuertemente.

-Tranquila princesa, todo va a estar bien.- La alentó al oído pero sufriendo por su dolor.

-Te juro que si me vuelves a decir una maldita vez más que todo va a estar bien te voy a arrancar la cabeza.- Gruñó enfurecida y por primera vez en su vida, el Príncipe de la Tierra temió que su novia le hiciera algo, pero rápidamente ella cambió la cara y comenzó a llorar.- ¡Me duele!- Volvió a gritar haciendo fuerza.

-¿Doctor no hay una forma de que deje de dolerle?-Preguntó él girándose a ver al doctor que estaba entre las piernas de la rubia tratando de ayudarla con el parto. Era treinta y uno de diciembre, faltaban diez minutos para que el año acabara y Serena estaba a punto de tener a su hijo.

-Lo siento Príncipe, ella negó la epidural, ahora ya no se puede hacer nada.- Respondió el doctor concentrándose nuevamente en su trabajo.

Luego de destruir a Ruy, todos querían una explicación, por lo que les contaron toda la historia, al comienzo fue difícil pero después de hablar con todos los presidentes de todos los países de cada Universo, Darien y Serena fueron nombrados Príncipes del Planeta Tierra de Verisleo, mientras que Sakura y Shaoran lo eran del Planeta Tierra de Quemrolas, por lo menos hasta la boda de los cuatro, que se celebraría en Tremyeleo luego del nacimiento del bebé, dónde serían coronados Reyes y Reinas. Desde que ellos cuatro gobernaban, las guerras entre países habían desaparecido, no había delitos, no más violencia, todo era completa paz en los tres Universos.

–Princesa, un esfuerzo más y ya tendremos a su heredero aquí.- Serena miró al doctor con tanta ira que él temió por su vida, mientras ella pujaba por infinitésima vez desde que había entrado en la sala de parto.-Ya salió la cabeza.- Exclamó emocionado, un minutos después el llanto de un bebé inundó la sala, al igual que una gran luz que emanaba del pequeño, todos sorprendidos no podían dejar de verlo hasta que el doctor rió.- Lo hemos tratado todos estos meses como un niño, pero estoy orgulloso de ser yo quien se los diga, es una niña.- Serena y Darien se miraron asombrados mientras una enfermera les acercó a su bebé, luego de que la limpiara, y la colocó en los brazos de la rubia.

-Hola pequeña.-Susurró la Princesa con lágrimas en los ojos.- Perdóname por creer que eras un niño, Darien mírala, es hermosa.- Exclamó girándose a él que las miraba embobado.

-¿Cómo le pondremos a esta preciosidad?- Preguntó acercando su mano a la manito de la beba, que atrapó su dedo como reconociéndolo.

-Ella es Hope, nuestra pequeña esperanza.- Respondió completamente segura y la pequeña abrió los ojos dejando ver unos hermosos orbes celestes claro, como el día.- Eres hermosa Ho...-Pero no pudo seguir porque una contracción la detuvo.- ¡Oh mierda!-Gruñó al momento en que Darien le sacaba a la niña por la cara de dolor que ella ponía.

-¿Qué pasa?- Gritó él preocupado y el doctor volvió a reír.

-Parece que son dos.-Rió colocándose nuevamente entre las piernas de la rubia y una enfermera se llevó a la pequeña de los brazos del Príncipe.- Le prometo Princesa que este será el último esfuerzo.- Juró mirándola precavidamente mientras ella asentía frenéticamente haciendo fuerza, en el momento en que se comenzaron a escuchar fuegos artificiales combinados con el sonido de las doce campanadas anunciando la media noche.- Feliz año nuevo.- Exclamó dos segundos antes de que nuevamente un llanto de bebé acompañado con una luz inundara la habitación.- ¡Este sí es un niño!-Gritó emocionado mientras se llevaban al bebé para limpiarlo y luego dárselo a la madre junto a su hermana que descansaba en los brazos de su padre.

Sailor Moon Card Captor.Where stories live. Discover now