Sailor Moon Card Captor.

La pesadilla se hace realidad.

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Capitulo 25: La pesadilla se ha realidad.

Al llegar al parque, había el cuádruple de sombras que las veces anteriores, y muchos más líderes, lo que les complicaba las cosas.

-No se separen de sus compañeros.- Gritó Sailor Star Fighter antes de lanzar su primer ataque hacia las sombras, al que se le agregó el ataque de Setsuna y segundos más tarde Mei-Ling estaba utilizando los poderes de Luz. Poco a poco los grupos se fueron desparramando por el parque, atacando a la mayor cantidad de sombrar posibles, pero éstas no se dejaban de reproducir, lo que no les permitía descanzar.

Sailor Moon, Sakura y Hotaru tomaron vuelvo hasta la copa de un árbol, desde allí arriba tenían mayor visibilidad, y a Sailor Moon se le oprimió el pecho al ver a sus amigas lastimadas por los ataques de los líderes de las sombras.

-Concéntrate Sailor Moon, debemos cerrar ese portal antes de que más sombras salgan de allí.-Llamó su atención Sakura, haciéndola salir de sus pensamientos, la miró y supo que ella también estaba angustiada.

-Lo siento, hagamos esto lo más rápido posible.-Pidió Sailor Moon tomando su cetro con fuerza. Sakura asintió de acuerdo y tomaron vuelo, pero en ese momento, un grito irrumpió del medio de la pelea, haciéndolas pararse abruptamente. Todos se detuvieron y giraron sus miradas hacia la procedencia del grito, logrando que las sombras los capturaran inmovilizándolos.

-¡Kimeko!- Fue el grito de Yue antes de colocarse entre una sombra y Sailor Galaxia, quien estaba a punto de ser atravesada, los ojos de ésta se abrieron de par en par al ver cómo el brazo de la sombra atravesaba el pecho del Mago.

-Yue.-Susurró Galaxia sorprendido cuando el Guardían comenzó a caer hacia atrás, rápidamente detuvo su caída colocándola sobre su regazo, Touya se apresuró a soltarse de las sombras para correr hacia ellos y defenderlos de las sombras que querían atacarlos, sin poder evitar mirar preocupado a su amigo.- Yue, ¿Qué hiciste?- Le preguntó acariciando su mejilla, mientras de sus ojos caían pequeñas lágrimas.

-No podía permitir que te hicieran daño. Creí que sería lo suficientemente fuerte como para defendernos a ambos, pero parece ser que mi alma el débil.- De la herida de su pecho comenzó a extenderse una sombra. – Lo siento mucho. Pero ahora deben irse, corren peligro. Cuando me convierta en sombra los comenzaré a atacar y no quiero hacerlo.- Su voz era cada vez más débil y Galaxia no podía evitar acariciar sus mejillas. Las Sailors y los Magos comenzaron a soltarse de las sombras, luchando con todas sus fuerzas para llegar hasta Yue. Sailor Star Healer luchaba por llegar rápidamente hasta ellos para curarlo, pero las sombras sabían sobre sus poderes y se lo ponían difícil.

-Yue, no tendrías que haberlo hecho. – Los ojos del Guardían se aguaron, pero no eran sus ojos, sino los de Yukito, los que miraban a la Sailor con amor.- No puedo creer que hayas hecho esto por mi.- La transformación de Yue desapareció.

-Haría esto y mucho más por ti Kimeko. No pude decírtelo antes, pero recordé muchas cosas de nuestro pasado, recordé el amor que nos teníamos. Recuerdo tus lágrimas cuando te despediste de mí antes de cerrar el portal. Y no puedo evitar volver a sentir ese sentimiento. Te amo Kimeko, y lamento mucho haber esperado hasta ahora para decírtelo. – Kimeko abrazó fuertemente a Yukito, sollozando. - Pero ahora deben irse, Touya por favor, llévatela. Vayanse todos.- Touya miró a su amigo medio convertido en sombra y no pudo evitar la lágrima que se escapó de sus ojos. –Touya, por favor.- Con un gran esfuerzo, el morocho agarró a Galaxia de los hombros y la separó de Yuki.

-No, no por favor, no. ¡Yukito!- Comenzó a gritar desesperada, queriendo volver hacia él, pero Touya la tenía bien agarrada.- Por favor Touya, déjame despedirme, déjame ir con él.- Y él quiso hacerlo, en verdad quería dejarla despedirse, pero las sombras se habían apoderado casi al completo de su mejor amigo y él no le perdonaría nunca arriesgarla así. -¡No!- Sollozó cuando el cuerpo completo de Yukito se obscureció. Sakura y Nakuru habían llegado hasta ellos y ambas tuvieron que contener las lágrimas al ver al cuerpo de Yukito ensombrecido levantarse como una marioneta.