Sailor Moon Card Captor.

El amor

Capitulo 18: El amor.

Mientras Yaten y Mina se confesaban su amor, el resto de las Sailors seguían su entrenamiento, aunque preocupadas por su amiga, Seiya y Taiki solo rogaban que su hermano no hiciera alguna estupidez y que de una vez por todas le confesara a la rubia sus sentimientos. Tanto habían estado usando sus poderes y tanto pensando en la pareja que luego de media hora se sentían exhaustos, y pensando en el embarazo de Serena, Seiya les otorgó a todos un momento de descanso.

Serena aprovechó eso para salir hacia la cocina por algo de comer, acompañada de Rei que no la quería dejar sola. La sacerdotisa no podía dejar de pensar en el bebé que su amiga esperaba, y en todo lo que eso significaba. Sentía una gran necesidad de protegerla y no abandonarla.

-Serena, ¿Qué te parece si en vez de comer algo que haya en la cocina salimos a comer algo a afuera?-Preguntó Rei mientras caminaban hacia la cocina, Serena se veía tan preocupada que solo quería distraerla un rato.

-No lo sé Rei, debemos entrenar, las sombras son cada vez más poderosas y no aún no logro traspasar el escudo de Hotaru para hacer mi ataque.-

-Ya lo sé Sere, pero lo que necesitas ahora es descansar, tanto entrenamiento y tanto estrés le van a hacer mal al bebé.-

-En eso tienes razón, al fin y al cabo no quiero que nada le pase a Rini.- Rei se quedó parada en su lugar, totalmente desencajada.- Si algo me pasa durante el embarazo eso se verá inmediatamente reflejado en Rini y eso en estos momentos seria lo peor.- Serena seguía caminando sin darse cuenta de que Rei se había quedado pasos atrás.

-Serena.-La llamó Rei, pero ella seguía hablando sobre cómo debía cambiar su dieta para cuidar de Rini.- Serena.- La volvió a llamar y ella se dio la vuelta.

-¿Qué pasa Rei?- La felicidad que sentía al hablar de su bebé se fue opacando por la preocupación al ver a su amiga en shock y ella al notar eso decidió callar.

-Nada, nada. No te preocupes.- Pidió y cortó las distancias para seguir caminando, pero esta vez era Serena la que se quedó parada, mirándola tristemente y tocando su vientre con preocupación.

-Ya lo sé Rei.-Anunció con la voz rota y la morocha se giró con los ojos abiertos por la sorpresa.

-¿Qué es lo sabes Serena?-

-No soy tan tonta como todos creen. No hay manera de que el bebé que estoy esperando en este momento sea Rini. Ella fue concebida y nació durante el milenio de Cristal.-Las lágrimas caían por los ojos de la rubia y Rei no pudo evitar correr a abrazarla.

-¿Por qué no dijiste nada?—

-Porque no quería aceptarlo. Decirlo en vos alta es aceptar que voy a perder a este bebé, que voy a hacer algo mal y que no lo voy a ver crecer, y yo no quiero eso Rei. Quiero que este bebé nazca, que crezca, que dentro de unos años sea el hermano mayor de Rini. mucho a este bebé, aunque aún no haya nacido, y tengo miedo, mucho miedo.-

-No te preocupes Serena, yo no voy a permitir que nada te pase, ni a ti, ni a tu bebé, ni a Rini. Yo los voy a cuidar. No voy a dejar que esas sombras se acerquen a ti. Te lo prometo.-

-Es que tengo tanto miedo Rei, no creo ser capaz esta vez, tengo ese horrible presentimiento de que otra vez lo voy a perder todo, pero ahora no va a haber una segunda oportunidad.-

-Serena, no importa lo que pase, no importa lo que cueste, te prometo, te juro, que de esta salimos todos bien y que al fin vamos a poder ser felices como hace tanto tiempo estamos esperando.- La rubia le sonrió y la abrazó fuertemente, deseando con todo su corazón que eso fuera verdad.