Sailor Moon Card Captor.

La visita inesperada.

Capitulo 6: "La visita inesperada"

En el parque número 10 de Tokio, una pareja de jóvenes disfrutaba de un picnic. Ella, de cabellos rubios y ojos celestes, era Serena Tsukino, y él, de pelo negro y ojos azules, era Darien Chiba. La ocasión por la que estaban en ese parque en un picnic, era su sexto aniversario de novios.

Ya hacía cuatro años que las Sailor Scouts habían luchado contra Galaxia, y al fin estaban disfrutando de una vida normal. Cada una estaba estudiando la carrera que más le gustaba, o en el caso de las outers y de Darien, ya se habían recibido y trabajaban en lo que los apasionaba. Amy había entrado sin problemas a la carrera de medicina, obteniendo las mejores calificaciones. Lita estaba emocionada con su entrada en la escuela de cocina, y tenía un gran

futuro como chef, según sus profesores. Rei se había anotado en una escuela de música y sus profesores ya le habían conseguido algunos recitales para exponer su música, acompañada de Mina, que había entrado a la misma escuela. Ambas tenían futuro en eso. Setsuna había abierto una línea de ropa unisex reconocida en todo el país. Haruka y Michiru habían adoptado oficialmente a Hotaru como su hija. Haruka corría profesionalmente en las carreras de autos más importantes de Japón, mientras Michiru tenía conciertos de violín todos los fines de semana. Y la pequeña Hotaru terminaba la preparatoria, con sueños de convertirse en maestra de kínder.

Luego de lo sucedido con Galaxia, Darien no quiso separarse de Serena, por lo que se decidió a conseguir empleo en su país natal. Lográndolo al ser aceptado en el hospital más importante de Tokio como doctor general. Y Serena, aunque estaba triste porque Darien dejara sus sueños, estaba muy feliz de que él la pasara a buscar a la salida de sus clases para convertirse en profesora.

-¡Darien deja de hacerme cosquillas!-Se escuchó el grito entre risas de la rubia, haciendo que algunos aves que se posaban en el árbol en el que estaban apoyados, salgan volando velozmente.

-Entonces confiesa que fuiste tú la que se comió las galletas de chocolate que puse dentro de la canasta.-Exclamó su novio sin parar de "torturarla", sonriendo por la felicidad de su amada. Desde la lucha con Galaxia habían podido disfrutar de momentos así muy seguido.

Tranquilos, disfrutando el ahora, sin preocuparse por la llegada de un nuevo enemigo.

-Está bien, yo me comí las galletas, pero es que estaban tan ricas... ¡Son mis favoritas!-Confesó segundos antes de ser liberada, suspirando de alivio.

-Así está mejor.-Murmuró para luego besar los labios de la rubia que muy enamorada, aceptó el beso. -Te amo.-

-Yo te amo mucho más mi querido Darien.-Susurró emocionada abrazándolo fuertemente, para comenzar a llorar.

-¿Qué pasa princesa?-Cuestionó preocupado separándose para mirarla a los ojos, las lágrimas de ella no dejaban de correr y él se preocupaba más y más.-Princesa, me asustas.- Murmuró acariciando su espalda para tratar de tranquilizarla.

-Sé... sé que esta tranquilidad de la que hoy disfrutamos no será para siempre, sé que vamos a

tener que enfrentarnos a nuestro peor enemigo, al más poderoso, al que hará que el mundo que ahora conocemos cambie. Y sé, que ese momento está cerca.-Sollozó Serena con impotencia.-Y tengo miedo de volver a perderte Darien, siempre te pierdo, y no quiero.-Darien la abrazó con más fuerza de la que ella había puesto antes. Entendía su miedo, era el

mismo miedo que él tenía todas las noches.

-Esta vez no me perderás princesa, esta vez me quedaré contigo para siempre.-Afirmó dándole un gran beso. Pero antes de poder seguir, una gata negra saltó junto a ellos asustándolos.