Capítulo 45: La perfecta combinación para tener algo de mala suerte.

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Diez minutos después seguimos en pijamas. Agnus se preparó un café y yo tomaba mates con galletitas y criollitos de por medio. Hablamos sobre muchas cosas y eso incluye mis humillantes días en la librería. Para que entiendan un poco más la situación: Soy torpe y miope, la perfecta combinación para tener algo de mala suerte. Sin vueltas y concisa. Estoy algo loca e incluso muchas veces me gusta pensar que estoy un libro; donde yo soy la protagonista y todo sale como yo quiero... Entonces es ahí cuando me estampo con la realidad: Soy torpe y miope, la perfecta combinación para tener algo de mala suerte.

―¿Todo el café en los libros que llevaba? Qué horror ―musitó―. ¿Cómo pagarás los gastos de la vidriera que rompiste?

—Tengo que trabajar por un tiempo ahí...

Abrió los ojos sorprendida y comenzó a reírse en mi cara.

―Por lo menos él no te vio con tu periodo, Austin a mí sí ―Su voz se fue apagando a medida que terminaba la frase. Tomé su mano y la acaricié con la yema de mi dedo pulgar.

No me gustaba ver a Agnus de esta manera. Generalmente ella es una chica muy atolondrada, habla hasta por los codos y ahora está algo apagada. Desde que aceptó quedarse a dormir en mi antigua casa, ideé mis planes para arreglar lo que le estaba pasando StayStrong7.

Estaba de vuelta. Después de casi dos años de no viajar había vuelto a córdoba. Extrañaba mucho mi país, especialmente a mi provincia. Me gustaba Francia y las personas que había conocido, pero mi país es mi país. A pesar de las corrupciones, como en todos los lugares, entre otras cosas negativas, amo mucho a mi querida Argentina. Mi papá había conseguido trabajo en París, así que tomó la decisión de mudarnos. Tengo una gran familia de la cual yo soy la menor. Mi hermano, Israel, es el único que decidió no irse, ya que tiene a su familia acá. Entonces mi papá le dio regaló nuestra antigua casa. Ahora nos alojamos con la pequeña familia de mi hermano; su esposa y pequeño hijo.

Después de desayunar nos preparamos, tomamos el colectivo que nos dejaba al centro y nos bajamos en la plaza San Martin. Como es domingo, casi que no hay gente por las calles, así que eso nos dejaba caminar tranquilas sin el caótico andar del día a día.

―Extrañaba ver esta plaza ―Le digo a mi amiga al ver la gran catedral―. Cuando vivía acá pasaba todos los días y creo que, como los demás cordobeses, terminamos acostumbrándonos. Creo que a todos les debe pasar lo mismo, ya sea a los franceses con la torre Eiffel o el Big Ben de Londres y cualquier plaza central de un país. A veces acostumbrarse es malo ―Enredé mi brazo con el de ella.

Pasamos por la esquina del Patio Olmos, en frente hay una fuente que se construyó en el 2012, por la noche es hermosa porque el efecto que logran las luces, hace que el agua sea de colores.

―Acá me juntaba con amigas cuando era Flogger ―confieso con vergüenza. Agnus comienza a reír―. Sí...reíte todo lo que vos quieras...

―¿Tú eras Flogger? ―inquiere entre risas.

―Sí, ¿sabés? ¡Todos tenemos una época de la cual nos avergonzamos!

―No lo puedo creer, sobre que tu cabeza es naranja, te imagino vestida de muchos colores y bailando música electrónica ―Vuelve a reír y yo me uno a ella, no me queda otra―. ¿Cómo era tu Fotolog?

―No se lo digás a nadie, pero era Decimeetucieloo ―Le respondo y estoy segura que me pongo roja como un tomate.

Agnus agoniza de la risa.

―¡Basta! No seas mala, todos tenemos un pasado oscuro... o colorido, como en mi caso.

Un rato después llegamos a una heladería de Güemes, quería aprovechar este momento para hablarle sobre Austin.

Fuera de WattpadWhere stories live. Discover now