—Hmm... P-pues...

El sonido de un celular lo interrumpió, rápidamente descubrió que era el de él, miró la pantalla y se congeló por completo al ver el remitente, más trató de que no se notara mucho en su semblante. Carraspeó y pidió disculpas, levantándose de la mesa para atender su llamada.

Cuando estuvo lo suficientemente alejado de los chicos, por fin se llevó el celular a la oreja y descolgó la llamada, mordiéndose los labios con nervios.

¿M-mamá...? —Habló un poco bajito, asustado por la reacción que pudiese tener la mujer.

¿Te parece gracioso, Taehyung? ¿Hmm? —Tae frunció el ceño, sin comprender lo que decía— ¿Te crees muy gracioso por estar ignorando a tu madre?

Abrió los ojos desmesuradamente, había olvidado que ignoró los mensajes que su madre estuvo enviándole con insistencia, así también como sus llamadas y algunos mensajes de su padre también.

Yo... Lo s-siento madre, no quería...

Eres un desagradecido, un desagradecido de mierda con tu madre. Te crié por casi veinte años, Kim Taehyung, ¿Y así es como me pagas? ¿Deshonrando el nombre de la familia y saliendo con un imbécil drogadicto y sin futuro? ¿Y todo para qué? ¿Para que al final decidas que es buena idea quedarte a vivir en un país tercermundista de mierda como este? Eres un ingenuo, Taehyung. Se te van a acabar todas las comodidades que tenías cuando vivías en Corea; estoy segura de que el idiota ese con el que andas vive en una choza maloliente como el pobretón que es...

¡Cállate ya! —Explotó, estaba harto de todas las cosas horribles que decía su madre sobre Jungkook. La mujer se quedó en silencio, probablemente anonadada al escuchar que su hijo le alzaba la voz.

Taehyung incluso también se sorprendió de sí mismo, rara vez le alzaba la voz a cualquiera de sus padres. Entonces, sus ojos se abrieron desmesuradamente cuando captó la silueta de una persona conocida a tan solo metros de él.

Era su madre, caminando con pasos largos y el rostro ardiendo en furia, se acercó rápidamente hacia él y ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar o correr cuando vio que su madre se posicionó delante de él y le dio una bofetada que resonó fuertemente en todo el lugar, la gente lo miró con sorpresa y él solo quería desaparecer de la vergüenza.

Vuelves a callarme y verás como te va, Kim.

Sus ojos se cristalizaron, pero no de tristeza, sino de rabia pura; había sido cuestión de tiempo para que la bomba explotara y ese día, definitivamente era el día.

¿En serio? —Se burló, soltando una risa sarcástica— ¿Y cómo me va a ir?

La señora Kim apretó los dientes con molestia.

Mocoso insolente, deberías respetar a tus mayores... —La mujer levantó la mano, dispuesta a golpearlo de nuevo, pero el castaño fue más rápido y la sostuvo en el aire.

No me vuelvas a levantar la mano, madre. Es una vergüenza que quieras seguir golpeándome aún y cuando ya tengo 21 años, soy mayor de edad y creo que soy lo suficientemente grande como para tomar decisiones, ¿No lo crees? —La observó con molestia, la mujer simplemente se quedó en shock.

No tienes ni idea de lo que estás haciendo, Taehyung...

Claro que sé lo que hago —Interrumpió— Y sé muy bien que no quiero regresar a Corea si implica seguir siendo tu marioneta, madre. No voy a hacer lo que tú digas, Jungkook me hace feliz y me voy a quedar con él, no me vas a hacer cambiar de opinión.

Hyori apretó los puños y su mirada se oscureció aún más cuando observó a las espaldas de Taehyung, al culpable inminente de que su hijo estuviese comportándose de esa manera, Jungkook se acercó con lentitud hacia ellos e inmediatamente la mujer se quiso lanzar sobre él.

¡Tú! ¡Maldito vándalo! —Tae tomó a su madre entre sus brazos, impidiendo que se lanzara contra Jungkook, quién la observaba con confusión.

¡Basta mamá! —El castaño la sacudió para que reaccionase— Estás haciendo una escena enfrente de todos.

La señora Kim dejó de forcejear y miró a su alrededor, la gente observando de manera curiosa lo que estaba aconteciendo, se liberó de los brazos de su hijo y se acomodó el cabello y la ropa, bufando con molestia.

Eres un malagradecido Taehyung —Le susurró con molestia— Bien, quédate con tu novio drogadicto, pero eso sí, olvídate que alguna vez fuiste mi hijo, eres una vergüenza. —Sentenció, dándole un último empujón y caminando fuera del lugar, dejando al menor totalmente anonadado.

Jungkook había entendido la mitad de lo que sucedió y la otra mitad no había comprendido nada, así que se acercó lentamente a su novio, pero antes de que pudiese preguntarle algo, este salió simplemente corriendo sin rumbo alguno, dejándolo con la palabra en la boca.




coreanito › kooktae auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora