스물다섯

Mulai dari awal
                                        

Jungkook sonrió con ironía ante esas palabras. Desde ayer, había estado recibiendo informes cada dos horas sobre Jimin. Lo había dejado encerrado bajo llave en su habitación. No quería volver a casa y llevarse la sorpresa de no encontrarlo. Necesitaba vigilarlo… porque no tenía idea de qué haría o hasta dónde llegaría.

¿No ha gritado ni ha intentado patear la puerta para salir?

—No, jefe. De hecho, estaba tan callado que abrí la puerta en secreto para asegurarme de que aún estuviera allí. Pero… solo duerme.

Ya veo…

—No tengo nada más que informar. Lo volveré a llamar en dos horas.

—De acuerdo.

Jungkook colgó el auricular y se quedó mirando el teléfono por un momento antes de servirse un trago de whisky. Se lo bebió de un solo golpe.

Jimin no hacía nada. Al principio lloraba, gritaba. Pero en los últimos días… ni siquiera se había resistido. Su silencio comenzó justo después de que Jungkook mencionara el nombre de Seokjin. Jimin se había puesto pálido como si estuviera a punto de morir, había perdido los estribos por un instante… y luego se había rendido. Estaba claro que le aterraba la idea de que pudiera hacerle daño a Seokjin. Bueno… eso, al menos, era un alivio. Significaba que no pensaba en escapar.

Jungkook se dejó caer en la silla, cruzando las piernas. Abrió el cajón y sacó una fotografía arrugada. En la imagen, Jimin llevaba una etiqueta con un número en el pecho, como si fuera ganado.

Pasó el pulgar suavemente sobre su rostro en la foto.

Este era el verdadero Jimin.

Un prostituto que vendía su cuerpo en una casa de apuestas, un estafador de clase media, un criminal que había lastimado a Yoongi, había incendiado un edificio, asesinado a Rose, robado, mentido… lo había engañado a él.

El Jimin que él conocía era una mentira.

Ese chico de sonrisa dulce, ingenuo y tímido, que amaba el chocolate, que hablaba con excesiva cortesía, que a veces era descarado y otras demasiado tímido para admitir que le gustaba…

Solo había sido una ilusión.

Los ojos de Jungkook se llenaron de una melancolía pesada. Era una verdad que se repetía cada día, pero aún dolía. Antes, la ira era lo que dominaba, pero últimamente… el dolor y el arrepentimiento lo superaban.

Pero ayer… ayer fue distinto.

Por un momento, sintió que había vuelto al pasado. A los días en los que contaba las horas para regresar a casa, cuando Jimin llamaba a su puerta cada noche y asomaba la cabeza con una sonrisa traviesa.

"Hola, jefe."

Eran tiempos en los que se acostaban juntos, se miraban, bromeaban, se tocaban… y se besaban hasta quedarse dormidos.

Pero hoy…

Hoy, al despertar y verlo dormido a su lado, solo sintió un abrumador vacío.

Las pastillas para dormir que había tenido que darle para mantenerlo bajo control… ese pensamiento le revolvió el estómago.

Se había enamorado de un Jimin falso.

En ese instante un fuerte estruendo sacudió el edificio.

Un disparo.

Jungkook abrió los ojos de golpe. Tomó su arma del cajón y salió corriendo sin perder un segundo. La foto de Jimin cayó de sus manos y se deslizó hasta el suelo.

ALL FOR YOU  ( KOOKMIN) 💜Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang