(18) Si de poesía solamente se tratara

4.4K 232 13
                                    

Llegamos al hospital para ser devastada inmediatamente al ver a m hermano sentado en una esquina, llorando sin control.  Inmediatamente, corrí hacia él, no podía verlo así.  Este me abarcó entre sus brazos.

“Dany, Silvia y el bebé corren peligro, todo por mi culpa…” apenas le podía entender lo que decía.

“Todo va a salir bien, Jeziel; ya lo verás.  Ella es fuerte, y mi sobrino también, de eso no tengo duda…”

“A penas pude admirar como mi bebé crecía dentro de su mamá.  Por qué fui tan idiota?  Por qué Dany?  Si no hubiese estado con Itzel…”

“Jeziel, ya eso está en el pasado.  Tal vez no pudiste ver cada instante de cómo la barriga de Silvia iba creciendo, pero estás aquí y siempre has estado al pendiente de ella.  Le estás demostrando mucho” ya para este instante, me encontraba llorando con él. 

“Daniela, no porque esté ocurriendo esto, pero… Planeaba invitarla hoy a salir, a dar una vuelta.  Quería decirle que es ella a quien amo, con quien quiero estar el resto de mi vida.  Itzel y yo…no sé Dany.  Tal vez fuimos el primer amor del otro, pero, si decidí comenzar con Silvia y unir mi vida a ella, pienso que fue porque es la indicada.  De lo contrario, hubiese seguido con Itzel a escondidas, o hubiese estado dispuesto a luchar por lo nuestro, como tú y Ariel están dispuestos.  Ustedes se aman, de eso no tengo duda…”

“Jeziel, me sorprenden tus palabras.  Me emociona saber que estás claro y que sabes a quien amas.  Recuerda que tienes que estar completamente seguro, Itzel será parte de nuestra vida para siempre; eso no lo podemos cambiar.”

“Lo sé Dany, mi princesa.  No sabes cuánto te amo y cuanto me alegra que seas mi confidente, que me escuches.  No sabes cuan feliz soy porque llegaste a nuestras vidas….” las palabras de mi hermano me hicieron llorar aun más.  Siempre nos demostrábamos que nos amamos, pero esas palabras fueron especiales. 

“Te amo Jeziel.  Y soy feliz porque nací en esta familia, que aun cuando es tan disfuncional y cometemos errores sin control, nos amamos cada vez más…”

“Así es.  Vamos con los demás?”

“Seguro.  Mamá está muy preocupada…” ambos nos tomamos de la mano y caminamos hacia los demás, mi mamá abrazando a mi hermano automáticamente, mientras yo me sentaba al lado de mi papá.

Los padres de Silvia llegaron unos minutos luego, y aun no había noticias de ella o del bebé.  Mi hermano caminaba de un lado al otro en la sala de espera mientras la tensión y desesperación se hacían cada vez más fuerte.

“Esto me recuerda a cuando tú naciste…” comentó mi papá mientras pasaba su mano por mi cabello.

“De veras?” le pregunté levantando mi vista para mirarlo a la cara por un momento.

“Sí…tras que llegaste a nuestra vida cuando menos lo imaginábamos, no pudiste controlar tu emoción de vernos.  Llegaste unas semanas antes, haciéndonos pasar un gran susto…”

Si tú me lo pidesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora