(4) Puedo hacerte ver lo invisible

4.8K 253 11
                                    

Aun perpleja ante lo que estaba sucediendo frente a mis ojos, decidí buscar a la persona que podría explicarme el porqué de tanto revuelo por la llegada de un bebé.

Al llegar a la puerta de la habitación de mis padres estaban hablando.  Por esta razón, me quedé en la puerta; sin que ellos notaran mi presencia. 

“Por qué llamaste a Fernando y le dijiste?  Sabes que llegará lleno de coraje” preguntaba mi papá mientras mi mamá lloraba.

“Yo no eduqué a mi hija para tomar decisiones como esas, Damián.  Si quedó embarazada, no soy quien para juzgarla ni reclamarle.  Yo la tuve a ella a mis dieciocho sin un futuro que ofrecerle.  Ella ya es toda una profesional.  Es el hecho de que me haya confesado su deseo de abortar.  Cómo fue capaz?” mi mamá no podía controlar su llanto luego de decir esto.

Tal vez tenía solo diez años para ese entonces, pero tenía también madurez suficiente para saber que un aborto era algo malo.  Ese fue el momento en que sentí una gran decepción  hacia mi hermana.  Sentí que mi heroína había muerto.

Ante este pensamiento, no pude evitar comenzar a llorar. 

“Daniela, qué te sucede?” preguntó mi papá al notar mi presencia allí. 

“Mi amor, por qué lloras?” fueron las palabras de mi mamá mientras se acercaba a mí; aferrándome a ella como si mi vida dependiese de eso.

“Por qué Ariana quería hacer eso?” de veras que no podía controlarme.

“Daniela, estás aquí!” la voz de Ariel se tornó algo preocupada al verme en los brazos de mi mamá. 

“Ariel, Fernando llegó contigo?” preguntó mi papá, saliendo de la habitación segundos luego.  Aunque no escuché respuesta de Ariel, entiendo que este asintió su cabeza.

“Mi vida, son cosas que no puedes entender aun.  Ariana ya decidió quedarse con su bebé, mi vida.  No llores por favor” decía mi mamá, abrazándome y derramando igual cantidad de lágrimas que yo. 

“Alexandra, venía a decirte también, que papá quiere hablar contigo” comentó algo tímido Ariel.

“Te puedes quedar con Dany?  No quiero que se quede sola.”

“Seguro” contestó mi mejor amigo, mientras mi mamá me daba un beso en la frente y se marchaba de allí. 

“Dany, no llores, por favor” comenzó a decir Ariel, sentándose en el lugar donde momentos antes estuvo mi mamá, y abrazándome con todas sus fuerzas.

“Por qué Ariana quería deshacerse de su bebé, Ariel?” le pregunté mirándolo al rostro.

“También me pregunto eso.  Por lo menos, decidió quedarse con él.  Papá y tu mamá hablaron muy fuerte con ella.  No llores más, por favor” dijo Ariel mientras limpiaba las lágrimas que bajaban por mis mejillas. 

“Yo siempre he querido ser como Ariana, pero luego de esto…”

“No digas más.  No quiero que sigas sufriendo.  Qué puedo hacer para verte sonreír?”

“No me dejes sola, por favor.”

“Nunca te dejaré sola, te lo prometo.”

Está demás decir, que luego de esto, mi papá le permitía a Ariel entrar a mi habitación.  Este no me abandonó ni un instante, y se quedaba hasta que yo me quedara dormida, los primeros días.  Luego mi papá lo llevaba a su casa para que no caminara solo por la calle.

En cuanto a Ariana, no podía mirarla.  De veras me dolía pensar lo que había pensado hacer, aun cuando no lo hizo.  El día siguiente me enteré que reaccionó cuando sus papás le hablaron de lo jóvenes que eran ellos cuando mamá quedó embarazada, y como la habían hecho la mujer que era hoy en día. 

Si tú me lo pidesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora