(10) Si tú me lo pides, estas palabras no se esparcirán al viento

4.5K 226 13
                                    

Decidimos caminar hasta mi casa, no regresar a la casa de mi hermano.  El camino era algo largo, pero ya nos quedaba menos desde aquel parque.  Ariel le envió un mensaje a su papá, indicándole que los esperaríamos frente a mi casa; que no entraríamos hasta que ellos no llegaran. 

Unos diez o quince minutos luego, estábamos allí, y momentos después, mis padres y los de Ariel llegaron junto a Itzel, Ariana y mis sobrinas.  De acuerdo, que comience la función. 

Esperé a que Ariana llevaras a mis sobrinas a la cama; no sé porque quería decir esto frente a todos.  Esto que era algo tan personal para mí, pero eran mi familia y necesitaban una explicación del porqué hubo el intercambios de golpes en la casa de mi hermano.

“Nos puedes decir ahora qué fue lo que sucedió en casa de Jeziel?” preguntó mi papá algo serio.

Estaba tranquila porque tenía a Ariel a un lado y a mi mamá al otro.  Esta apretó mi mano y me sonrió, dándome fuerzas para comenzar a hablar.

“Qué les dijo Javier?” fue lo primero que se me ocurrió.

“Que a Ariel le molestó como él te estaba mirando y que se agitó un poco.  Que tú saliste a defenderlo, y que ambos guardan algo… Eso sonó ridículo porque ustedes son como hermanos.  A quien se le va a ocurrir pensar eso?”

Me sentí realmente culpable, porque era cierto que entre Ariel y yo había algo.  Solo que apenas esta noche fue que lo descubrimos, gracias a la idiotez de Javier.

“Papá, primero, Javier se merecía cada uno de esos golpes que recibió.  En realidad, merecía muchos más.  Y no fue por eso que lo golpeé…”

“Entonces?  Por favor, Dany, explícame, porque por más que intento, aun no comprendo el espectáculo.”

“Sé que soy tu princesa… La niña con la que siempre soñaste y luego de tanto tiempo llegó.  Eso no me exime de cometer errores y tomar malas decisiones, porque no soy perfecta.  Aunque quisiera serlo por ustedes” comencé a decir y tuve que detenerme, porque el nudo en la garganta no me dejó seguir.

“Mi amor, nadie aquí es perfecto, y todos hemos cometido errores.  Sea lo que sea, somos tus padres y siempre te amaremos…” dijo mi mamá abrazándome. 

“Papá, prométeme que tú no harás ninguna estupidez tampoco luego de que te diga….”

“Dany, princesa, dime por favor, ya me estás matando con la intriga…”

“Me entregué a Javier la noche de la boda de Jeziel, y este le dijo a Ariel y no me aguanté y le caí a golpes, y Ariel me defendió como mi mejor amigo que es y me arrepiento y te pido perdón y soy una idiota y…” dije todo lo más rápido que pude, comenzando a llorar sin control cuando ya no pude más.  Ariel inmediatamente me tomó en sus brazos.

“Y yo estoy aquí para defender a Dany, Damián.  No olvides que todos hemos cometido errores, pero ella no merecía que ese idiota hablara como habló de ella.  El solo recordar lo que me dijo, hace que quiera matarlo nuevamente.  Es un idiota que se aprovechó de Dany, la engañó, se aprovechó de su inocencia…”

Si tú me lo pidesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora