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A la mañana siguiente Samy me despierta.

—Roier, llevo llamándote un buen rato. ¿Te has desmayado? Mis ojos se niegan a abrirse. No sólo se ha levantado, sino que ha salido a correr. Echo un vistazo al despertador. Las ocho de la mañana. Vaya, he dormido más de nueve horas.

—¿Qué pasa? -balbuceo medio dormido.

—Ha llegado un tipo con un paquete para ti. Tienes que firmar.

—¿Qué?

—Vamos. Es grande. Parece interesante.

Da unos saltitos entusiasmada y vuelve al comedor. Salgo de la cama y tomo mi bata, que está colgada en la puerta. En el comedor hay un chico elegante con coleta y una caja grande en las manos.

—Hola -murmuro.

—Te preparé un té -me dice Samy metiéndose en la conversación.

—¿El Joven Luckity?

E inmediatamente sé quién me manda el paquete.

—Sí -le contesto con recelo.

—Traigo un paquete para usted, pero tengo que instalarlo y enseñarle a utilizarlo.

—¿En serio? ¿A estas horas?

—Yo cumplo órdenes, señor.

Me dedica una sonrisa encantadora pero expeditiva, como diciendo que lo le venga con tonterías.
¿acaba de llamarme 《Señor》?. ¿He envejecido diez años en una noche? De ser así, es culpa del contrato. Frunzo los labios disgustado.

—De acuerdo, ¿qué es?

—Una MacBook Pro.

—Cómo no -digo poniendo los ojos en blanco.

—Aún no está en las tiendas, señor. Es lo último de Apple.

¿Por qué no me sorprende? Suspiro ruidosamente.

—Colóquela ahí, en la mesa del comedor.

Voy a la cocina a reunirme con Samy.

—¿Qué es? -me pregunta con ojos brillantes.

Se ha hecho una coleta. También ella ha dormido bien.

—Una portátil de Spreen.

—¿Por qué te manda una portátil? Sabes que puedes utilizar la mía.

No para lo que el tiene en mente.

—Bueno, es sólo un préstamo. Quería que la probara.

Mi excusa parece poco convincente, pero Samy asiente. Vaya... le he mentido a Samy Rivers. Una novedad. Me pasa mi taza de té.
La portátil es brillante, plateada y bastante bonita, con una pantalla grandísima. A Spreen de Luque le gustan las cosas a gran escala... Pienso en donde vive, en su casa.

Los Juegos Oscuros De Un MillonarioWhere stories live. Discover now