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‼️"Ingesto de Semen"‼️


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—Roier, voy a venirme en tu boca -me advierte jadeando —Si no quieres, para.

Vuelve a empujar las caderas, con los ojos muy abiertos, cautelosos y llenos de lascivo deseo... Y me desea a mí. Desea mi boca... Madre mía.
Me agarra del pelo con fuerza. Yo puedo. Empujo todavía con más fuerza y de pronto, en un momento de insólita seguridad en mí mismo, descubro los dientes. Llega al límite. Grita, se queda inmóvil y siento un líquido caliente y salado deslizándose por mi garganta. Me lo trago rápidamente. Uf... No sé si he hecho bien.
Pero me basta con mirarlo para que no me importe... He conseguido que perdiera el control en la tina. Me incorporo y lo observo con una sonrisa triunfal que me eleva la comisuras de la boca. Respira entrecortadamente. Abre los ojos y me mira.

—¿No tienes arcadas? -me pregunta atónito —Dios, Ro... ha estado... muy bien, de verdad, muy bien. Aunque no me lo esperaba -frunce el ceño —¿Sabes? No dejas de sorprenderme.

Sonrió y me muerdo el labio conscientemente. Me mira interrogante.

—¿Lo habías hecho antes?

—No.

No puedo ocultar un ligero matiz de orgullo en mi negativa.

—Bien -me dice complacido y, según creo, aliviado —Otra novedad, joven Luckity. -me evalúa con la mirada —Bueno, tienes un sobresaliente en técnicas orales. Ven, vamos a la cama. Te debo un orgasmo.

¡Otro orgasmo!

Sale rápidamente de la bañera y me ofrece la primera imagen íntegra del Adonis de divinas proporciones que es Spreen de Luque. El Dios que llevo dentro ha dejado de bailar y lo observa también, boquiabierto y babeando. Su erección se ha reducido, pero sigue siendo importante... Wow. Se enrolla una toalla pequeña en la cintura para cubrirse mínimamente y saca otra más grande y suave, de color blanco, para mí. Salgo de la bañera y le tomo la mano que me tiende. Me envuelve en la toalla, me abraza y me besa con fuerza, metiéndome la lengua en la boca. Deseo estirar los brazos y abrazarlo... tocarlo... pero los tengo atrapados dentro de la toalla. No tardo en perderme en su beso. Me sujeta la cabeza con las manos, me recorre la boca con la lengua y me da sensación de que está expresándose su gratitud... ¿quizá por mi primera felación?

Se aparta un poco, con las manos en ambos lados de mi cara, y me mira a los ojos. Parece perdido.

—Dime que sí -susurra fervientemente.

Frunzo el ceño, porque no lo entiendo.

—¿A qué?

—A nuestro acuerdo. A ser mío. Por favor, Roier -susurra suplicante, recalcando el 《por favor》 y mi nombre.

Vuelve a besarme con pasión, y luego se aparta y me mira parpadeando. Me toma de la mano y me conduce de vuelta al dormitorio. Me tambaleo un poco, así que lo sigo mansamente, aturdido. Lo desea de verdad.
Ya en el dormitorio, me observa junto a la cama.

—¿Confías en mí? -me pregunta de pronto.

Asiento con los ojos muy abiertos, y de pronto de doy cuenta de que efectivamente confío en él. ¿Qué va hacerme ahora? Una descarga eléctrica me recorre el cuerpo.

Los Juegos Oscuros De Un MillonarioWhere stories live. Discover now