Proteger a la gente es el principal objetivo de un héroe. Para Katsuki, cuando sale a la calle para enfrentarse a los posibles villanos, su cabeza le dice que ese también es su principal prioridad como estudiante de la U.A. y futuro héroe. Pero, su...
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P.O.V. Narrador.
Bell Cranel, acompañado de su nuevo compañero de familia Welf Crozzo, avanzaba corriendo en dirección de la torre sur del castillo. Por el camino no se encontraron con nadie, o al menos, así era hasta que divisaron a la distancia la entrada De la Torre principal del castillo. Allí se encontraba una de las últimas líneas de defensa de la Familia Apollo. Un pequeño grupo compuesto de arqueros, magos y unos pocos guerreros estaban siendo liderados por una de las comandantes de la familia, Daphne Lauros, alias Laurus Fuga; aventurera de Nv. 2.
— ¡Magos, lanzar la magia! — Welf se preparó para poder usar su propia magia, Will-o-Wisp, capaz de provocar un Fuego Fatuo en los magos que estén cantando para lanzar magia. Pero, antes de que pudiera hacerlo, una sombra rodeada de rayos verdes se interpuso en su camino. Izuku se puso delante y, antes de que la magia se disparara, invocó la magia que había obtenido al subir de nivel.
— Ataraxia. — Otro círculo mágico se superpuso al verde esmeralda que había estado acompañándole desde que había empezado a atacar. Y, tras lanzar su magia, una transparente capa rodeó el cuerpo del conejo hume de pelo verde.
— ¡Ahora! — los magos lanzaron multitud de hechizos en contra del pecoso, pero, para su sorpresa, toda magia acabó anulada al chocar contra la armadura transparente de Izuku. Cuando el bombardeo acabó, los magos temblaron de miedo al ver al peliverde totalmente intacto.
— Es mi turno. — Izuku desactivó su armadura anti-magia y, al igual que había hecho con todos los aventureros con los que se había topado, uso su Látigo Negro para agarrar a todos para luego estrellarlos contra el suelo. La gran mayoría cayeron ante el ataque, pero algunos lograron librarse del veloz ataque de los zarcillos negruzcos.
Izuku jadeó ligeramente cansado y desactivó el One for All y, desenfundando su espada, se preparó para el combate.
— Welf, ayúdame. Bell, tú sigue sin nosotros. — y, ambos se lanzaron a la ofensiva, entreteniendo a los pocos aventureros que estaban en pie.
— No os defraudaré. — y Bell, gracias a la distracción de sus compañeros, fue capaz de atravesar la barrera defensiva de la Familia Apollo y correr directo hacia Hyakintos, el cual se ocultaba en lo alto de la torre, acompañado de algunos de sus compañeros. Tras correr durante unos minutos, al fin logró encontrar lo que estaba buscando. La sala situada justo debajo del piso más alto de la torre, donde sabía que se escondía el capitán enemigo. Pero, un movimiento en la ventana lo puso nervioso.
— Quita esa cara almiraj. Soy yo. — gruñó Katsuki tras lograr infiltrarse en la torre.
— Bakugo-san. — Bell suspiró de alivio y se preparó para continuar con su plan.
— Prepara ese ataque de la campana, yo te apoyo con mi magia. — gruñó Katsuki aún sin estar de acuerdo con el plan. No porque fuera malo; sino porque no le dejaba mucha acción a él.
