Proteger a la gente es el principal objetivo de un héroe. Para Katsuki, cuando sale a la calle para enfrentarse a los posibles villanos, su cabeza le dice que ese también es su principal prioridad como estudiante de la U.A. y futuro héroe. Pero, su...
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P.O.V. Narrador.
Izuku y Katsuki entraron en el establecimiento. Dentro solo había unas pocas personas distribuidas en las mesas mientras que las camareras limpiaban el local y hablaban entre ellas entre de forma animada. Una de ellas, se acercó a ellos. Esta era Anya Fromel, una mujer gato de pelo castaño y ojos marrones. En vez de avanzar hacia los nuevos y posibles clientes, los ignoró y fe directamente hacia su compañera Syr, la cuan iba detrás de ellos.
— ¿Dónde estabas, Syr, nya? Se suponía que deberías estar limpiando con nosotras, nya. — la camarera agarró a su compañera y la zarandeó agitadamente.
— Suelta a Syr, Anya. — otra de las camareras se acercó a sus compañeras y las separó. — Estoy segura de que Syr tenía sus motivos para irse. — La elfa, miraba de forma incriminatoria a su compañera con orejas de gato y esta solo reía nerviosamente.
— Claro, sí. Una buena razón. Jeje. – Syr cogió una de las bandejas que había en la barra y se fue corriendo antes de que la interrogaran. La elfa se fijó en sus nuevos clientes y se inclinó levemente.
— Siento los modales de mis compañeras. Permitidme serviros. — Izuku sonrió amable ante la disculpa, mientras que Katsuki solo veía la situación con desinterés. Esta los guio hasta la barra y les sirvió unos vasos de agua, además de entregarles uno de los menús. — Me llamo Ryuu Lion y yo seré vuestra camarera.
— Esto, Ryuu... — La elfa se giró hacia su espalda y vio a Syr apoyada contra la puerta que conducía a la cocina. — Puede, y solo puede; que hayan venido porque los he invitado a una comida. — Ryuu suspiró ligeramente. — Bueno, gracias y todo eso. Yo tengo que... tengo que... — y, antes de acabar, ya se estaba yendo hacia la cocina.
— Siento las molestias, Lion-san. — Izuku se disculpó mientras se rascaba la nuca ligeramente incómodo.
— No pasa nada. Los amigos de Syr, también son mis amigos. Llamadme cuando sepáis que vais a querer. La casa invita. — y la elfa se fue a limpiar la barra mientras los otros dos decidían.
— Al menos la comida no ha cambiado. — suspiró aliviado Izuku mientras leía el menú. — Aunque tampoco es que haya muchos platos japoneses. Parece que la mayoría son europeos.
— Y también me parece milagroso que entendamos lo que pone. Esto no es japonés, pero claramente podemos leer sin problemas. Ya sabes, otra cosa que no tiene explicación desde que hemos aparecido aquí. — Katsuki tiró la carta y miró a su alrededor. — Solo espero que la comida sea soportable.
— Seguro que está deliciosa, Kacchan. — Izuku le sonrió enormemente y, el cuerpo del cenizo se relajó visiblemente. — Ahora, solo preocupémonos de comer. Luego ya solucionaremos lo demás.
— Tsk. — ese chasquido de lengua fue la única respuesta de Katsuki, pero Izuku sonrió y rio ligeramente. — Yo creo que tomaré el plato del día. ¿Tú, Kacchan?