Proteger a la gente es el principal objetivo de un héroe. Para Katsuki, cuando sale a la calle para enfrentarse a los posibles villanos, su cabeza le dice que ese también es su principal prioridad como estudiante de la U.A. y futuro héroe. Pero, su...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
P.O.V. Katsuki.
— Voy a fingir que entiendo lo que pone en este papel, porque al parecer esto va a ser lo habitual en nuestra vida de ahora en adelante. — Izuku rio a mi lado mientras agarraba mi almohada y la apretaba contra su pecho. — Aunque, si nos ponemos estrictos, se supone que tú no deberías estar leyendo mi Estado. Ni yo el tuyo. — dejé las dos hojas en la mesilla de noche que compartíamos y sonreí. — Lo bueno es que nuestros quirks han vuelto.
— Aunque no totalmente. — miré a Izuku y su expresión había vuelto a ser un poco deprimente.
— ¿Ahora qué ocurre, Deku? — le quité la almohada y lo obligué a que me mirara. — No deberías ponerte así cuando es una buena noticia.
— No lo entiendes. — Izuku suspiró triste.
— Pues dímelo. Joder, no leo mentes. — miré la hoja de mi Estado para luego sonreír ligeramente. — Al menos por ahora. — Izuku negó con la cabeza un poco más alegre para luego suspirar y quedarse mirando sus brazos.
La piel de sus brazos había vuelto a ser blanca, sin ningún resto de todas esas cicatrices que había ido obteniendo mientras dominaba el One fo All. Por un lado, me gustaba que hubieran desaparecido porque, cuando las veía, no podía evitar recordar todo el dolor por el que ha tenido que pasar. Todas las veces que se ha roto los brazos por culpa de no poder contener todo el poder de su quirk.
Pero, por el otro lado, puedo a llegar que mire con añoranza sus brazos, como si pudiera volver a verlas impresas en su piel a pesar de que no estaban ahí. A mí también me ha pasado mientras me miraba en un espejo, buscando las marcas en mi pecho y en mi rostro producidas tras la guerra contra All for One y Shigaraki. Es como si todo por lo que tuvimos que pasar, todo sobre lo que salimos victoriosos y pudimos superar; hubiera desaparecido; como si nunca hubiera ocurrido.
Por ese motivo, muy lentamente, pasé las yemas de mis dedos por su mano derecha. Mi contacto lo sorprendió al principio, pero pareció relajarse después de un tiempo. Tras unas pocas caricias, oí que empezaba a llorar casi sin producir sonido.
— Ey, Deku. — con delicadeza lo abracé y lo apreté contra mi pecho; notando con total claridad su cuerpo temblar ligeramente. — ¿Qué pasa? — susurré contra sus rizos.
— Es que siento como... como si tuviera que empezar de nuevo. — me rodeó con sus brazos y me apretó con fuerza. — Me había costado tanto lograr dominar el One for All. He pasado tanto para poder hacerlo totalmente mío. Pero, ahora es como si... como si nunca hubiera ocurrido. Como si nunca hubiera ocurrido nada. Y me siento tan impotente. Tan inútil.
— Izuku. — lo separé de mi pecho y alcé su cabeza para que me mirara a los ojos. Sus mejillas estaban sonrojadas y, con delicadeza, acuné su rostro mientras limpiaba sus lágrimas con mis pulgares. — No pienses eso. Nadie podrá quitarte nunca todo lo que has hecho. Igual tienes que volver a empezar con el One for All, pero como ya has hecho antes, vas a volver a dominarlo y volver a patear los traseros de todas las personas que te dijeron que no podrías conseguirlo. Incluido el mío. — Izuku sonrió débilmente y apoyó su frente contra la mía. — Espero que se te haya grabado en la cabeza, porque si no, tendré que volver a machacarte para que te quede claro. Recuérdalo, Izuku. Yo no tendría como mi rival a un debilucho. ¿Ha quedado claro?